Cuando el Gobierno de China tachó hace poco más de una semana a los videojuegos como "el opio digital" del siglo XXI, las empresas del sector se echaron a temblar en bolsa. Y este lunes, las advertencias por fin se han convertido en medidas drásticas contra el sector. Desde esta semana, los menores de 18 años solo podrán jugar online una hora al día los viernes, sábados y domingos, de 20.00 a 21.00 horas, además de los festivos. Una restricción que busca ahogar una afición que el Ejecutivo de Xi Jinping considera "peligrosa para la economía del país".
El anuncio de hoy supone un paso más en las restricciones que ya existían, que limitaban las partidas multijugador por internet a 1,5 horas al día para los menores de 18. Dado que hasta 2015 las consolas estaban prohibidas en el gigante asiático y que los juegos publicados por las tres grandes compañías occidentales -Sony, Nintendo y Microsoft- están muy regulados, el juego online acapara la segunda mayor parte del pastel, solo por detrás de los juegos para móviles.
El problema para el Gobierno es que, si países como EEUU ya están detectando un aumento en el número de jóvenes que abandonan el mercado laboral u optan por empleos a tiempo parcial para tener más horas para jugar, el riesgo es aún mayor en un país en el que dominan los juegos multijugador online, mucho más complejos, atractivos y absorbentes que un juego para un solo jugador de consola. Y Xi quiere cortar por lo sano con este sector.
Aun así, las restricciones ya existentes para menores hacen que los efectos de esta medida no vayan a ser muy fuertes. "Tencent, NetEase y otras compañías del sector pueden experimentar simplemente un golpe modesto", según el analista de Bloomberg Intelligence Matthew Kanterman. "Los jugadores menores de 16 años ya representaban solo el 2.6% del gasto bruto nacional en juegos de Tencent en el segundo trimestre". En declaraciones a Bloomberg, Daniel Ahmad, analista de Niko Partners, confirmó sus expectativas: "No va a afectar demasiado al gasto de los menores, que notamos que ya era extremadamente bajo", dijo.
Aun así, el peligro llega por lo que puede suponer a largo plazo, y por el resto de medidas que se van a aplicar al resto de jugadores, como exigirles registrar su nombre verdadero, restringir los pagos que se pueden pedir dentro de un juego, crear un sistema nacional para monitorizar la adicción a videojuegos, y colaborar con colegios para desincentivar esta afición.
En un comunicado, el Gobierno se jactó de frenar la "expansión desordenada de algunas empresas de plataformas" y prometió "más transparencia y previsibilidad" a la hora de implementar medidas contra el sector. Por el momento, el anuncio ha provocado caídas del 8% en NetEase, del 2% en Tencent o del 6% en Kingsoft.