Más renta fija en las carteras, y también más bolsa. Es momento de estar en mercado. Los asesores financieros se muestran moderadamente optimistas de cara a 2023, ya que solo una pequeña parte de ellos prevé reducir su exposición a estos activos. Así lo revela la última Encuesta EFPA-elEconomista.es, un sondeo que se realiza dos veces al año y que es fruto de la colaboración entre la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España y este periódico.
A la primera de las cuestiones planteadas, "en el próximo semestre, ¿prevé subir, bajar o mantener su exposición a renta variable?", los expertos han respondido mayoritariamente "mantener" (un 51% de las respuestas), pero un porcentaje también bastante elevado ha optado por el "subir" (un 39%). Solo el 10% restante reducirá el peso de la bolsa en cartera. Por geografías, la ponderación de la renta variable española frente a la del resto de mercados se mantendrá igual (un 58% la dejará sin cambios) o se reducirá (un 31%). Solo un 11% de estos expertos engrosará la exposición a cotizadas españolas. Le puede interesar: Los gestores prefieren bonos a bolsa y no los sobreponderaban desde 2009.
A la pregunta "en el próximo semestre, ¿prevé subir, bajar o mantener su exposición a renta fija?", el 44% de los encuestados responde que la elevará, y otro 43% la mantendrá. Solo un 13% la mermará. En esta edición de la encuesta han participado un total de 354 asesores financieros miembros de esta asociación.

Las respuestas recabadas casan con el actual momento de mercado. 2022 ha sido un año muy complicado para prácticamente todas las clases de activos, pero especialmente dramático para la renta fija, que ha sufrido pérdidas no vistas en décadas. El inversor conservador, el que más peso da a este activo en cartera, ha sufrido más que ningún otro, al tener que asumir pérdidas por precio que, para él, son inconcebibles. Los perfiles más cautos han perdido en torno a un 7,3% en el año. Una cesta de bonos globales, cuya evolución recoge el índice Bloomberg Global Aggregate, retrocede por precio un 15,6% en el presente ejercicio, descenso equiparable o superior a los que han experimentado los índices bursátiles. Dan Morris (BNP Paribas): "Los bancos centrales necesitarán una década para bajar el balance".
Estos descensos -que han venido motivados por las subidas de tipos por parte de los bancos centrales- tienen su lado positivo: el aumento de los rendimientos (ya que, en renta fija, precio y rentabilidad se comportan de forma opuesta). Con los tipos de interés en EEUU en la zona del 4,25%-4,50%, y en Europa en el 2,50%, esa misma cesta de deuda mundial ofrece un retorno del 3,6%. Los rendimientos de la renta fija se espera que vayan aproximándose a los de la variable, de ahí que los asesores vean claro que es el momento de meter más bonos en cartera. Lea también: El buen año 2023 que se espera para la renta fija está en peligro.
No hay miedo a la bolsa
Sin ser un porcentaje abrumador, aún hay un 39% de encuestados que opta por elevar su exposición a renta variable, que se suma al 51% de asesores que la mantiene. Esto sucede tras un 2022 marcado de forma radical por la guerra en Ucrania, la crisis energética y la consecuente inflación, en el que muchos de estos profesionales pueden haber optado por ser cautos con la renta variable.
Con la expectativa de que la inflación pueda haber tocado techo tanto en Estados Unidos como en Europa -tras haber sorprendido para bien el IPC de noviembre en EEUU, en el 7,1%, su nivel más bajo del año-, está por ver si los bancos centrales se ven o no empujados a llevar los tipos a un máximo aún más alto del esperado. En cualquier caso, el primer semestre de 2023, aún con los tipos al alza, se prevé que sea más complicado que el segundo, ante la amenaza, aún presente, de que asistamos a una recesión mundial.
Sin gran interés por España
La tercera pregunta planteada a los más de 350 asesores de Efpa España ha sido: "En el próximo semestre, ¿prevé subir, bajar su exposición a renta variable española frente al resto de renta variable?". La bolsa patria no genera un especial interés en este momento: casi un tercio de los entrevistados reducirá su peso en cartera. ¿Hasta cuándo hay que seguir creyendo que estamos en un simple rebote dentro de una fase correctiva?
No resulta extraño, teniendo en cuenta que el índice español de referencia, el Ibex 35, ha resistido considerablemente mejor que sus vecinos europeos, y que los selectivos globales y mundiales, los embates de 2022. El indicador se deja un 5,1% en el presente año, frente al 11% que retrocede el EuroStoxx 50 o al 20,2% que se hunde el S&P 500 estadounidense. Aún así, el mercado otorga al Ibex un potencial alcista incluso superior al de la mayoría de índices de referencia: le da un recorrido próximo al 22% de aquí a 12 meses, según Bloomberg.