
El clima todavía acude poco a las juntas de accionistas españolas. En la temporada de asambleas de 2022, ya culminada, solo tres empresas del Ibex 35 sometieron a votación sus planes o estrategias climáticas. Fueron Aena, Ferrovial y Repsol. Aunque se trata de un voto meramente consultivo, el hecho de que las cotizadas realicen esta práctica supone un ejercicio de transparencia en un momento en el que los inversores vigilan más de cerca que nunca las cuestiones medioambientales. Visite elEconomista Inversión sostenible y ESG, el portal 'verde' de elEcoomista.
El número de empresas españolas que rinden estas cuentas climáticas no ha aumentado desde el año pasado, según reflejan los datos de Georgeson, firma que ofrece servicios de comunicación e información a accionistas. En 2021, fueron también tres las compañías que llevaron este tema a la asamblea anual: Aena, Ferrovial e Iberdrola. Conozca las recomendaciones de los analistas para estos valores.
Muchas cotizadas, pese a contar con buenas estrategias y planes sostenibles, no dan todavía el paso de llevarlos a la junta. "En cierto modo es comprensible porque el marco de información no está claro y la taxonomía está sin desarrollar, por lo que muchas esperan a que sea obligatorio someterse al escrutinio de los accionistas", explica Juan Prieto, director de Corporance Asesores de Voto, proxy advisor español (firma que asesora a inversores, generalmente institucionales, sobre cómo votar en las juntas). Lea también: El activismo accionarial se convierte en la principal arma del inversor ESG.
En 2022, los planes y estrategias sobre clima han salido adelante con una amplia mayoría de votos a favor (ver gráfico), pero con menos apoyo que el año pasado. El mayor porcentaje de voto positivo lo ha recabado Aena, que, en su junta del pasado 31 de marzo convenció a un 94,4% de los asistentes con el informe relativo a su Plan de Acción Climática de 2021. Por su parte, Ferrovial recibió un 92,5% de 'síes' a su plan de reducción de emisiones de efecto invernadero. Un poco más complicado lo tuvo Repsol, que el 5 de mayo sometió a votación consultiva su estrategia climática: obtuvo un voto favorable del 83%, y un llamativo 14,5% en contra. Las gestoras aprietan a sus participadas en cambio climático.
Estos datos contrastan con los de las votaciones de estas mismas cuestiones en la temporada de juntas de 2021, cuando el apoyo a las estrategias vinculadas al clima fue masivo, con porcentajes de voto a favor en todos los casos rozando o superando el 96%. Siete grandes del Ibex 35 reciben en junta más de un 10% de votos en contra de sus remuneraciones.
Un número que no va a más
Prieto reconoce que esperaba que este año el número de compañías que llevasen estos temas a sus asambleas fuese algo mayor. Respecto al caso concreto de Repsol, Proxinvest, la alianza de proxy advisors europeos a la que pertenece Corporance, recomendó votar en contra de su estrategia climática; ISS y Glass Lewis, otros dos miembros de esta unión, a favor. Repsol, por ser uno de los mayores emisores de gases de España, está mucho más sometida a escrutinio que otras.
Un rechazo que ronda el 15% ya representa, en opinión del director de Corporance, una advertencia, aunque también está la visión que defiende que muchos inversores, dado que son tan escasas las compañías que les consultan estos temas, optan por votar a favor, aunque también reclamen a las compañías que presenten más datos, o que establezcan objetivos más ambiciosos.