Si por algo se ha caracterizado Wall Street a lo largo de los años es por que, en los momentos complicados, ha mostrado una mayor fortaleza que el resto de mercados de otras partes del globo. Pero, como la historia no siempre se repite, esta premisa no se cumple en el presente ejercicio, ya que el S&P 500, índice de referencia de Estados Unidos, pierde casi 10 porcentuales frente al Stoxx 600, su homólogo del Viejo Continente, si ponemos como punto de partida el nivel más bajo alcanzado en bolsa desde el comienzo de la invasión a Ucrania.
En un año que ya comenzó con la inflación como peor enemiga, Wall Street logró encajar mejor la incertidumbre que Europa hasta la irrupción de la guerra entre Rusia y Ucrania, o lo que es lo mismo, el inicio de un conflicto armado en Occidente sin precedentes desde 1939.
Aunque en el cómputo del año el índice americano también se deja más que el paneuropeo, con un 17,5% –con datos a cierre europeo– frente al 12% que cae el Stoxx 600, si la referencia es el lunes negro que vivieron los mercados mundiales el pasado 7 de marzo, el primer día de bolsa tras el bombardeo a la central nuclear de Zaporiyia, la brecha se refleja con mayor claridad. Desde entonces, el índice continental avanza un 2,5%, pero el termómetro americano se deja un 7%.
Aunque la inflación ya acechaba a todas las economías del mundo al inicio del año, con un aumento de los precios en las materias primas y en la energía, el estallido de la guerra no ha hecho sino acrecentarla, lo que ha empujado a los bancos centrales a adoptar medidas para intentar controlarla.
Para Diego Morín, analista de IG, "el mayor descalabro en Wall Street se debe a una Reserva Federal más agresiva que el BCE, manteniendo sus previsiones de subidas de tipos en próximas intervenciones para conseguir una disminución de los precios como efecto de la subida de tasas", y añade que, desde su punto de vista, "si continúan subiendo tipos de manera brusca sobrecalentarán la economía, pudiendo entrar en una contracción económica", advierte. "A día de hoy, el ojo tiene que estar puesto en los bancos centrales, ya que ellos tienen la llave de la situación económica, especialmente con el comienzo de retirada de estímulos, un movimiento que podría lastrar a la renta variable mundial", finaliza Morín.

Un temor que el experto de IG comparte con los 331 gestores encuestados por Bank of America entre el 6 y el 12 de mayo, que creen que el principal problema para los inversores ya no es la recesión global, sino el impacto de la retirada de los estímulos de los bancos centrales. En el documento, los encuestados señalan como el riesgo principal en este momento los "bancos centrales agresivos", y consideran que es un peligro que ha adelantado a "la recesión global". Así, que el organismo presidido por Jerome Powell haya sido el primero en acelerar el proceso de normalización de la política monetaria, con la subida de 50 puntos básicos los tipos de interés, parece estar lastrando con mayor dureza a los parqués del otro lado del charco. Ya que, según la citada encuesta, los expertos ahora esperan subidas todavía más agresivas, porque creen que la Fed podría aumentar los tipos 8 veces en 2022, frente a las seis veces que esperaban el pasado mes de abril.
Respecto al ratio PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) de ambos índices, el Stoxx 600 se compra actualmente más barato que el americano, con 12,48 veces frente a las 17,11 veces del S&P 500. Y es que, el índice del otro continente registra una importante rebaja respecto a los precios que marcaba a finales del 2021, que era uno de sus momentos de mayor efervescencia. Por aquel entonces, el S&P 500 se compraba a 22 veces.
¿Vuelta a soportes?
Las caídas del miércoles en Wall Street han vuelto a poner de manifiesto el temor de analistas e inversores de ver de nuevo una vuelta a soportes y puntos de giro potenciales tan importantes como los 11.800 punto del Nasdaq 100, el índice tecnológico por excelencia, y los 3.820 enteros del S&P 500. Se trata de niveles de una gran relevancia, tal y como destaca Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader, quien señala que, mientras no sean perforados, "esta caída la veré como una simple consolidación del rebote de las últimas sesiones, tras la cual entiendo que las subidas podrían tener continuidad y el rebote ganar altura".
Eso sí, para que gane enteros esta hipótesis de un rebote mayor "sería bueno que los índices norteamericanos consiguieran cerrar la semana sobre los máximos de la semana pasada, como son los 12.540 puntos del Nasdaq 100. Si no lo logran esta semana deberían conseguirlo la semana que viene a más tardar", explica el experto.
Tras haber incrementado la exposición a bolsa de la cartera modelo de Ecotrader, el analista técnico asegura ahora que para poner otro pie en el mercado hay que esperar "bien a que haya pistas que apunten hacia un suelo definitivo, algo que por el momento me parece precipitado, o bien que haya un extremo de pánico que provoque una caída hacia los 10.000-10.600 del Nasdaq 100, que corresponde a un ajuste del 61,80/66% de la subida registrada desde marzo de 2020".
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