Las recompras de acciones se han popularizado como forma de retribuir a los accionistas hasta el punto de que casi igualan por volumen al clásico reparto de dividendos en el año pasado. Pero la inercia vista hasta el 2022 no parece que vaya a repetirse en el presente ejercicio dado que las recompras caerán un 25% en 2023 tanto en Estados Unidos como dentro de la bolsa europea, según las previsiones.
El consenso de mercado recogido por FactSet considera que las empresas dentro del S&P 500 destinarán un total de 690.400 millones de dólares en adquirir sus propias acciones, cifra que dista de los 913.870 millones que utilizaron entre todas el año pasado en recompras (un 24,5% menos). Además, esto supondría alcanzar el menor volumen del índice destinado a esta partida desde 2017, descontando el efecto del 2020 que rompió la tendencia en recompras por la pandemia. Y dentro del Stoxx 600 el porcentaje supera el 25% al caer hasta los 167.400 millones de euros, según las previsiones, cuando el salto al alza del 2021 al 2022 rondó también el 25%.
Por un lado, las firmas de análisis se hacen eco del menor anuncio de programas de recompras conocidos hasta la fecha -que se pueden extender en más de un ejercicio- en comparación con los vistos en el mismo periodo del año pasado para realizar sus previsiones y unos beneficios más ajustados que en ejercicios anteriores. Pero, además, entra en juego el precio particularmente bajo de muchas acciones en 2022 que fue utilizado por las compañías para aumentar su autocartera o amortizar acciones (reducir su capital social) en un momento en el que los beneficios crecieron rápidamente por la recuperación tras la pandemia.
También influye el actual entorno macroeconómico a la hora de anunciar un programa de recompras (buyback, en inglés) -que está más ligado a atraer y mantener al inversor institucional-. Según Ben Lofthouse, responsable de Global Equity Income en Janus Henderson, los bajos tipos de interés de años pasados y "la financiación a coste cero" premiaron la emisión de deuda y recompra de acciones, pero "ahora para algunas empresas de EEUU, que han recurrido al endeudamiento para financiar recompras de títulos, los cálculos estarán mucho más afinados", explica el experto como uno de los motivos que impulsan el recorte en esta tipología de reparto de beneficios al accionista.
El peso de los grandes valores
Esta caída del volumen en importe en ambos índices bursátiles se ve también en el número de compañías que han anunciado o plantean recompras este año. Si en 2022 el 90% de las compañías del S&P 500 realizó un buyback para este año el conjunto de expertos que aglutina FactSet prevé cerca del 70%. En Europa aún no es tan común este tipo de retribución al accionista como en Estados Unidos (donde las recompras doblan el reparto de dividendos), pero la caída es aún más acuciada. Si en el año pasado el 60% de los valores del Stoxx 600 recompró sus propias acciones apenas se espera un 35% al cierre del presente ejercicio.
Bien es cierto que hay grandes nombres que realizaron operaciones de tal magnitud, y con una capitalización tan representativa de estos índices, que acaparan un porcentaje representativo del total. Es el caso de Shell que supone uno de cada diez euros en recompras del Stoxx 600, mientras que en el caso del S&P 500 es Apple la que supera el 10% del total (en el caso del índice estadounidense hay diez compañías que superan el 30% del total de los buyback del selectivo).
De hecho, Apple aparece de nuevo como la primera en recompras dentro del S&P 500 aunque se espera que destine un 13% menos de efectivo a esta causa que en el ejercicio anterior. La compañía adelantó en mayo que pondría en marcha un nuevo programa de recompras que podría ascender hasta los 90.000 millones de dólares, aunque el rey del buyback estadounidense cotiza cerca de máximos (por encima de los 177 dólares) y aún no existen datos que corroboren el inicio del programa. Alphabet, Meta y Microsoft también acaparan los primeros puestos -como la inmensa mayoría de tecnológicas-, aunque en el caso de esta última se espera un programa un 35% inferior al ejecutado el año pasado, según las previsiones de las casas de análisis.
Las que sí aumentarán las recompras este año serán las petroleras norteamericanas, después de un 2022 marcado por los récords de beneficios dado el alto precio del combustible y mejora de márgenes -también de refino- por la guerra de Ucrania y los recortes de producción de la OPEP (cártel de países exportadores de crudo). Así, aprovechando el recorte del precio de las acciones de las petroleras en lo que va de año Exxon podría alcanzar los 17.000 millones de dólares en recompras, un 17% más que en 2022 aunque aún no se ha anunciado ningún programa. Quien sí ha comunicado que destinará hasta 75.000 millones de dólares en recompras será Chevron, aprovechando que su acción cae más de un 15% en el año.
Shell y BP destacan en Europa
Al igual que ocurrió en el pasado ejercicio las petroleras seguirán liderando las recompras de acciones de la bolsa europea. Y si se atiende a las previsiones que manejan los expertos recogidos por FactSet, serán Shell, BP y TotalEnergies las que recomprarán uno de cada cinco euros en acciones del Stoxx 600 con Shell rozando los 15.000 millones de euros. HSBC y Siemens hacen pensar al mercado que duplicarán sus esfuerzos en redistribuir beneficios por esta vía en 2023 y Deutsche Telekom destinará 6.500 millones de euros después de un 2022 en 'barbecho'.
