
Aunque la historia siempre tiende a repetirse, uno intenta aprender de los errores del pasado para no emularlos. Esto es lo que se deduce de lo que sucedió ayer en el seno del BCE, que armó en pocas horas una reunión de emergencia con solo un propósito: evitar que las primas de riesgo de los países periféricos activasen de nuevo su naturaleza (la de discriminar la realidad de la economía de los distintos estados) bajo el eslogan de la "no fragmentación de los países miembro".
En todo caso, solo la noticia de la reunión ya rebajó parcialmente la tensión que había presionado al alza los spreads de la deuda pública de estos países. En el caso de España, la rentabilidad exigida al papel a 10 años cayó en 26 puntos básicos hasta el 2,85%. No obstante, hay que tener en cuenta que a comienzos de mes se encontraba en el 2,25% aproximadamente. Así, la prima de riesgo también se redujo en 12 puntos hasta las 124 unidades después de marcar un máximo de 2020 en los 136 enteros.
El caso más paradigmático es el de la deuda italiana, donde las compras hicieron que la rentabilidad cayese en más de 36 puntos hasta el 3,81%. Al igual que ha sucedido con su homólogo español, el bono transalpino solo ha desandado una parte del salto que ha pegado en las últimas semanas, en las que ha pasado del 3% de finales de mayo a llegar a superar incluso el 4% este martes. Su prima de riesgo ha caído 25 puntos en solo un día.
"Si hay algo nuevo en este anuncio es que la eurozona ha vuelto a mostrar las mismas vulnerabilidades que cuando se inició la pandemia, la herramienta de flexibilidad ya existía y ahora simplemente se dan las condiciones para usarla, pero sobre todo quieren evitar que la fragmentación frene el proceso de normalización de tipos que tiene que llevar a cabo para frenar la inflación", apuntan desde MFS Investment Management. "No creemos en todo caso que los spreads vayan a seguir reduciéndose por ahora pese al movimiento de cobertura visto hoy", añaden.
Otra de las alarmas que habían saltado era la del coste de coste de cubrir los riesgos de impago. Medido a través de CDS sobre iTraxx Crossover a 5 años de la deuda europea, que ha marcado máximos no vistos desde abril de 2020, en plena crisis del coronavirus. Dicho coste asciende ahora por encima de los 544 puntos básicos, cuando comenzó el curso en los 242 enteros.
Para Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, esto suena "un tanto irónico y no creo que vaya a detener el proceso de subida de las primas hasta que se vea cuáles son las recomendaciones de los comités y las acciones concretas que estaría dispuesto a tomar el BCE". "La forma más efectiva de conseguir bajar los diferenciales es un apoyo ilimitado, de forma similar a lo que hizo Draghi en su discurso de julio de 2012, aunque se requeriría una mayor condicionalidad a los estados a través de acuerdos con los distintos gobiernos, aunque esta herramienta tendría una mayor oposición por parte de algunos países", señalan en Abrdn.
Las compras de bonos se han extendido también al resto de las principales referencias europeas, aunque en menor medida. De esta forma, al Bund alemán ahora se le exigen 11 puntos menos de rentabilidad, 16 al bono francés y 8 al americano.
"La reacción de los mercados será un alivio para ellos, pero tienen que poner en práctica la herramienta antifragmentación con relativa rapidez si quieren mantener una perspectiva de tipos de interés agresiva", explican desde Janus Henderson. Por último, en Carmignac creen que "probablemente esta medida no impedirá que los mercados sigan presionando para que suban los diferenciales en Europa ya que el endurecimiento anunciado por el propio BCE la semana pasada seguirá presionando a los países más frágiles de la eurozona".