
Esta semana se caracteriza por las últimas reuniones del año de los principales bancos centrales, pero la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) será la que lleve la voz cantante. La economía estadounidense demostró con los últimos datos macroeconómicos cierta fortaleza, a pesar de las subidas de tipos de interés de la Fed en 2022 y que encara la cita del 14 de diciembre en el 4%. Y aunque no se espera repetir un alza de 75 puntos básicos como en las últimas reuniones, lo que sí que se descuenta es que los tipos de interés no bajarán en Estados Unidos en 2023.
Hasta ahora, el mercado daba por descontado que la Reserva Federal encontraría su techo en el 5% -se alcanzará a primeros del año que viene-. Este tope no ha cambiado, según la última encuesta publicada por Bloomberg que recoge las impresiones de 44 economistas. Lo que sí ha cambiado es que, mientras hace dos meses se esperaba que el presidente de la Fed, Jerome Powell, anunciaría el primer recorte de tipos el próximo noviembre, ahora no se baraja hasta llegar al 2024 modificar ese 5% de tipos de referencia en EEUU.
Más de la mitad de los expertos consultados defiende que Powell pasará la mayor parte del 2023 observando cómo evoluciona la economía sin realizar grandes cambios en su política monetaria. Hasta ahora, la evolución de los precios en el país tiende a la baja - aunque el IPC subyacente aún se muestra resiliente-. Pero el empleo no se ha deteriorado al ritmo que quiere la Reserva Federal para cumplir con su objetivo de control de precios a largo plazo con una inflación del 2%. Además, los últimos indicadores manufactureros o de actividad industrial sugieren que la actividad en el país tampoco se desacelera según los planes de la Fed. Por ello, el mercado ahora considera que los tipos altos permanecerán altos más tiempo aunque el primer recorte -esperado para junio de 2024- pueda ser de 75 puntos básicos o incluso superior.
Del 48% de expertos que sí confía en un recorte de tipos a la baja en 2023 lo hacen pensando en un desempleo inferior al 5% y con una inflación no mucho más disparada del 3%. Pero la principal causa que justificaría un recorte por parte de la Fed no sería ni la evolución de los precios ni el estado del mercado laboral, sino la entrada en una contundente desaceleración o la perspectiva de una recesión severa.
Riesgo de recesión
Desde que la Reserva Federal inició su corrección de tipos siempre se puso por objetivo conseguir el "aterrizaje suave" de la economía norteamericana. Pero la realidad es que el mercado sigue barajando como probable que la desaceleración de la economía sea más severa que lo esperado -con un "crecimiento moderado", según Powell- y que la recesión también alcance a los Estados Unidos. Aunque el riesgo de recesión no es tan alto como en la eurozona (donde se sitúa en el 80%, según Bloomberg) la mayor parte de los encuestados valora que el retroceso de la economía del país está garantizada en los próximos 24 meses. Aunque bien es cierto que las proyecciones del mercado de cuál será la salud del país en los próximos años se acerca a la última revisión macroeconómica realizada por la propia Fed.
A la espera de la actualización de estas cifras por parte del responsable de políticas monetarias en Estados Unidos, los expertos consideran que el IPC cerrará este año en el 5,6% y que cerrará por debajo del 3% en el año que viene. Por contra, el índice de precios al consumidor seguiría estando por encima del 3% en 2023, demostrando la resiliencia de los precios más allá de la energía y los alimentos perecederos. El mercado laboral norteamericano, según los economistas consultados, se verá deteriorado durante el año que viene elevando la tasa de desempleo desde el 3,7% actual hasta el 4,6% al cierre del ejercicio próximo. Y este porcentaje sería el clímax antes de volver progresivamente a niveles próximos al 4% en los siguientes años.
Si la renta variable o el mercado de bonos reaccionó con pesimismo a las últimas semanas se debe, en su mayor parte, a estos tipos de interés altos por más tiempo en los principales bancos centrales del mundo. Y si los tipos de interés de la Fed se van a mover poco en los próximos meses, el balance del Sistema de la Reserva Federal tampoco se reducirá en los próximos meses con rapidez. Jerome Powell situó el mismo en los 8,6 millones de dólares tras la reunión de noviembre, lo que asciende a casi un tercio del PIB de Estados Unidos al cierre de 2021. Al cierre de 2022, el mercado descuenta una reducción de apenas un 1%: prácticamente sin cambios tras la cita de diciembre. Y ya para 2023 los expertos consideran que la Fed venderá más activos en su ajuste cuantitativo hasta situarse en los 7,5 billones de dólares. 6,8 billones al cierre de 2024.
La alternativa del presidente de la Reserva Federal para no levantar los tipos de interés por encima del 5% ha sido extender el tiempo en el que las políticas del banco central serán más restrictivas, según el mercado. En ese énfasis por detener el aumento de los precios en EEUU la Fed llevó los tipos en diez meses desde el 0,25% al 4% actual. Una escalera que Powell subió con peldaños de hasta 75 puntos básicos, como fue el caso de las cuatro últimas decisiones consecutivas. Ahora, se prevé que el siguiente escalón sea de 50 puntos básicos, aunque se alargue el recorrido de esta escalera.
El mercado basa esta predicción en las últimas palabras de Powell y en que, a pesar de los últimos datos macroeconómicos, se confía en su palabra de un ritmo de subidas menos restrictivo. Del mismo modo, existe un consenso según la encuesta de 'Bloomberg' de que no se producirán más discursos agresivos en el seno de la Fed instando a un endurecimiento del tono antes de la cita del 14 de diciembre.