Bolsa, mercados y cotizaciones

El inversor conservador está a punto de perder más que el agresivo

Con poco que la bolsa recupere algo de terreno en las 27 sesiones que quedan hasta terminar el año, y ya no digamos si asistimos a un inesperado rally de Navidad, se puede producir una situación atípica como es que el inversor conservador, expuesto a la renta fija, pierda más que uno agresivo, con prácticamente todo en bolsa. Los primeros, que por definición buscan preservar el capital, asumen pérdidas medias del 8% este año, que es lo retroceden los fondos mixtos más conservadores, según datos de Morningstar. En cambio, los segundos pierden solo 3 puntos más, un 11,3%.

El golpe para el inversor conservador llegó a ser mayor en septiembre (ver gráfico). Entonces su cartera no perdía de media un 8% sino un 10%. Lo que ha permitido mejorar ese saldo ha sido el rally que ha protagonizado la renta fija este mes ante un primer control de la inflación en Estados Unidos, después de que el dato publicado en noviembre mejorase en dos décimas lo esperado. Sirva como ejemplo que el precio de una cesta de bonos de todo tipo ha subido un 3,5% este mes, según los índices de Bloomberg y Barclays.

De cara a final de año, no se puede descartar un eclipse en el mundo de la inversión, con pérdidas mayores en los bonos que en la bolsa si se tiene en cuenta que los expertos anticipan volatilidad. Debe tenerse en cuenta, también, que variaciones de tal calibre en renta fija, como la vista en noviembre, tampoco son habituales a diferencia de lo que ocurre en la renta variable, donde históricamente las oscilaciones han sido mayores.

A la pregunta de si ya ha pasado lo peor en la renta fija, Elena Nieto, senior relationship manager de Vontobel para Iberia, opina que "las carteras deberían seguir tomando posiciones con cautela, ya que es probable que la volatilidad siga siendo elevada hasta que los inversores vean pruebas claras de que la inflación tiende a la baja, aunque los datos recientes en este frente han sido optimistas".

Difícil asimilarlo

Las pérdidas a las que se enfrenta el inversor conservador este año son las mayores en al menos 30 años, según datos de Morningstar. Ni en la crisis financiera que se produjo en 2008 después de la caída de Lehman Brothers perdió tanto (ver gráfico). "¿Cómo explicas a un cliente que sus bonos o fondos ligados a la renta fija lo están haciendo peor que la renta variable?", reflexiona Víctor Álvarez, responsable de renta variable de Tressis. "Por mucho que hagas una labor de pedagogía, es inevitable que se empiecen a ver reembolsos, llamadas de teléfono etc cuando llegan los momentos de volatilidad", añade.

En opinión de José Francisco Ruiz, gestor de fondos en EDM, "lo que ha ocurrido es que había personas que no estaban en su sitio. Había ahorradores convertidos en inversores cuando no tenían el riñón de soportar la actividad de un inversor, es decir, los altos y los bajos tanto en renta fija como en renta variable. Esas son las personas que se han llevado los grandes sustos este año, pensaban que a ellos no les podía pasar", explica.

Según el último Observatorio Inverco, en el que se analiza la visión de los partícipes sobre los fondos de inversión y sus gestoras, el 33% de los ahorradores en España se identifica con el perfil conservador, frente al 44% que lo hacía en 2012. En su lugar, el porcentaje de ahorradores que se define dinámico, que equivaldría al agresivo, prácticamente se ha duplicado, al pasar del 9% al 17%.

Algunos de los factores que explican esta tendencia, según Ángel Martínez Aldama, director de este Observatorio y presidente de Inverco, a la que da opciones que continúe en el futuro, es que el horizonte en el plazo de inversión se está alargando y puede dar lugar a que se esté más dispuesto a tener pérdidas en el corto plazo porque el horizonte temporal es mayor. Además, "el conocimiento ha aumentado y el ahorrador ya ha hecho frente a algunas crisis, como la de 2020, en la que los valores liquidativos de los fondos bajaron un 20% y, luego, a final de año, se recuperaron prácticamente en su totalidad". Por último estaría el crecimiento de la gestión discrecional de carteras, que hace que las decisiones de perfil de riesgo las tome un profesional y no el inversor.

¿Y el resto de perfiles?

En medio del perfil conservador y el agresivo es posible encontrar otros dos: el flexible, que se caracterizan por variar el peso de la bolsa y de la deuda en su cartera según evolucione el mercado, y los moderados. El saldo de los primeros está en línea con el de los más conservadores, con pérdidas medias del 8% este año (es el mayor retroceso desde Lehman, cuando estos inversores perdieron un 9%). En cambio, las carteras moderadas caen un 10%, en su peor ejercicio desde 2002.

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