El 2022 se planteaba como el año de la consolidación económica tras prácticamente dos años de dura pandemia, cuyas consecuencias sobrepasaron las sanitarias y dejó a las economías de todas partes del mundo temblando al borde de una recesión.
Pero la vida es incierta y lo que menos esperaba la gente es que Putin deciese invadir a principios de año a Ucrania y se sumiese en una guerra aún hoy viva, que volvió a azotar con crudeza la situación macroeconómica del planeta: inflaciones desbocadas, los precios de las materias primas energéticas y los recursos básicos por los aires.... Y ante todo ello, y como forma de tratar de poner freno a esta circunstancia, los bancos centrales asumieron políticas que no se tomaban desde hace años, crudas subidas de los tipos de interés.
Desde el primero del año las sandías no son las únicas que están pagando la inflación. La situación bursátil se presenta como una de las peores de la historia para las principales plazas mundiales, incluso superando los primeros seis meses del 2008, en plena crisis de Lehman Brothers. Con ello, ya son varios las bolsas a este y otro lado del Atlántico sumidas en mercados bajistas -considerados estos aquellos en los que los índices presentan pérdidas superiores al 20% y una vez alcanzados solo se saldrá de ellos recuperando los máximos anuales-. En el gigante estadounidense, el Nasdaq 100 fue uno de los primeros índices en alcanzar esta cota y su pérdida semestral ya acumula alrededor de un 30% de su valor. No duraba mucho tiempo como el único índice con pérdidas superiores al 20%, pues el S&P 500 seguía su ruta poco después y actualmente retrocede alrededor de un 21% en este medio año.
En Europa, por desgracia, la situación no era distinta. Pese a que las principales plazas del Viejo Continente registraron durante el semestre mayor fortaleza que Wall Street, finalmente la bolsa de referencia en el continente, el EuroStoxx 50, cerró su comportamiento semestral confirmando el mercado bajista, y se depreció sobre un 20% desde el primero del año. Pero no está solo en su travesía por el mercado bajista. Junto a él, le acompañan la bolsa italiana y la bolsa alemana, que acarrearon descensos en estos seis meses también en el entorno del 20% (ver gráfico).

Pocos son los índices que se salvan de este mercado bajista. El Cac francés lo rondó, al ceder en el semestre un 17,2%. Mucho más alejados se situaron los dos selectivos principales en Europa que están registrando un mejor comportamiento en este ejercicio: El Ibex 35 y el inglés FTSE 100. Ambos índices consiguieron a lo largo de este medio año situar en diversas ocasiones sus cuentas anuales en el terreno positivo, pero la deriva de los acontecimientos macroeconómicos volvió a colocarlos en números rojos y finalmente saldan sus cuentas semestrales con pérdidas del 7% y el 3% respectivamente.
A nivel técnico, aún se espera que tanto el EuroStoxx como el Ibex rompan sus resistencias marcadas por el asesor de Ecotrader, Joan Cabero, en los 3.600 y los 8.400 puntos respectivamente, que, de superarse, mostrarían el primer síntoma de fortaleza.
Pese a todo ello, la bolsa española se compra un 26% más barato que la media de la última década. Así lo demuestra su PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 11,1 veces, frente a las 15,1 de hace una década y las 13,3 de dos. A ello se añade su rentabilidad por dividendo que se sitúa en máximos de marzo, en un 4,4%.
Seis españolas en mínimos
Dentro del club de las 35 tan solo 12 valores logran colocar sus cuentas en positivo -ocho avanzan a doble dígito- en estos seis meses y, sin embargo, el índice se sitúa como uno de los selectivos europeos que presenta un mayor número de compañías en verde. Estas subidas estuvieron protagonizadas por el sector bancario, que coloca tres de sus entidades entre las cinco más alcistas del semestre. CaixaBank se alzó como la líder de todas ellas y del selectivo, con ganancias del 37,4%, seguida de Repsol -el sector de las energías, especialmente de las renovables también experimentó un importante impulso en el semestre- que se anotó un 34,6%. Cerrando el top 5, se encontraban Bankinter, Banco Sabadell y Telefónica con avances del 32%, 28,5% y 26,2% respectivamente.
En la otra cara, a cierre del semestre fueron seis compañías las que situaron sus cotizaciones en mínimos anuales (ver gráfico).
Dentro de los 23 valores que pierden, 18 lo hicieron con pérdidas por encima del 10% de entre las que destacó la de Fluidra, la caída más pronunciada de todo el Ibex y que superaba en más de 10 puntos porcentuales a los siguientes desplomes. La firma de piscinas descendió más de un 45% su valor en seis meses. Le siguieron Cellnex e IAG con retrocesos del 27,6% y 26,5% respectivamente.