2022 será un año bueno en lo económico pero no tan espectacular para los mercados como 2021, la inflación será el tema clave y la variante ómicron, el gran riesgo de que se produzca un nuevo shock de demanda negativo y que los bancos centrales se equivoquen en sus decisiones. Estas son, en resumen, las previsiones que Deutsche Bank ha presentado este miércoles en un encuentro con periodistas en Madrid.
La entidad pronostica un alto crecimiento para la economía a nivel mundial en un ejercicio en el que, por primera vez en mucho tiempo, la economía del Viejo Continente experimentará un crecimiento superior al de la estadounidense. En cifras, se espera que Europa crezca un 4,6% frente al 4% de la primera potencia mundial.
Por otra parte, el optimismo es especialmente elevado en lo que se refiere a España, donde se espera un crecimiento del 6,3% en el mejor de los casos. Una previsión basada en las expectativas de consumo e inversión ligada a la llegada de los fondos europeos, pero que podría quedarse por debajo del 6%. "La tasa de ahorro se sitúa actualmente cerca del 10% de la renta disponible, algo no visto en 20 años", afirma Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank España.
Sin embargo, estos expertos no se muestran tan optimista en los que se refiere a la renta variable española, donde observan que los grandes gestores han abandonado el Ibex 35, al tiempo que varios fondos de ETFs han cerrado sus posiciones en el índice. "Los gestores internacionales ven a España como una bolsa latinoamericana, porque las grandes apuestas de las empresas nacionales se han dirigido a Latinoamérica, una zona que no está cumpliendo con los crecimientos de hace unos años", explica Diego Jiménez-Albarracín, responsable de renta variable de la firma, aludiendo a la excesiva bancarización y electrificación del selectivo.
"Brasil o México, por ejemplo, están en crecimientos que justifican los bajos márgenes y el poco crecimiento de las divisiones de Latinoamérica de las empresas españolas. Telefónica, Santander Naturgy, Prosegur, más del 40% de los ingresos de la bolsa española vienen de Latinoamérica y eso algo que ahora mismo no está bien visto por las gestoras", añade el experto.
Pese a ello, "nuestra visión sobre el sector financiero es francamente positiva, no sólo a nivel español sino a nivel mundial. Con ese empuje podríamos ver al Ibex por encima de los 9.500. Pero hay tantos condicionantes que pueden impedir esto, como el hecho de que el pequeño inversor sea el que más peso tiene en la bolsa española, que haya más volatilidad y pierda interés", afirma Jiménez-Albarracín.
En cuanto a las bolsas europeas y estadounidenses, las previsiones que maneja el banco para los principales indicadores bursátiles son más positivas. Desde niveles actuales a diciembre de 2022 prevén alzas del 9%-10% tanto para el EuroStoxx 50, al que ven en 4.600 puntos y para el S&P 500, en 5.000 enteros.
Alzas del 9%-10% para el EuroStoxx 50 y S&P 500 de aquí a doce meses
Por sectores, la entidad apuesta en EEUU por la tecnología con las grandes tecnológicas salvo Apple "cuyo crecimiento está un poco hipotecado por el mercado chino", advierte Jiménez-Albarracín, pero son historias de crecimiento, beneficios y márgenes, así como todo lo relacionado con la Inteligencia Artificial, la robótica, el 5G, la movilidad inteligente o el Internet de las cosas. También se posicionan en salud, pero más allá de las farmacéuticas ven recorrido en los seguros, la gestión de hospitales y los dispositivos médicos.
En Europa, la gran apuesta es la ciclicidad y, en concreto, las financieras ."Creemos que la parte del ciclo va a llevar a subidas en empresas de consumo cíclico como automóviles. Entendemos que la apuesta por las renovables va a hacer buena a algunas utilities como Iberdrola, Enel... pero nuestra apuesta es por el sector industrial y los materiales de apoyo. La industria se va a recuperar fuerza cuando no haya esos cuellos de botella y la oferta se adecúe a la demanda", apostilla Duce.
Duce: "La industria se va a recuperar fuerza cuando no haya esos cuellos de botella y la oferta se adecúe a la demanda"
En cuanto al mercado de deuda y, en concreto, la soberana, Deutsche Bank cree que sigue sin tener atractivo, como tampoco lo tiene el investment grade, donde los rendimientos son realmente bajos. "Nuestra opción en renta fija serían los vencimientos corto. Nos gusta la deuda emergente emergente en moneda fuerte, y más Asia Pacífico que otras zonas emergentes. También vemos oportunidades selectivas en high yield.
Por otra parte, la inflación será el "gran caballo de batalla de la recuperación", señala la economista. La firma no espera que la inflación vuelva a niveles anteriores a la pandemia, confían en el efecto base y en que la inflación termine bajando. En cuanto al papel que puedan jugar los bancos centrales, no esperan que el BCE mueva los tipos de interés en los próximos dos años. Y, respecto a la Fed, esperan la primera en el cuarto trimestre de 2022.