Bolsa, mercados y cotizaciones

La historia de un mercado renacido no es un mito cuando Wall Street está al borde de la muerte

  • La remontada tras rozar el territorio de los osos se ha producido tres veces
  • La caída acumulada del 20% ejerce un efecto psicológico en los inversores
  • Si se consolida el rebote crece la probabilidad de que EEUU esquive la recesión
Leonardo DiCaprio en El Renacido de 2015.

Entiéndase la 'muerte' de Wall Street como la entrada del principal índice de la bolsa americana, el S&P 500, en un mercado bajista, al acumular una caída superior al 20% desde sus máximos. Y ese nivel se llegó a rozar el pasado viernes. El selectivo marcó mínimos en 3.810 puntos, llegando a acumular un retroceso del 20,6% respecto a los máximos del pasado 3 de enero. Al final de la sesión, el S&P 500 terminó con un pequeño ascenso del 0,1%. El rebote in extremis evitó los titulares de capitulación en la bolsa americana. Por extraño que parezca, el movimiento puede ser interpretado como una señal alcista teniendo en cuenta el comportamiento histórico del S&P 500.

El debate en los mercados gira sobre si habrá recesión, estanflación o si la Reserva Federal se pasará de frenada, perjudicando a la economía americana. Pero como siempre la gran pregunta es dónde está el suelo del mercado. Mientras los analistas se rebanan los sesos para vislumbrar el futuro de la economía estadounidense, Wall Street suele moverse con meses de antelación, descontando el desenlace de los dramas del PIB. Sea casualidad o causalidad, la historia bursátil reciente tiene ejemplos de mercados renacidos a las puertas del Rubicón bajista.

En 1998, 2011 y 2018, el S&P 500 entró y salió de puntillas del territorio de los osos, para encontrar un rebote sólido y duradero, y alejarse definitivamente del mercado bajista. Las tres experiencias cerca de la muerte del mercado abrieron el camino a largos mercados alcistas. En 2011, unas bolsas todavía vapuleadas por la crisis de 2008 y las tensiones en la deuda soberana en Europa provocó una caída del S&P 500 del 19,4% desde el 9 de abril al 3 de octubre de 2011. Tras tocar suelo, el índice enganchó tres días de subidas del 1,5% y terminó octubre de ese año, con un alza del 10,7%, el segundo mejor registro mensual en treinta años. Y lo más importante, el 3 de octubre de 2011, se inició el mercado alcista más largo de la historia de Wall Street, que terminó con el flash crash del coronavirus en 2020.

El mercado alcista más largo de la historia estuvo a punto de truncarse en 2018. Justo el 24 de diciembre, en Nochebuena, la caída rozó el 20% que no llegó a romper. Seis días después comenzó un año en el que el S&P 500 subió un 29% y el Nasdaq 100 un 38%.

La remontada de 1998 también fue para ser remarcada. El S&P 500 acumuló un descenso superior al 19%, tocando fondo el 8 de octubre. Luego registró al día siguiente un rebote del 2,6%. Fue el inicio de una subida vertical de casi el 25%, en prácticamente cuatro meses.

La explicación a este fenómeno es más sencillo de lo que parece. El 20% de caída y la entrada a un mercado bajista tiene un gran efecto psicológico para los inversores. Todo el mundo busca entrar en bolsa en el suelo del mercado, incluido los profesionales del parqué. "Todos los fondos, con estrategia a corto o largo plazo, cuentan con brokers diarios, y cuando el S&P cae alrededor de un 20%, la tentación para hundir los dedos de nuevo en la masa es demasiado fuerte", explica de manera gráfica Matt Maley, estratega de Miller Tabak, a Bloomberg, sobre la dificultad de mantenerse fuera del mercado cuando se acumulan los números rojos.

Y añade: "Cuando el rebote se mantiene y gana algo de tracción, entran los inversores con posiciones a largo plazo, la remontada empieza a retroalimentarse". Otro factor que avala la teoría de la entrada de inversores buscando el suelo es cómo ha cambiado la valoración de las compañías del S&P 500 en el ajuste bursátil de este año. El S&P 50 ya está más barato por su ratio PER (veces que el beneficio previsto se recoge en el precio de la acción) que la última década, y a tan solo un 5% del precio medio de los últimos 20 años.

No solo de estadística vive la bolsa

Para más coincidencias con el período actual, Julian Emanuel de Evercore comenta que los capítulos de 2018, 2011 y 1998, transcurrieron con la Fed endureciendo su política monetaria. Y deja una joya para el debate del mercado. EEUU no entró en recesión posteriormente. La economía y la bolsa en EEUU bailan la misma música, pero en pistas distintas. Hasta en catorce ocasiones el S&P 500 ha entrado en un mercado bajista en los últimos 95 años. En solo dos ocasiones, la economía estadounidense no cayó en recesión. En concreto, fue en 1987 y 1966. La relación también funciona al revés. Entre las quince recesiones de los últimos cien años, solamente tres no estuvieron acompañadas por un mercado bajista del S&P 500.

La bolsa americana suele interpretarse como un indicador adelantado de la economía. "El mercado suele estar muy por delante de los datos económicos y está reaccionando", indica Scott Bauer, director ejecutivo de Prosper Trading Academy, pero todavía es pronto para interpretar al mercado, admite.

El contexto ayuda poco para confiar en el suelo del rebote. Tras las subidas de ayer y los descensos de hoy hay poco margen para no volver a la barrera psicológica del 20%. El Nasdaq y el Russsell 2000 ya han entrado en mercado bajista. Los mercados bajistas desde la Segunda Guerra Mundial tenían cuatro cosas en común, según Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA. "Están en un ciclo de subidas por parte de la Fed, la curva de tipos queda invertida, hay tensiones geopolíticas y la recesión se produce en los próximos doce meses", señala. Los intereses de la deuda a corto plazo todavía tienen todavía lejos a los rendimientos a largo plazo y todavía hay gente que confía en que no haya una recesión, pero "es probable que la Fed termine forzando una recesión en lugar de simplemente un aterrizaje suave", comenta Stovall.

"Todavía pensamos que estamos lejos de una recesión", apunta Emily Roland, de John Hancock Investment Management. La entrada en recesión determina la profundidad del mercado bajista. Según los datos recopilados por la firma. Desde 1950, los mercados bajistas sin que haya recesión duran un promedio de 1,6 años, en comparación con los cuatro años de los mercados bajistas con recesión, lo que influye en la profundidad de la caída acumulada. El promedio de retroceso en un escenario no recesivo es del 27,4% en comparación con el 37,6% de cuando también cae la economía.

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