La cotización bursátil de las empresas con casinos en Macao se ha llevado un buen bocado después de que China haya adelantado que les va a apretar aún más las tuercas. Los principales valores con salas de juego en la conocida como 'Las Vegas de Asia' perdieron este miércoles un récord de 18.400 millones de dólares en capitalización de mercado conjunta después de que las autoridades de la región administrativa especial del país asiático hayan avanzado que cambiarán la regulación en torno a los casinos para endurecer las restricciones a los operadores, incluyendo el nombramiento de representantes del gobierno para "supervisar" a las empresas en el mayor centro mundial del juego y único enclave de China en el que está permitido tras pasar la colonia portuguesa a manos de China en 1999.
El índice de Bloomberg Intelligence que aglutina a los seis grandes operadores de casinos cayó un 23%. Los operadores estadounidenses se llevaron el mayor castigo, con Sands China hundiéndose hasta un 32,51%, mientras que Wynn Macau se desplomó un 28,97%, en unas caídas sin precedentes. Galaxy Entertainment Group se desplomó, a su vez, un 20%, su mayor caída en una década. La 'sangría' no tardó en extenderse horas después a Wall Street con Melco Resorts and Entertainment cayendo más de un 17%.
El sector también lideró los descensos en el mercado de bonos en dólares de China. Un bono con vencimiento en 2028 de Wynn Macau se hundió 9 centavos de dólar hasta los 91,4 centavos, según los precios recopilados por Bloomberg, lo que supuso su mayor caída. Los bonos en dólares de SJM Holdings, MGM China Holdings y Melco cayeron al menos 3 céntimos.
Las autoridades inician este miércoles un periodo de consulta pública de 45 días para discutir las revisiones legales. Entre los temas que se tratarán están el número de licencias -conocidas localmente como "concesiones"- que se permitirán, la duración de sus plazos y el nivel de supervisión por parte del gobierno.
Aunque las renovaciones de las licencias se esperaban desde hace tiempo, ya que las actuales expiran el próximo mes de junio, las medidas para endurecer el control reglamentario han tomado al sector por sorpresa. Además de nombrar representantes del gobierno, las revisiones también proponen aumentar las participaciones locales en las empresas de casinos, sin explicar cómo se aplicarán estas medidas. La consternación se extendió entre los agentes del sector y los analistas tras el anuncio, ya que las continuas medidas represivas de China en sectores que van desde el juego hasta la enseñanza extraescolar parecen haber llegado por fin a Macao.
"Los problemas de los casinos son una continuación de lo que ha sido una gran represión", asegura Jason Ader, director ejecutivo de la gestora de inversiones SpringOwl Asset Management, con sede en Nueva York, y antiguo miembro del consejo de administración de Las Vegas Sands. "Hay un debate sobre si se puede invertir en China ahora mismo. Nunca te gusta ver un aumento de la regulación, un aumento de los impuestos, una restricción de movimientos. Todo eso parece ser el statu quo".
El analista de JP Morgan Chase DS Kim ha rebajado a los seis operadores a una ponderación de venta o neutral en una nota de investigación de este miércoles. "Creemos que este anuncio ya habría plantado una semilla de duda en las mentes de los inversores, lo que probablemente sea suficiente para depreciar estos nombres hasta que surja claridad en los puntos clave", escribe.
Este mayor escrutinio se produce en un momento en el que Macao sigue luchando por recuperarse de la pandemia, que llevó al gobierno a restringir los viajes, cortando la ingente fuente de ingresos para la economía que suponían los jugadores chinos. Según un informe de las autoridades macaenses, el juego y sus actividades relacionadas representaron en 2018 el 50,5% del PIB de la antigua colonia lusa. Solo basta con señalar que los ingresos del juego en el mes de agosto fueron un 82% inferiores a los del mismo periodo de 2019.
Entre los puntos que los funcionarios discutieron en una conferencia de prensa el martes se encuentran controles más estrictos sobre la distribución de dividendos, una mayor participación de los locales en las concesiones y representantes del gobierno que supervisen directamente los negocios, señala Kim. Tras el periodo de consulta, se presentará un proyecto de ley definitivo a la legislatura local.
Contra la salida de capitales y el blanqueo
China lleva varios años reprimiendo la actividad de los jugadores VIP en Macao por la preocupación de que las apuestas de alto riesgo -que se realizan en dólares convertibles de Hong Kong- puedan ser a veces un canal ilícito para la salida de divisas y el blanqueo de dinero. Pekín también ha reprimido los viajes organizados a Macao y a otros destinos en el extranjero organizados por junkets, empresas que prestan servicios a los grandes jugadores y les conceden créditos, en el marco de un esfuerzo más amplio por desalentar el juego en los casinos.
Los operadores de casinos que atienden a los grandes apostantes podrían "enfrentarse a una mayor presión para cubrir sus apuestas, invertir más en atracciones no relacionadas con el juego y esforzarse más por atraer a un mercado de masas premium", según los analistas del sector del juego de Bloomberg Intelligence Angela Hanlee y Kai Lin Choo.
A pesar del pánico del mercado, algunos observadores mantienen que la propuesta no tendrá necesariamente un impacto significativo en los operadores. Los analistas de Bernstein, dirigidos por Vitaly Umansky, señalan que, en la rueda de prensa del martes, los funcionarios destacaron la importancia de mantener una escala para la industria del juego, lo que indica que es probable que las seis empresas mantengan sus licencias.
"Nuestra opinión sigue siendo que los seis operadores presentes hoy seguirán aquí mañana", apunta Umansky en una nota, añadiendo que no aprecia "ninguna preocupación importante" sobre la supervisión directa prevista por el gobierno, ya que las empresas de juego ya han estado trabajando estrechamente con los funcionarios.
Pekín pisa el acelerador
Aunque China lleva años intensificando su control sobre el sector del juego en Macao, esta pretensión de mayores controles llega en un momento en el que Pekín está emprendiendo una campaña generalizada de represión contra las empresas. Inicialmente centrada en la creciente influencia de los gigantes tecnológicos chinos, la campaña ha adquirido un tono moralista, apuntando desde el uso de videojuegos por parte de los niños hasta la enseñanza extraescolar. El Partido Comunista lleva mucho tiempo viendo con malos ojos los juegos de azar, alegando su impacto en las familias y relacionándolos con la falta de armonía social.
No obstante, los chinos son ávidos jugadores, y la mayor supervisión de Macao los empuja a mercados menos regulados como Filipinas y Camboya, donde los casinos y las operaciones de juego en línea estaban floreciendo antes de que la pandemia detuviera los viajes.
Ader, de SpringOwl, también ve poco probable que un operador occidental como Sands perdiera su licencia, aunque el clima general para las empresas extranjeras en el país se está deteriorando. "Todo va en la dirección equivocada en China", lamenta. "En la medida en que los inversores están nerviosos con respecto a China, Macao no parece el lugar que era hace cinco años por muchas razones".