
Las perspectivas económicas mundiales para el cierre de este año parece que no van a ser tan oscuras. La economía estadounidense, dentro de lo malo, tuvo un comportamiento mejor de lo previsto, pero parece que 2024 no se avecina tan optimista.
Todos los organismos internacionales y los analistas macroeconómicos privados llevan vaticinando una recesión en el país americano "en los próximos seis meses" desde comienzos de este año.
Tal es así que el propio consenso de Bloomberg, que hace una media de las predicciones de los principales analistas macroeconómicos privados, asegura que el PIB de Estados Unidos cerrará este año con un crecimiento próximo al 2% y que el año que viene la expansión caerá hasta 1,3 puntos y se situará en la horquilla entre el 0,9% y el 1%. Es decir, la economía estadounidense caerá y eso generará un efecto dominó con el resto de economías desarrolladas o emergentes del mundo.
En un informe, los analistas de JP Morgan aseguran que dada la restrictiva política monetaria y la escasez de crédito "creemos que la recesión aún está por venir". Es cierto que el mercado laboral se mantiene fuerte y la inflación está cayendo gradualmente, pero muchos sectores ya están notando ese "desacelerón" económico.
En cambio, desde Goldman Sachs aseguraron esta semana que las probabilidades de recesión en EEUU eran del 15%.
La otra potencia mundial, China, tampoco está siendo ajena a esta contracción económica pero, a pesar de todo, va a seguir siendo el puntal que sostenga la economía mundial para el próximo año, según los expertos.
En concreto, el consenso de Bloomberg prevé que el gigante asiático mantenga su crecimiento en el entorno del 5% previsto, mientras que para 2024 el PIB caerá más de medio punto (-0,6%) hasta cerrar el año en el entorno del 4,5%.
"Vemos todavía en China un crecimiento saludable para este año gracias a la recuperación del consumo del gigante asiático", recalcan desde JP Morgan.
Con todo, China tiene por delante un sinfín de retos económicos, ya que está frente a una crisis inmobiliaria sin precedentes, el consumo interno es cada vez más débil, las exportaciones siguen cayendo en picado y están ante un problema de falta de mano de obra cualificada, un paro juvenil en niveles muy altos, una natalidad cada vez más baja y un envejecimiento de la población sin precedentes.
Por su parte, en Europa se espera un "aterrizaje suave" en 2024. Las previsiones de Bloomberg apuntan a que la Unión Europea incluso expandirá su economía con respecto a este año. En concreto, el consenso prevé que los Veintisiete cierren el año con un crecimiento plano del 0,7% y que el próximo año acabe en el 1,3%.
En este sentido, hay que hacer especial mención a que Alemania levantará cabeza, relativamente, pasando de cerrar el año en recesión (-0,3%) a crecer un 0,9% en el año 2024. Caso distinto es el de Francia, que se mantendrá plana, con un crecimiento previsto, según Bloomberg, del 0,7% para este año y del 1,3% para 2024. Italia y España, por su parte, verán como sus economías se contraen. Concretamente, Italia pasará de una expansión del PIB del 0,6% este año, a cerrar 2024 en el 0,3%. Por su parte, nuestro país cerrará 2023 con un crecimiento de la economía del 2,2% y en 2024 caerá siete décimas hasta situarse en el entorno del punto y medio a cierre de año.
En este sentido, son varios los expertos y analistas que coinciden en que este "aterrizaje suave" de la economía europea es debido a que el Banco Central Europeo (BCE) sube los tipos de interés con menos fuerza que la Reserva Federal porque la inflación en el Viejo Continente está respondiendo de mejor manera que otros países.
Teniendo en cuenta este panorama, las previsiones recogidas por Bloomberg marcan que la economía del G20 va a quedarse más o menos plana, pasando de un crecimiento del 2,5% en 2023 al 2,2% en 2024 y, por su parte, la economía del mundo tendrá un crecimiento del 2,7 tanto este año como el año que viene.
Pero el último informe publicado en junio por el Banco Mundial desdice al consenso de los analistas privados. En concreto, desde el organismo internacional destacan que el crecimiento de las economías avanzadas "se desacelerará del 2,6% al 0,7% este año y continuará siendo débil en 2024".
Es cierto que sus previsiones para Estados Unidos son bastante próximas a Bloomberg, ya que destacan un crecimiento del 1,1% para este año y una desaceleración hasta el 0,8% en 2024 "debido al impacto del aumento de las tasas de interés que se registraron durante el último año y medio".
En el caso de la zona euro, las previsiones del Banco Mundial indican que el crecimiento pasará del 3,5% en 2022 al 0,4% en 2023 "como resultado del efecto dilatado del endurecimiento de la política monetaria y el aumento de los precios de la energía".
El puntal de Oriente
Es evidente que en la evolución del crecimiento económico mundial las tornas han cambiado. A pesar de que el enfriamiento de la economía va a ser generalizado, gracias a China y las potencias emergentes del Sudeste Asiático, el mundo podrá salvar los muebles.
El director general de Mapfre Economics, Manuel Aguilera, aseguró a elEconomista.es que la estimación que tiene de la contribución de China y los países del sudeste asiático al PIB mundial "será de alrededor del 70%" el próximo año, mientras que la de Estados Unidos y la Unión Europea "bajará del 10% de este año al 6%".
Según el consenso de Bloomberg, India va a mantener un crecimiento constante entre 2023 y 2024 en torno al 6,1% y a Indonesia le pasará lo mismo, con una expansión del PIB que estará cerca del 5% tanto este año como el que viene. Por su parte, Corea del Sur también va a expandir su economía en 2024. En concreto, los principales analistas macroeconómicos piensan que pasará de crecer un 1,2% este año a expandirse su PIB un 2,2% el próximo. Es decir, incrementará su crecimiento económico en un punto.
En cambio Japón va a ser víctima de la contracción económica que se viene, ya que su economía cerrará el año con una expansión del 1,8% y el que viene está previsto que caiga 0,8 puntos hasta situarse en el 1%.
Una crisis más benigna
El investigador principal del Real Insituto Elcano, Federico Steinberg, explicó a elEconomista.es que esa desaceleración económica de 2024 va a estar causada "tanto por el menor crecimiento de la economía china como por la reducción de la actividad en los países avanzados", en particular algunos europeos como Alemania.
El economista español coincide con la tesis de los diferentes analistas internacionales de que la subida de tipos de interés "contribuye a enfriar la economía" y es lo que hace que se ralentice la actividad, ya que el mayor coste del endeudamiento de las familias hace que disminuya el consumo y, por tanto, la demanda decrece.
Pero a pesar de ese "enfriamiento" de la economía mundial, no parece que la crisis que viene vaya a ser igual de grave que la crisis financiera sufrida en el año 2008.
En este sentido, Steinberg destacó que esta desaceleración económica "es menor de lo que se anticipaba el año pasado" y calificó de "sorprendente" el que no vaya acompañada de un aumento del desempleo en los distintos países. Con tal motivo, "esto la convierte en más benigna" a nivel social, ya que las personas no se verán tan afectadas durante el freno del próximo año.
Con todo, el experto del Real Instituto Elcano advirtió que la mayor amenaza para la crisis venidera está en que la inflación no siga bajando "y obligue a que los tipos de interés se mantengan elevados".
Al mismo tiempo, dentro del catálogo de amenazas para el año 2024, resaltó que si "el proceso de fragmentación de la economía mundial continúa y las tensiones geopolíticas se agudizan", supondrán un acicate para que la economía caiga más de lo esperado y que los países sufran más consecuencias de las esperadas durante el 2024.
La 'resiliencia' latina
El comportamiento de la economía de Latinoamérica durante el primer trimestre sorprendió, pero también entran dentro del saco del "frenazo económico" previsto para el año 2024.
La región crecerá un 1,4% y el año que viene se espera que el crecimiento sea del 1,6%. Los principales países impulsores de esta expansión de la región serán Brasil y México, que van a cerrar este año con un crecimiento del 2,3% y del 3% respectivamente.
El director general de Mapfre Economics, Manuel Aguilera, resaltó que la aportación a la economía mundial de Latinoamérica pasará del 4,1% de este año al 3,4% el próximo: "Aparentemente podríamos pensar que las economías latinas van a ser más resilientes, pero la región se va a desacelerar en términos relativos", contó.
A pesar de todo, el economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gil, advierte que salvo en Asia oriental y meridional, "no se va a conseguir el dinamismo económico suficiente" para acabar poner fin a la pobreza.