Bolsa, mercados y cotizaciones

Los grandes gestores ven más optimismo que riesgo en bolsa: los retornos que esperan para 2023

  • El 71% de los encuestados por Bloomberg ve subidas para las acciones
  • Optan por firmas que mantengan beneficios en contextos de menor impulso
  • Sigue habiendo riesgos, que serán menores en la segunda parte de 2023
Foto: iStock.

Los principales gestores de activos, como BlackRock o Goldman Sachs, ya están puliendo sus previsiones para el año que viene. Y entre estas firmas de inversión, el consenso para las bolsas es más optimista que pesimista. Se espera que se produzca un alivio bajista en 2023, especialmente en la segunda parte del ejercicio. Pese a que persistirán ciertos riesgos, los retornos alcanzarán el doble dígito.

Es la fotografía general que dibujan los inversores para el curso que viene, según una encuesta de Bloomberg que incluye las perspectivas de 134 gestores de fondos. De ellos, el 71% anticipa que las acciones subirán frente a un 19% que considera que continuarán las caídas. De media, los alcistas cifran los retornos en el 10%. Esa mirada más favorable para el futuro próximo se apoya en la creencia de que la inflación ha tocado techo y que, por tanto, los bancos centrales ya han hecho una parte importante del trabajo restrictivo

Pese a las mejores perspectivas para 2023, siguen existiendo riesgos. Los ya conocidos, como la inflación, la restricción monetaria o la guerra en Ucrania. Y los que pueden materializarse, como una recesión profunda o una persistencia de los precios al alza, revela la encuesta de Bloomberg. Son las principales preocupaciones del 45% de los gestores, que coinciden en señalar dichas incertidumbres. Si estas se materializan, será en la primera parte del año, cuando se podrían tocar mínimos, desde los que después subir en la segunda mitad del ejercicio. 

Aunque las políticas monetarias más restrictivas tienen efecto en la economía, que se ve abocada a un menor crecimiento, una buena parte de sus efectos ya se ha descontado. Asimismo, en 2023 habrá más visibilidad sobre los planes de los bancos centrales. Este año, el Banco Central Europeo (BCE) ha elevado el coste del dinero en 200 puntos básicos y la Reserva Federal (Fed) ha llevado los tipos de interés a máximos de 2008. En ambos casos, todavía queda un ajuste pendiente para las reuniones de la semana que viene. Estas bases servirán como referencia para el futuro más próximo. 

Pero, hasta ahora, las subidas de tipos efectuadas van a motivar que los principales índices bursátiles vayan a cerrar su peor año desde la crisis financiera de 2008. Aunque algunas bolsas han acumulado compras en las últimas semanas, es inevitable que el saldo del año sea negativo. Es el caso del MSCI All-Country World Index o del S&P 500. 

¿Dónde invertir?

Por otra parte, la crisis energética y la reapertura de China van a seguir en el horizonte económico. Por eso, es relevante elegir inversiones en sectores que puedan mantener sus beneficios en un contexto de retroceso económico. Por ejemplo, la industria de la salud, de los seguros o las compañías que repartan dividendos. Asimismo, los gestores recomiendan mercados emergentes como Vietnam, Indonesia o India. Otros también se decantan por China, debido a las mejores perspectivas sobre el país

La tecnología también va a mejorar el año que viene tras las fuertes caídas de este 2022. La mitad de los inversores se inclinan por comprar acciones de las grandes capitalizadas, como Apple, Alphabet o Amazon. Su atractivo está ahora en los precios, que han quedado bastante rebajados tras el mal ejercicio para el growth.

El 10% de potencial alcista no es tanto en comparación con recuperaciones previas, como la de 2008. Pese a ello, la mejora buscará catalizadores como una merma de la inflación, un mayor crecimiento, la reapertura total de China o el fin de la guerra en Ucrania. El 70% de los encuestados por Bloomberg creen que estos serán los motivos del ascenso.

En todo caso, aunque haya razones para asistir a un rally, los gestores descuentan que el momento actual es de estanflación y que el año que viene será esencial vigilar cómo evoluciona esa situación. El punto de partida de la economía es débil en la entrada de año. De nuevo, habrá que optar por las compañías sólidas que resistan a las posibles turbulencias.

Los menos optimistas siguen recomendando una posición defensiva y creen que el endurecimiento monetario va a seguir perjudicando a las acciones. Antes de cerrar 2022, el mercado recibirá referencias macroeconómicas útiles para anticiparse al 2023. La semana que viene llegan, no solo la decisión de tipos de la Fed, sino también datos de inflación en Estados Unidos.

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