La Fed sigue el rumbo que había fijado en las anteriores reuniones. El banco central estadounidense ha anunciado una subida de tipos de 75 puntos básicos, hasta el nivel de 3%-3,25%, la tercera subida consecutiva de este ritmo. La medida fue aprobada por unanimidad.
La Fed ha tomado esta medida tras un verano en el que la institución financiera había pisado el acelerador en su lucha sin cuartel contra la inflación. Solo en las reuniones de junio y julio emprendió dos alzas idénticas de 75 puntos, llevando los tipos de interés al rango del 2,25%-2,5%. Tras esta nueva decisión de la Reserva Federal, los tipos han alcanzado el nivel del 3%-3,25%, máximos de enero de 2008.
Con este movimiento, Jerome Powell y los directivos de la Fed han apostado por mantener el rumbo constante, con una subida que ya descontaba el mercado. El banco central estadounidense ha preferido cumplir sus promesas antes que asustar a los operadores con un subidón de 100 puntos, dando por hecho que la economía ya va en la dirección correcta y que lo único que hay que hacer es seguir por la senda ya marcada.
Además, los miembros de la Fed han corregido a la baja sus previsiones del crecimiento de la economía estadounidense y lo que era una claro avance ahora se ha convertido en un aumento muy leve. El PIB de EEUU, cuyas previsiones anteriores apuntaban a una subida de entre el 1,4% al 2%, ahora se sitúan entre el 0,2% y el 0,3%.
Para 2023 y 2024 también han sacado las tijeras respecto a las provisiones. El año que viene hay las previsiones son de un crecimiento del PIB de entre 1% y 1,4%. Para el siguiente curso habría un incremente de entre el 1,4% y el 1,8%.
Respecto a la inflación, la Reserva Federal espera que cierre 2022 entre el 5 y el 6% mientras que en 2023 aún superaría el 3%. Sobre los años posteriores, aún no se cumpliría el objetivo de inflación pues en 2024 estaría en el entorno del 2% pero aún sobrepasándolo, mientras que en 2025 se quedaría al borde de este objetivo.
A día de hoy, la inflación ya ha comenzado a enfriarse en el mes de agosto gracias a las alzas de la Fed y la corrección del petróleo y los combustibles. Sin embargo, el ritmo de subida de los precios sigue en cifras muy lejanas del objetivo del 2% que se marca el banco central, con el IPC situado en el 8,5% interanual.
En ese sentido, Powell no ha dejado lugar a las dudas respecto a que su prioridad es bajar la inflación, aunque haya que pagar un peaje para volver a tenerla bajo control. En Jackson Hole, el presidente expresó que "es probable que la reducción de la inflación requiera un periodo sostenido de crecimiento por debajo de la tendencia" y remarcó que las subidas de tipos "traerán algo de dolor a los hogares y negocios estadounidenses".
Volviendo a las subidas, en la última reunión abrió la puerta a la esperanza para los mercados con la previsión que pudiera estar recurriendo a 'subidas relámpago' para llevar los tipos rápido a un rango del 3% o superior y, en los meses finales del año, contemporizar para evitar daños en la economía en caso de una caída drástica de la inflación. En la reunión de julio dejó claro que "nuestra idea es llevar los tipos a una zona entre el 3% y entre el 3,5% para final de año", una zona en la que ya se encuentra.
Había una probabilidad del 76% de que la Fed recurriera a una nueva subida de 75 puntos básicos
Respecto a la medida emprendida en la última reunión, Powell ha cumplido con las expectativas del mercado. Según los futuros de Bloomberg, había una probabilidad del 76% de que la Fed recurriera a una nueva subida de 75 puntos básicos, un escenario al que se habían abonado los principales analistas de Wall Street.
James McCann, economista jefe de Abrdn apostaba por esta subida y advertía de que " las nuevas subidas hasta el cuarto trimestre y hasta 2023 harán que el tipo de interés de los fondos de la Fed alcance un máximo ligeramente superior al 4%, un poco por debajo de los precios del mercado". Por lo tanto, el experto defiende que "a estos niveles, la política será lo suficientemente restrictiva como para desencadenar la recesión necesaria para controlar la inflación" y concluye alegando que en caso de que la inflación no baje a partir de ahora "la Fed tendrá que adoptar una postura más fuerte. Por eso seguimos viendo los riesgos al alza en nuestra previsión de tipos, con un máximo del tipo de los fondos federales en torno al 5%".
Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional de J. Safra Sarasin Sustainable AM comentaba que "todo apunta a que la Fed anunciará una nueva subida de tipos de 75 puntos básicos" y señala que "hay una alta probabilidad de que tenga que actuar a lo grande de nuevo en noviembre". Es más, sus nuevas proyecciones "deberían indicar que la lucha contra la inflación será más dolorosa de lo que se había previsto".
"Los recortes de tipos previstos por el mercado en 2023 se están desvaneciendo en favor de un nivel permanentemente alto de los tipos de la Fed en torno al 4,25%"
Axel Botte, estratega global de mercados de Ostrum AM (gestora afiliada de Natixis IM) también creía que el alza sería de 75 puntos, pero se mostraba abierta a que esta llegase a los 100 puntos, sorprendiendo a todos. En cualquier caso Botte advertía de que "los recortes de tipos previstos por el mercado en 2023 se están desvaneciendo en favor de un nivel permanentemente alto de los tipos de la Fed en torno al 4,25%".
Por último, Paolo Zanghieri, Economista senior de Generali Investments hablaba abiertamente de que, aunque ahora tocan 75 puntos de subida, los próximos meses serán más relajados. "esperamos un ritmo algo más lento de endurecimiento, con un incremento de 50 puntos básicos en noviembre y una última subida de 25 puntos básicos en diciembre, con riesgos inclinados al alza. La Fed mantendrá entonces el tipo de interés oficial en el 4% (extremo superior) hasta principios de 2024".
En cualquier caso, queda por ver como reacciona la inflación a las medidas de la Fed. El movimiento de esta en la recta final del año será la clave para ver si la Fed se mantiene en modo 'Hawkish' y sigue subiendo tipos o si podrá contemporizar para mantener el ritmo de la economía y evitar una recesión cada vez más probable para los analistas, como Bank of America, que le otorga una posibilidad del 40% para 2023.