
El 2023 se va a caracterizar por la recesión de la economía global ante la subida de tipos de interés que han realizado los grandes bancos centrales. Sin embargo, el mercado de renta fija se va a comportar como un refugio para el inversor durante la primera parte del año.
Desde el bróker IG consideran que la fortaleza del dólar irá perdiendo fuelle a medida que entramos en el año que viene y la liquidez que está ahora en el gran valor refugio de 2022 se irá dirigiendo a la renta fija. "En el primer semestre de 2023 reinará el mercado de bonos", ha destacado el analista de IG, Sergio Ávila.
La renta variable no ha tenido un comportamiento prometedor en el ejercicio en curso, según apunta desde la firma, como tampoco lo ha sido el de renta fija. Pero mientras se vea si el aterrizaje es suave o no de la economía (en particular de la estadounidense) el inversor verá mayor atractivo en el mercado de bonos tanto high yield como en bonos estatales.
Ya para junio de 2023, los efectos de las subidas de tipos recortará las subidas de la inflación en Estados Unidos en torno al 3% o por debajo, según los expertos de la firma de trading, lo que despertará de nuevo la actividad de las empresas y traerá consigo la vuelta de la liquidez a las acciones. De esta forma, desde IG consideran que los primeros seis meses dejarán un mejor comportamiento en la renta fija y de cara al final del año se podrán ver más oportunidades en renta variable fuera de los sectores más defensivos.
De hecho, Ávila considera que se podría incluso escoger determinados valores defensivos en el primer semestre o value de pequeña cotización en Estados Unidos aunque las compañías financieras y aseguradoras norteamericanas pueden comportarse bien en un año marcado por los tipos de interés altos.
Riesgos en 2023
Los riesgos que barajan desde IG para el 2023 ya son conocidos por el mercado. La evolución de China, como gran consumidor de petróleo del mundo y de gran productor mundial, afectarán al desarrollo o ralentización de la economía el año que viene. Del mismo modo, la escalada de la tensión geopolítica (tanto en Ucrania como en Taiwán) pueden afectar a cómo de grande o prolongada puede ser la recesión.
Por lo pronto, el analista de IG especializado en materias primas, Diego Morín, considera que el precio del petróleo seguirá condicionado por las relaciones entre la OPEP+ y la Casa Blanca. "Se espera un recorte de las previsiones de demanda de cara a 2023 por la recesión", apuntó Morín.
Como telón de fondo se mantiene el miedo a la escalada de los precios, según IG. Aunque prevén que los precios tenderán a normalizarse durante el año que viene se puede dar el caso de que la inflación se muestre más persistente de lo previsto por el mercado. Un efecto que puede obligar a los bancos centrales a no pivotar el año que viene, como se descarta en el caso de la Fed de la que se espera que baje tipos al cierre del año, y mantengan los tipos altos más allá del 2023.