Madrid
Puede que todos los bancos centrales estén subiendo los tipos de interés para frenar el alza de los precios pero la Reserva Federal de Estados Unidos es el que está marcando el ritmo. El dólar es la divisa más fuerte en 2022, con independencia de con cuál de las diez principales divisas de referencia en el mercado se compare.
El aumento del precio del dinero en Estados Unidos ha llevado al billete verde a sacar un 15% al resto de grandes divisas, según se desprende del Bloomberg Dollar Index Spot, y sigue aumentando su máximo histórico que alcanzó el pasado junio al superar los 1.267 puntos de 2016. Además, si el ejercicio en curso hubiera finalizado este miércoles 2022 sería el año en el que el dólar ha sacado más ventaja al resto de divisas desde que hay registro (2014 es el año vencido en el que más recorrido se ha apuntado el dólar, con casi un 11%).
El yen es la que más retrocede frente a la moneda estadounidense en lo que va de año: más de un 25%. Esto llevó al Banco de Japón a intervenir el mercado con la compra de su propia moneda (y la venta de divisa extranjera) la semana pasada con la intención de controlar la sangría. Sin embargo, el mercado descarta por el momento que se vayan a realizar cambios al alza en la política monetaria de Japón en el corto plazo, lo que puede ahondar en la depreciación del yen.
El que sí que ha subido los tipos de interés recientemente ha sido el Banco de Inglaterra (BoE), aunque a un ritmo más lento del esperado si se atiende a la depreciación de la libra esterlina. La divisa tocó el pasado lunes su mínimo desde 1985 al cambiarse por 1,03 dólares y amenaza con llevar a la paridad a ambas divisas, algo que no ha sucedido desde que se registra su cambio. Por lo pronto, BoE ha descartado realizar reuniones de urgencia para apuntalar la libra esterlina y no será hasta el 3 de noviembre (un día después de la reunión de la Fed) cuando anuncie una subida de tipos de interés que el mercado descuenta que será de dos puntos porcentuales, según Bloomberg.
El euro tampoco escapa al todopoderoso dólar, que aventaja en más de un 18% en el año a la moneda común europea y cotiza por debajo del dólar, perdiendo la paridad por primera vez desde hace más de 20 años. "No esperen un giro en el euro/dólar hasta que el trabajo de la Fed haya terminado, y eso no parece que vaya a ocurrir hasta el primer trimestre de 2023 como muy pronto", estima el estratega de mercado de ING, Chris Turner.
Y la divisa del gigante asiático también sucumbe. El yuan se aproxima a su mayor caída anual (superior al 13%) desde 1994, cuando el país unificó todas las monedas y provocó una devaluación cercana al 30%, según Bloomberg. El banco popular de china ya ha puesto empeño en evitar la devaluación de su moneda aunque el país sigue enfocado en el crecimiento y no en la subida de tipos de interés para recuperarse de la pandemia. Desde Morgan Stanley consideran que el yuan cerrará el año en los 7,3 dólares (frente a los 7,17 de ayer).