
La economía estadounidense demostró mayor resistencia de lo esperado en los primeros meses del 2023, gracias a un crecimiento del PIB por encima del 2% y a un mercado laboral que apenas se vio afectado por las alzas de tipos de interés. Sin embargo, desde JP Morgan AM consideran que en la recta final del 2023 Estados Unidos dará mayores signos de desaceleración, aunque descarten la recesión en el corto plazo.
La evolución de los precios será determinante, aunque ahora jugará un papel más relevante la evolución del mercado laboral en el país. "El empleo se resiente en un entorno de tipos de interés altos. No ha sido así en este ciclo, hasta la fecha. Pero un entorno de menos inversión traerá menor actividad y más despidos", explicó la directora de Estrategia para Portugal y España de JP Morgan AM, Lucía Gutiérrez-Mellado.
La tasa de desempleo osciló en torno al 3,5% desde el primero de enero, lo que sitúa al indicador en mínimos históricos. "Estamos viendo cómo el mercado laboral aguanta porque hubo más empleos que trabajadores en sí. Ahora, el número de empleos en una etapa de menor crecimiento tenderá a caer y evitará la inflación salarial", según Gutiérrez-Mellado.
La inflación en Estados Unidos sigue a la baja, según la gestora, pero todavía está lejos de equipararse a los niveles que persiguen los bancos centrales. En el caso estadounidense, la inflación subyacente no estará en el objetivo de la Reserva Federal hasta finales del año que viene a medida que el ahorro de las familias norteamericanas se sigue drenando y afecta al consumo.
Una escalada del conflicto en Oriente Próximo tendría sus consecuencias
Otro de los aspectos que puede condicionar al mercado es el actual conflicto en Oriente Próximo. Desde JP Morgan AM consideran que es demasiado pronto para hacer una valoración del impacto real de la tensión entre Hamás e Israel tanto en el mercado de renta variable como en el de renta fija. "Dependerá de si el conflicto escala y se extiende a una zona más amplia", explicó Gutiérrez-Mellado. No obstante, la experta también indicó que en el corto plazo los conflictos geopolíticos tienen un efecto directo en el mercado pero en el largo plazo adquiere mayor relevancia el crecimiento o recesión de la economía en general. Del mismo modo, un repunte del precio del petróleo puede condicionar el descenso de los precios visto hasta la fecha que obligaría a los bancos centrales a ser más restrictivos.
El peso de la economía estadounidense también tendrá su efecto en otras geografías. China aún no ha mostrado la recuperación de la pandemia que se esperaba por "un perfil más conservador con el ahorro en el país", según apuntó la experta de la gestora. No obstante, desde la firma consideran que los datos macroeconómicos del gigante asiático están tocando fondo por lo que el inicio de la recuperación estaría más cerca.
En Europa, el crecimiento del PIB aún se mostrará débil, según JP Morgan AM. Las condiciones financieras más restrictivas, por las políticas del BCE, en la eurozona tensionará la economía, según la gestora, por un sector servicios que sufre de la mano del manufacturero. "Aún así, en Europa la desaceleración será menor de lo esperado también gracias a la resiliencia de la economía de Estados Unidos", según Gutiérrez-Mellado.
Con todo, desde la gestora apuntan a que las políticas restrictivas de los bancos centrales están en su fase final, con una posible subida más por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y el eventual recorte no llegará hasta finales de 2024. "Tiene todo el sentido tener duración en cartera con las tires actuales y con una perspectiva de inversión en el largo plazo", apuntaron desde JP Morgan AM.