
La transición a 2022 en los mercados de renta variable será como pasar de un circuito de Fórmula 1, donde prima la velocidad, a un Rally Raid, donde entrarán en juego la constancia y la resistencia en un terreno abrupto donde la alta inflación y la aparición de posibles nuevas variantes de coronavirus seguirán estando muy presentes en los parqués mundiales.
Si bien 2021 no ha estado exento de curvas de vértigo propiciadas por la variante delta primero, y ómicron después, lo cierto es que la vacunación masiva en Occidente y, como consecuencia, el levantamiento paulatino de las restricciones junto al apoyo de los bancos centrales han propiciado un año de recuperación donde las grandes plazas están a cuatro sesiones de firmar su mejor curso bursátil desde 2019, con alzas del 26% en Wall Street y del 20% en Europa.
Este optimismo que ha reinado durante buena parte del ejercicio ha propiciado que una cartera agresiva gane en los últimos 12 meses un 12%. Esto supone cinco puntos porcentuales más que el 6,9% que se embolsan los perfiles flexibles o el 6,6% de los moderados y casi 9 puntos más que los conservadores, que logran un 2,65% en el año con datos de Morningstar a 20 de diciembre.
Por escuderías, la bolsa francesa se corona como la más alcista del Viejo Continente con ganancias anuales del 28% seguida de la italiana, con un 19%, o la alemana con un 15%. El Ibex 35, por su parte, ha pilotado como la peor versión de Fernando Alonso a pesar de que ha contado, este año sí, con el patrocinio de la banca, en el que ya es el mejor ejercicio para el sector a nivel mundial desde la crisis financiera de Lehman Brothers.
El indicador nacional ha sido el más penalizado entre sus comparables por el aumento de riesgo regulatorio en el sector eléctrico, el retraso en la recuperación del turismo y la corrección de las renovables tras la fuerte subida en 2020. Y a pesar de todos estos trompos, el Ibex tiene cuatro sesiones por delante para no pinchar y llegar a meta en positivo, con un tímido repunte del 6%.
Menos rentabilidad y volatilidad
Ahora bien, ¿qué esperan los bancos de inversión en esta nueva competición bursátil en el que no faltarán las dunas, los desiertos y precipicios a lo largo del ejercicio que arranca el próximo 3 de enero?
En líneas generales, los expertos están de acuerdo en que 2022 será un buen año en lo económico, no tan rentable para las bolsas como el que está a punto de terminar y que será más volátil a lo que nos hemos acostumbrado los últimos doce meses.
Bankinter: "Tenemos un 50% del Ibex con sectores con vientos de cola para 2022 como bancos y turismo"
Para el mercado español, seis de cada diez analistas y gestores de fondos defiende que el Ibex podría batir a Europa en 2022 si se impone un escenario que favorezca las subidas de tipos, según una encuesta que elEconomista realizó a comienzos del mes pasado entre una veintena de firmas de análisis.
Los expertos aluden al peso que mantienen los valores financieros en el selectivo español y que podrían actuar como catalizador, recordando que aunque todavía se enfrentan a grandes desafíos, el horizonte para el sector presenta un entorno de recuperación favorable, la morosidad está controlada, tipos de interés, a los que ya solo les queda subir, el regreso del pago de dividendos y un proceso de consolidación aún por terminar.
En este contexto, la visión de Deutsche Bank sobre el sector financiero es "francamente positiva, no sólo a nivel español sino a nivel mundial", a firma Diego Jiménez-Albarracín, responsable de renta variable de la entidad en España. "Con ese empuje podríamos ver al Ibex por encima de los 9.500", añade.
Gesconsult: "Por valoración el recorrido para España es más claro, con la exposición a servicios como catalizador"
Si bien en el Viejo Continente el Ibex fue el que sufrió un mayor impacto en el beneficio por acción (BPA), también será el que protagonice una mayor recuperación desde entonces, siendo, pese a esto, el único de los grandes selectivos que no recuperará el BPA pre-Covid hasta, por lo menos, 2023.
El índice patrio es el que más se ha abaratado por PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) en el ejercicio, un 29%, frente al 12% que se ha reducido el multiplicador de beneficios del EuroStoxx 50 o el 3% del S&P 500. Unos múltiplos que caen aún más de cara a 2022, cuando se prevé que la valoración del Ibex ceda hasta las 12,45 veces según las estimaciones que maneja Bloomberg.
Partiendo de estas previsiones, una forma de calcular qué expectativa de rentabilidad ofrece la bolsa es mediante la inversa del PER, según la cual el índice nacional podría convertirse en el Carlos Sainz en la carrera del próximo año. La estimación actual implica para el Ibex 35 una rentabilidad anualizada del 8% para la próxima década, frente al 5,4% al que se aspiraba hace justo doce meses.
"Esperamos que las acciones españolas ofrezcan atractivos rendimientos en 2022, ya que sus fundamentos siguen siendo atractivos, apoyados por las expectativas de repunte del ocio, los viajes y el turismo", observan desde el equipo de análisis de Credit Suisse en sus perspectivas de mercado.
Así, en el caso de que se produzca este escenario, se abre una oportunidad de cara a aprovechar ese diferencial que aún tiene que cerrar España con el resto de bolsas. En concreto, Bankinter cifra en un 50% el porcentaje de los miembros del Ibex que "cuenta a su favor con vientos de cola, como son el sector bancario y el turismo", según Elena Fernández-Trapiella, analista de la entidad naranja.
Comparte esta visión Nieves Benito, responsable de Santander AM, quien ve que "el 70% de los negocios del país (turismo, restauración, coches, telecos...) seguirá creciendo en 2022 a medida que se supera la crisis del coronavirus". Una opinión apuntalada por Gonzalo Sánchez, director de inversiones de Gesconsult: "En España por valoración el recorrido es más claro y tiene un catalizador que es la exposición a servicios en un momento de recuperación de la movilidad, que lleva a una macro recuperando desde niveles bajos. A medida que esto se cumpla el país entrará algo más en el radar del inversor internacional".
Mientras, con la inversa del PER de la bolsa europea se aspira a un 6,75%, y para la estadounidense, un 5%. Sólo hay dos indicadores con una expectativa de rentabilidad ligeramente superior a la de España de cara a 2022: el Footsie italiano, con un 9%, y el británico, con un 8,5%.
Un potencial del 22%
Los analistas de Andbank ven un potencial alcista limitado para la renta variable estadounidense y algo más de recorrido en el Viejo Continente, donde un Banco Central Europeo "acomodaticio y protector" y el apoyo de los gobiernos, podrían mantener unas condiciones de crédito favorables, sosteniendo el ciclo y los activos.
"Seguimos siendo optimistas sobre los valores cíclicos y esperaremos a correcciones en aquellos con características defensivas para elevar nuestra exposición a ellos. También pensamos que en 2022 las acciones europeas se desquitarán de su peor comportamiento frente a las del resto del mundo", afirma Álex Fusté, economista jefe de la firma.
Andbank: "Los títulos europeos se desquitarán de su peor comportamiento frente a las del resto del mundo"
Por fundamentales, el Ibex también brinda el mayor potencial alcista de las grandes bolsas de Europa y EEUU, un 22% hasta los 10.286,35 puntos en los que el consenso de mercado que reúne Bloomberg ve lo ve cotizando a 12 meses vista.
Más optimistas se muestran desde Renta 4, donde ven factible que España cierre, al menos parcialmente, esa desventaja que se ha creado frente a la bolsa europea durante este año. "Vemos que el Ibex 35 podría alcanzar los 10.700 puntos, lo que implica un potencial del 28% desde los niveles actuales, gracias esa desventaja, el amplio peso de la banca en un contexto de retirada de estímulos monetarios, menor riesgo regulatorio para las utilities y la recuperación del turismo", expone Natalia Aguirre, directora de análisis y estrategia de la firma.
El potencial que otorga el consenso de mercado cae al 20% en el caso de Alemania, hasta el 17,8% para Italia y hasta el 17,3% en el caso del EuroStoxx 50. Y en EEUU, los recorridos se limitan a un 13% para el Nasdaq y al 12% para el S&P 500.
Inflación y retirada de estímulos
¿Cuáles son las piedras en el camino que pueden hacer desbaratas estas previsiones? Para Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España, "la inflación será el tema clave, sin olvidar la variante ómicron, el gran riesgo de que se produzca un nuevo shock de demanda negativo y que los bancos centrales se equivoquen en sus decisiones".
En este nuevo escenario, "será necesario implementar una nueva hoja de ruta que ayude a los inversores a evaluar los riesgos derivados de una posible inflación estructural, una ralentización de los estímulos monetarios y la rebaja de las perspectivas de crecimiento para China", afirma Barry Gill, director de inversiones de UBS AM.
No obstante, el experto también da razones para ser optimistas. "El crecimiento en los mercados desarrollados es sólido y la mayoría de los inversores están mejor posicionados para este ciclo económico que al salir de la crisis financiera global", añade.