
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se acaba rompiendo. Después de innumerables tentativas a lo largo de las últimas semanas y de haber dejado patente su incapacidad para alejar los riesgos bajistas al no haber podido superar sus resistencias de corto plazo en este mismo periodo de tiempo, las principales bolsas de Europa cedieron en la sesión del jueves los importantes niveles de soporte a los que se enfrentaban.
La digestión de las minutas de la Fed estadounidense, el miedo a una nueva ola de Covid-19 por la variante Delta y el temor a que el rebote en el crecimiento económico de China pudiera estar llegando ya a su punto máximo, actuaron a modo de preámbulo del catalizador que finalmente acabó por impactar más a los mercados continentales: la flexibilización del objetivo de inflación por parte del BCE.
El Ibex 35 se desplomaba más de un 2% durante buena parte de la sesión con los bancos, hoteleras e Iberdrola registrando los descensos más acusados de la sesión. Y siguiéndole los pasos de cerca se encontraba el MIB 30 italiano, el CAC 40 francés y el EuroStoxx 50.
La situación, de hecho, ha acelerado en las últimas horas la búsqueda de activos refugio. La onza de oro se revaloriza un 1,6% en lo que va de mes de julio, tras seis sesiones consecutivas al alza -salvo tímidas pérdidas ayer del 0,3%-. Con este movimiento el metal dorado recupera parte de los descensos acumulados en junio y deja el bagaje anual con caídas cercanas al 5%.
Los descensos de las bolsas fueron tan acusados que provocaron que índices como el Ibex 35 o el EuroStoxx 50 perforaran soportes de 8.800 y los 4.040 puntos respectivamente, que eran los niveles que habían sostenido el envite bajista en las últimas semanas. Su cesión advierte de que no nos encontramos ante una simple consolidación, sino ante una corrección en toda regla, tal y como ya nos advertían las pautas de velas vistas en junio, señala Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.
La pérdida de niveles abre la puerta al inicio de una caída que podría desembocar en una vuelta a los mínimos que el EuroStoxx 50 marcó en el mes de mayo en los 3.855-3.785 puntos, cuyo alcance sería una magnífica oportunidad para volver a comprar bolsa.
Hacia la zona de compra
En el caso del Ibex 35, la pérdida de soportes implica que al menos veremos una caída hacia los 8.500 puntos, "lo cual supondría una corrección idéntica a la que vimos en enero, que llevó al selectivo español de los 8.440 a los 7.713 puntos", afirma Cabrero, quien señala que viendo el recorrido bajista que aún le queda al EuroStoxx 50, no habría que descartar una caída hacia los 8.250 enteros del Ibex 35.
La ecuación rentabilidad riesgo es, por tanto, muy positiva para la bolsa española, ya que tiene un potencial de subida del 17%, hasta los 10.100 puntos, frente a uno de caída de entre el 1,7% y 4,6%. "Si el Ibex 35 supera los 8.900 puntos se alejaría el riesgo bajista y sería una pista de que el índice quiere volver a subir", detalla Cabrero. En el caso de la europea la ecuación es similar, guarda un potencial al alza del 15%, hasta los 4.575 puntos y del 3,5% a la baja, hasta los 3.855 puntos.
Operativamente, aquellos inversores que quieran aumentar sus posiciones en bolsa o los rezagados que en su momento no compraron, podrían aprovechar para comprar el alcance de niveles de 3.855-3.785 puntos del EuroStoxx y los 8.250-8.500 puntos del selectivo nacional.
Niveles clave dentro del Ibex
En este contexto, Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, analiza uno a uno los 35 valores del principal índice de la bolsa española, y emite su recomendación sobre cada uno de ellos. El experto en análisis técnico ofrece su análisis en el corto y medio plazo, según el perfil de un inversor menos o más agresivo, respectivamente.
Entre las firmas del selectivo español que tienen más accionistas, son Amadeus, CaixaBank, Repsol y Banco Santander quienes más cerca se encuentran de alcanzar sus primeros soportes, al quedar ayer a una distancia inferior al 2% de sus primeros niveles de referencia. Un descenso hacia esas cotas supondría dejar su cotización en niveles en los que la ecuación rentabilidad/riesgo sería muy atractiva. De hecho, para la entidad bancaria y para la petrolera, arrojaría una potencial revaloriación de doble dígito hasta alcanzar los primeros objetivos de subida.
Por su parte, serían BBVA, Telefónica, y sobre todo Iberdrola quienes más lejos de sus niveles de compra se encontrarían por ahora de los niveles de compra entre las firmas con más accionistas del Ibex 35.
"Las últimas caídas han llevado a la cotización de la firma energética a perder soportes que presentaba a corto plazo en la zona de los 10,50 euros, algo que es una clara señal de debilidad que abre la puerta a una más que probable caída en busca de probar de nuevo la solidez del soporte clave de los 9,70-9,80 euros, que es la clavicular o línea de confirmación de lo que podría ser un amplio patrón de giro bajista en forma de cabeza y hombros (HCH)", señala Cabrero.
"En multitud de ocasiones he señalado que Iberdrola es un valor que debe estar en cartera pero si pierde los 9,70-9,80 euros y confirma ese patrón el título podría dirigirse a buscar el objetivo de esa pauta que aparecería en los 8 euros".