La llegada de la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán y el crecimiento de las tensiones con China a raíz de este acontecimiento supusieron un nuevo jugador en el tablero de las circunstancias que tensan la situación económica mundial, en el que ya jugaban la inflación, la recesión y las duras políticas monetarias de los Bancos Centrales.
Sin embargo, este nuevo factor no hizo temblar a los mercados, que no se creyeron las amenazas lanzadas por parte de China, e incluso el Nasdaq, sumergido en el territorio bajista desde el pasado 26 de abril, hizo oídos sordos a esta nueva tensión y consiguió el impulso necesario a lo largo de esta semana -ganaba alrededor de un 1,5% desde el lunes, con datos a media sesión- para reducir sus pérdidas anuales a menos de un 20%. Por su parte, también en Wall Street, pese a que esta semana descendía ligeramente, el S&P 500 sus pérdidas en el ejercicio ya se colocan, a media sesión, sobre el 14% frente al más del 19% que retrocedía hace un mes.
En Europa se vivió la misma tónica y los principales índices del Viejo Continente cierran el cómputo semanal con tímidas ganancias en la que se constituye como su tercera semana consecutiva de subidas, algo que aún no había ocurrido en este ejercicio. Así, el Dax alemán registró el mejor comportamiento con un avance del 0,7% seguido del 0,5% que experimentó el EuroStoxx 50. En el continente, las caídas de 2022 también siguen reduciéndose. El FTSE 100 inglés es el único de los principales índices europeos que logra colocar sus cuentas anuales en positivo, con un avance del 0,75%. Por su parte, pese a que el índice nacional no esté mostrando estas últimas semanas la fortaleza de meses anteriores, ya se encuentra a un 6,7% de volver al verde en el ejercicio.
A nivel técnico "el patrón mensual de velas conocido como piercing line o pauta penetrante, que se confirmó al cierre de julio tras superar el EuroStoxx 50 resistencias de 3.600/3.625 puntos, ya nos advirtió de que podíamos asistir a un rebote más importante, de ahí que no me sorprendan las últimas alzas que hemos visto en las bolsas europeas. Al otro lado del Atlántico tampoco es una sorpresa que hayamos asistido a un rebote después de que el Nasdaq 100 lograra fechas atrás romper al alza la cuña descendente que hacía semanas nos estaba indicando de un claro agotamiento vendedor", señala el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero. El experto añade a todo ello que "este rebote que estamos viendo en las bolsas de ambos lados del Atlántico está sirviendo para recuperar parte de la fuerte caída que nació en los máximos de noviembre del año pasado".
La banca, ganadora del Ibex
Si hay un claro ganador esta semana por valores dentro del Ibex es, sin lugar a dudas, la banca española cuyas entidades se sitúan entre las diez más alcistas del selectivo de las 35 esta semana. De hecho, el podium lo ocupan Banco Sabadell, Bankinter y BBVA, con ganancias del 5,8%, 5,1% y 4,6% respectivamente desde el lunes. Por su parte, CaixaBank y Santander se anotaron el quinto y séptimo puesto de la semana, con alzas del 2,8% y 2,5% respectivamente, que fueron superadas por las de Mapfre y Fluidra del 3% y 2,53% respectivamente.
En la parte baja de la tabla, Merlin pierde un 9,31% tras pasar la fecha de corte de su pago extraordinario que abonará el 18 de agosto. A su descenso le siguen los de Naturgy e Indra, del 6,39% y 4,83% respectivamente.
En el mercado de la renta fija, las ventas se impusieron esta semana y las rentabilidades de los principales bonos a 10 años volvieron a repuntar tras una semana a la baja. Es el caso del bono americano que, sumando más de 28 puntos básicos desde el lunes, vuelve al 2,9% de rentabilidad a media sesión. En Europa, los aumentos de los bonos fueron más moderados. En bund alemán volvió a acercarse a la cota del 1%, con una rentabilidad del 0,95%, frente al italiano y el español que volvían a rebasar las cotas del 3% y 2% de rentabilidad respectivamente.
Semana bajista para el Brent cuya cotización se desplomaba a media sesión por encima del 12% desde el lunes. El barril descendió de los 100 dólares durante toda la semana, llegando a cotizar en los 91,43 dólares que no tocaba desde abril y cerrando sobre los 45 dólares. Por su parte, el euro descendía sobre un 0,5% esta semana y a media sesión, se situaba en los 1,01 dólares.