
BBVA Asset Management & Global Wealth maneja unas previsiones más optimistas que la media del mercado con respecto a 2023. Prevén un crecimiento moderado para el conjunto del año, una revalorización para las bolsas europeas de doble dígito incluyendo dividendos y, principalmente, ven valor en renta fija tras un año como 2022 que ha sido devastador para el inversor más conservador.
"Este año deja un entorno mucho más positivo para los inversores de renta fija. El gran cambio que tienen los mercados financieros es que ya se van a poder construir carteras con rendimientos positivos en renta fija y este es el gran cambio con respecto a 2022", ha reconocido Joaquín García Huerga, director de Estrategia Global BBVA AM & Global Wealth, durante la presentación de perspectivas de la gestora del banco este miércoles en Madrid.
En su opinión, ya se está viendo "el pico en la inflación y también en las subidas de tipos de interés de los bancos centrales" que estiman, según descuenta el mercado, en el 5% en EEUU y en el 3% en la zona euro. "Sabemos que se va a abrir una buena oportunidad de compra en 2023, pero quizás haya que esperar algo más", sostiene el experto, a la espera de algunas subidas más en los tipos de interés en ambas regiones para alcanzar la meta prevista. De momento, el mercado descuenta otro alza de 50 puntos básicos en el precio del dinero en la zona euro a cargo del Banco Central Europeo (BCE) en su próxima reunión del 15 de diciembre que llevaría los tipos al 2%.
"La estrella [de 2023] debería ser la renta fija y pasa a ser el motor de generación de rentabilidad de las carteras, a priori, con poco riesgo. Los inversores van a ser capaces de recuperarse de este 2022 sin asumir mucho riesgo", continúa García Huerga. Es por ello que reconoce que el mensaje para el inversor conservador "debería ser claro de mantenimiento de estos productos".
Previsiones
Según BBVA AM se está produciendo "una situación general de aterrizaje suave de las economías internacionales. Esto implica que vamos a un entorno de crecimiento bajo, pero no necesariamente de una recesión para las grandes economías (…) Ahora los países están funcionando a un nivel medio-bajo de actividad, pero empezamos a tener señales incipientes de que se está produciendo un suelo", apunta el director de estrategia global de la gestora.
Para Estados Unidos sus previsiones pasan por un estancamiento de la economía, con crecimiento cero, en la segunda parte del próximo ejercicio, pero que dará cifras positivas en el conjunto de 2023 del 0,7%, frente al 1,9% que se espera crezca en 2022. La inflación debería cerrar en cotas del 4,8% en 2023 (aunque en diciembre se situaría en el 3,7%, según sus previsiones), donde ya están viendo moderación en los precios. "Lo más importante es que el mayor tramo de endurecimiento monetario ya está hecho y nos queda la parte final. Con lo cual: ¿Va a ser 2023 un año de políticas restrictivas? Sí, pero incluso puede haber un pequeño margen para que empiecen a suavizar los tipos de interés a final de año", apunta.
En lo que respecta a la zona euro, en línea con las estimaciones del mercado, se espera una recesión técnica, resultado de dos trimestres consecutivos de decrecimiento del PIB que será el cuarto de 2022 y el primero de 2023. A partir de entonces, se espera un crecimiento de la economía comunitaria muy tímido, del 0,3%, a cierre de 2023. Creen, asimismo, que en la inflación subyacente ya se está viendo el techo y se espera que cierre el próximo ejercicio en el 6,5%, aunque bajaría al 3,4% en el mes de diciembre en tasa interanual, con la subyacente en el 2,5%.
Bolsas
Las estimaciones de BBVA AM contemplan un mayor potencial en la renta variable europea frente a la estadounidense, con tasas de revalorización estimadas del 5% incluyendo dividendos. En el caso de la eurozona esa subida del mercado podría alcanzar el 10% en su variable total return. "Los tipos de interés y la incertidumbre han pesado mucho en el comportamiento de las bolsas, pero en paralelo ha ido sucediendo una cosa: la resistencia de los beneficios empresariales. 2022 al final cerrará un año de bolsas cayendo y beneficios subiendo, lo que nos deja unas valoraciones bastante atractivas en las bolsas, especialmente en emergentes y en Europa", sostiene.
La opinión de la gestora, en términos generales, es que las compañías van a ser capaces de mantener márgenes netos, con tímidas caídas, gracias al crecimiento de las ventas a pesar de la anunciada recesión. Para las empresas cotizadas manejan una previsión de beneficios planos en 2023 que volverán a crecer un 7% en 2024.
"La valoración constituye el gran pilar de las bolsas en 2023. En el caso de los índices estadounidenses no vemos demasiado recorrido porque no se han abaratado lo suficiente, sí vemos más recorrido en Europa y en las bolsas emergentes. Además, dentro de los países emergentes, juegan con el viento favorable de que el dólar haya hecho ya máximos".
En cuanto a sectores, favorecen aquellos que se benefician de la subida de tipos de interés, como el bancario, y los más value, menos impactados por el alza de los costes de financiación.