El mercado ya descontaba una subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), que finalmente el organismo confirmó la semana pasada para la próxima cita de julio. Lo que nadie imaginaba es que Europa despertaría este miércoles con una reunión de emergencia convocada por el BCE ante la debacle de los bonos soberanos y las contundentes subidas de las primas de riesgo de los países periféricos, como España e Italia. Ese mismo día, al otro lado del charco, el presidente de la Reserva Federal Estadounidense (Fed) anunciaba la subida de tipos de interés en 75 puntos básicos como arma para ganar la batalla a la inflación.
Pese al mensaje de calma que Christine Lagarde trató de transmitir, los bandazos del mercado estos últimos cinco días fueron fuertes y las caídas de las principales plazas a este y otro lado del Atlántico también. Y, con todo ello, Europa y Wall Street entraron en un mercado bajista al superar pérdidas del 20% -el Nasdaq ya se encontraba en este territorio, en el que ya cede un 31% en el año y se unió al cierre el S&P, con retrocesos del 22,8%-. Si el ejercicio finalizase ahora mismo, ambos se enfrentarían a su peor año bursátil desde la crisis de Lehman Brothers en el año 2008.
En la semana, en Europa las caídas superaron el 4% e incluso rondaron el 5% en la mayoría de los casos a excepción del Ibex que registró el mejor comportamiento, al ceder menos de un 3% (ver gráfico). Mientras, los desplomes llegaron a rondar el 6% en el caso del S&P y el 5% en el del Nasdaq.

A nivel técnico esta tendencia bajista de los selectivos europeos viene condicionada por su lastre de superar las resistencias -los 9.000 puntos en el caso del Ibex y los 3.850 del EuroStoxx- que hubiesen disipado las dudas de ver una corrección en el mercado, como la que comenzó el pasado 9 de junio tras la reunión del BCE. Pese a ello, el EuroStoxx ha conseguido resistir sobre su soporte que el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, situó en los 3.100 puntos, de los que ahora el selectivo se encuentra a un 9,8% de distancia.
Tampoco rompió su soporte el Stoxx 600 Europe Banks (reúne a los principales bancos del continente) esta semana que, según Cabrero, es el bastión europeo que debe resistir para que los bajistas no tomen el control. Así, según el experto, este índice debe sostenerse sobre los 335 puntos, que constituyen "el clavo ardiendo al que se pueden todavía agarrar los alcistas junto con el mantenimiento de los mínimos de marzo en los índices europeos".
En una semana en el que el 86% de los valores terminó en el terreno negativo, de las cinco únicas subidas tres corresponden a entidades bancarias -tan solo BBVA y Santander presentaron un ligero retroceso semanal-. Aupadas, en parte, por las ya confirmadas subidas de tipos en Europa, CaixaBank se hizo con el liderato del selectivo con ganancias sobre el 6% desde el lunes, seguida de Bankinter y Naturgy cerrando este top 3 con alzas del 2,1% y el 1,2% en los últimos cinco días. Por su parte, las escasas subidas en Europa también se apuntalaron en el sector bancario.
En la otra cara de la tabla, tres valores pronunciaron su caída semanal hasta superar el doble dígito. Es el caso de Pharma Mar, Repsol y Acerinox, los más bajistas desde el lunes, que perdieron un 12,36%, 11,27% y 10,54% de su valor respectivamente.
Lagarde, al rescate de los bonos
La reunión de emergencia celebrada por el BCE no tuvo otro objetivo que frenar la debacle de las deudas soberanas de España e Italia, cuyas rentabilidades y primas se hallaban disparadas. El bono italiano y español llegaron a tocar el 4,17% y el 3,11% de rentabilidad respectivamente, niveles que no alcanzaban dese 2014. Las primas de riesgo también se situaron en máximos con los 242 puntos de Italia y los 136 españoles. Finalmente Lagarde consiguió reducir las primas que se situaron en los 193 y 108 puntos y las rentabilidades en los 3,59% y 2,74% respectivamente.
El bund alemán también sufrió y alcanzó su pico más alto en el año, con una rentabilidad del 1,75% y desde el BCE logró relajarse hasta el 1,66% con el que cerró el viernes. El americano, tras el alza de la Fed, alcanzó el 3,47% que no veía desde 2010, y a media sesión se situaba en los 3,26% en la semana.
Tras casi dos semanas por encima de los 120 dólares el barril y cuatro consecutivas cerrando en positivo, el Brent se desplomaba más de un 6% estos últimos cinco días y se situaba en los 113 dólares el barril a cierre europeo.