
La economía, reflejada en este caso en la bolsa y esta a su vez en las compañías cotizadas, ha sido un buen calibre para ir midiendo la dureza del impacto provocado por la pandemia de coronavirus, primero en un shock brutal de demanda y posteriormente trasladado también a la oferta. Eso sí, con enormes divergencias entre geografías y sectores. Tras el parón en seco inicial y la posterior, pero limitada, recuperación, el proceso de vacunación aceleró el motor de la economía, que tiene en este verano y el resto del año el punto de inflexión para pisar a fondo el pedal hasta recuperar la velocidad de crucero en la que transitaba hasta febrero del año pasado.
Eso, que ya se ha reflejado en algunos datos macro adelantados como los PMI e incluso en los PIB de alguna potencia mundial como fue el caso de China, está por llegar a la totalidad del tejido empresarial, plasmado en sus beneficios. Atendiendo a las estimaciones que el consenso de analistas que recoge FactSet hace, en Europa solo el Dax alemán recuperará ya este año el BPA (beneficio por acción) que tenía en 2019. Al otro lado del Atlántico también el S&P 500 y el Nasdaq 100 lo conseguirán.
Desde WisdomTree apuntan que la última temporada de resultados, la del primer trimestre, en Estados Unidos "ha sido excepcional, con un crecimiento interanual del 46% frente al 24% que se esperaba antes de comenzar gracias, sobre todo, a sectores como el financiero y al consumo discrecional". "En Europa, los beneficios se han impulsado un 25% este primer trimestre, muy por encima de las expectativas, siendo la mayor mejora [con respecto a previsiones] desde 2009", añaden. "Históricamente, los beneficios suelen subestimarse tras el final de una recesión, probablemente porque los analistas no tienen debidamente en cuenta el apalancamiento operativo cuando el crecimiento es fuerte", matizan desde Edmond de Rothschild AM.
En el Viejo Continente, el que sufrió un mayor impacto en su beneficio por acción durante 2020 fue el Ibex 35, que vio cómo su BPA se redujo en un 67% hasta situarse en 236 euros por acción, mientras que, por ejemplo, en el EuroStoxx 50 descendió un 35%.
Sin embargo, el índice español también será el que protagonice una mayor recuperación desde entonces. Si se compara el BPA de 2020 con el que se espera para 2021, el crecimiento proyectado es del 100%. Es decir, se doblará en solo un año, hasta los 475 euros por acción, 60 puntos porcentuales más de crecimiento que el EuroStoxx 50. Y más allá, de cara a 2022, también será el selectivo que logre un mayor repunte de sus beneficios, con otro 30% adicional, siendo, pese a esto, la única de las grandes bolsas que no habrá recuperado el beneficio por acción de 2019. Ya este segundo trimestre se espera un acelerón del crecimiento, según explican desde Bank of America. "Prevemos un incremento del BPA del 123% con respecto al segundo trimestre del año pasado, que dejará un balance anual de entre el 34% y el 45% en Europa".
La consecuencia directa de esto es volver a poner el foco de la inversión en España, con el objetivo de aprovechar ese diferencial que tiene que cerrar con el resto de bolsas. Así, el Ibex es el índice de entre los principales del mundo que más se abarata por PER -veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción- de cara a 2022 con respecto a lo que se está pagando ahora, por los beneficios de este año. En números, el Ibex cotiza a un PER de 18,4 veces las ganancias de 2021, por encima del EuroStoxx 50, del Dax alemán y del Ftse Mib italiano y solo por debajo del CAC francés. Sin embargo, de cara a 2022, los beneficios de la bolsa española se abaratan un 16,8%, más de lo que lo hace ninguna otra. En el EuroStoxx hay una reducción del 10,4% mientras que en el Ftse Mib es del 15%, también por encima del 10% del S&P 500. Esto permite que el Ibex pase de cotizar con prima sobre Europa y Francia a hacerlo con descuento, aunque mantendrá el sobreprecio con respecto al Dax y al índice italiano.
"Nuestra opinión es que Europa está ante una oportunidad de salir de su estancamiento y, al menos, durante algunos años mantener tasas de crecimiento relativamente elevadas", explica Nicolás López, director de análisis de renta variable de Singular Bank. "Si unimos a esto sus valoraciones más bajas, parece razonable esperar un mejor comportamiento relativo de la bolsa europea frente a Wall Street y en el caso de España sería equivalente frente a Europa, aunque el Ibex tiene una escasa diversificación sectorial y no es aconsejable concentrar excesivamente las inversiones en ella", añade el experto.
¿Burbuja?
Siempre que sucede una época en la que las bolsas suben, expandiendo a su vez múltiplos, se habla de burbuja. Esta vez, algunos analistas apuntan que hay que tener en cuenta que la prima que se paga por la renta variable es lógico que sea mayor atendiendo al riesgo que existe en la renta fija ante la llegada definitiva de la inflación. Desde Vontobel esperan que siga la rotación de carteras del crecimiento a altos múltiplos hacia el sesgo value, de menores multiplicadores.
Cinco puntos de diferencia desde la vacuna
Se podría decir que uno de los grandes puntos de inflexión para el mercado en los últimos meses se dio a comienzos del mes de noviembre, cuando se celebraron las elecciones en EEUU y, sobre todo, Pfizer anunció los resultados de sus ensayos sobre la vacuna del Covid-19, mejores de lo esperado y que, como así ha sido, clave para la recuperación económica. Desde el 30 de octubre, cuando la bolsa europea tocó un segundo suelo anual, el EuroStoxx se anota una subida del 37%, mientras que el Ibex 35 logra más de un 42%, 5 puntos porcentuales más. Llama la atención en este sentido, que el S&P 500, que habitualmente consigue mayores rendimientos, sube 10 puntos menos que Europa desde entonces.