Bolsa, mercados y cotizaciones

Buffett y Munger se despachan a gusto contra las SPAC, el bitcoin y Robinhood en la Junta Anual de Berkshire Hathaway

  • Los nonagenarios inversores cargan contra los nuevos actores del mercado
  • Buffett entona el 'mea culpa' tras haber vendido Apple y varias aerolíneas
Warren Buffett y Charlie Munger en la Junta Anual de Berkshire este sábado. Foto: Bloomberg

La cita no se hizo esperar y este sábado los inversores multimillonarios Warren Buffett y su 'segundo' Charlie Munger salieron a la palestra, como hacen cada año, para encabezar la Junta Anual de Accionistas del fondo Berkshire Hathaway, que tan célebres y ricos les ha hecho. La comparecencia anual de este veterano tándem se suele tomar como una referencia de lo que está por venir en la economía y los mercados y por eso el mundo financiero escucha con atención. Los dos 'pesos pesados' no han dejado esta vez títere con cabeza: los nuevos actores de los mercados no les gustan.

Con 90 años Buffett y 97 Munger, el dúo se volvió a juntar en Los Ángeles tras estar el más mayor de los dos ausente en la Junta del Año pasado y ante un auditorio con menos público del habitual al ser la cita virtual empezaron a disparar durante horas sin contemplación. Las SPAC, el bitcoin o las app de trading como Robinhood salieron escaldadas. Buffett, en su habitual modalidad de gurú, para algo es el 'oráculo de Omaha', también pronosticó hacia dónde va la economía estadounidense tras la pandemia y entonó el 'mea culpa' por varios errores en su gestión de cartera. La reunión también sirvió para saber que Berkshire Hathaway presenta una pila de efectivo casi récord con 145.400 millones de dólares en fondos a finales de marzo.

"Son unas asesinas", dijo Buffett sobre la influencia de las SPAC o sociedades de adquisición de propósito especial a la hora de pensar en oportunidades de compra para Berkshire. "Esto no durará siempre, pero es donde está el dinero ahora y Wall Street va donde está el dinero".

Buffett reconoció la presión de las SPAC al mismo tiempo que abordó el reciente auge de la inversión minorista e intradía. Mucha gente ha entrado en el "casino" bursátil durante el último año, dijo apuntando al fenómeno Robinhood.

"El impulso del juego es muy fuerte en la gente de todo el mundo y, de vez en cuando, recibe un enorme empujón y las condiciones conducen a este lugar en el que entran en el casino más personas de las que salen cada día", afirmó Buffett. "Y crea su propia realidad durante un tiempo y nadie te dice cuándo el reloj va a dar las 12 y todo se convierte en calabazas y ratones". Munger directamente tachó este fenómeno de "vergonzoso".

A la hora de sacudir al bitcoin y al resto de criptomonedas, fue Munger quien cogió el testigo. "Esto es como enseñarle el trapo rojo a un toro", dijo el inversor cuando se le preguntó por las criptodivisas. "Por supuesto que detesto el éxito del bitcoin, y no veo con buenos ojos una moneda tan útil para los secuestradores, extorsionistas y demás", se despachó a gusto. "Tampoco me gusta barajar unos cuantos miles de millones y miles de millones y miles de millones de dólares adicionales para alguien que acaba de inventar un nuevo producto financiero de la nada", remató.

Más cauto quiso ser Buffett, que reconoció que si cientos de miles de personas poseen bitcoin y sólo dos están en corto en la criptomoneda, no es prudente decir algo bajista sobre ellas. Con todo, dejó claro que "las criptomonedas básicamente no tienen valor" y que nunca poseerán ninguno.

A la hora de asumir errores ante sus accionistas, Buffett lamentó la venta de acciones de Apple, las circunstancias que rodearon a su desprendimiento de acciones de aerolíneas y la fallida aventura en torno a la empresa de salud Haven, impulsada junto a JP Morgan Chase y Amazon.

"Probablemente fue un error", dijo Buffett sobre su decisión de vender parte de las acciones del fabricante del iPhone el año pasado. La medida también fue considerada un error por su socio Munger, que había hecho saber a Buffett su opinión "de su habitual manera discreta", bromeó Buffett en la reunión virtual.

Buffet no es ajeno al arrepentimiento. Una parte de su carta a los accionistas en febrero se dedicó a explicar su "gran" error al pagar en exceso por el fabricante de piezas de aviones Precision Castparts. Pero la reunión anual de este año estuvo salpicada de reconocimiento de errores, incluso después de que sus negocios registraran un fuerte trimestre con ganancias que alcanzaron el segundo nivel más alto en los datos que se remontan a 2010.

Lo que pasó con las aerolíneas

El multimillonario se enfrentó a preguntas sobre por qué Berkshire no aprovechó la caída temporal del mercado que comenzó a finales de marzo del año pasado para adquirir más acciones a precios bajos. En lugar de ello, el conglomerado aprovechó las primeras semanas del cierre de EEUU para deshacerse de sus acciones de aerolíneas cuando la pandemia frenó los viajes y, más adelante en el año, recortó sus participaciones bancarias.

Las acciones de Delta Air Lines y Southwest Airlines, dos compañías aéreas propiedad de Berkshire, se revalorizaron entonces más de un 45% después de finales de mayo hasta el resto de 2020. "No lo considero un gran momento en la historia de Berkshire", dijo Buffett sobre dicho periodo, añadiendo que la recuperación económica había superado sus expectativas, gracias a las medidas de estímulo del gobierno.

Buffett también dijo que habría sido difícil que esas compañías aéreas obtuvieran la ayuda federal que las rescató si se consideraba que un inversor rico era un accionista importante de esas empresas. Todavía no invertiría en aerolíneas dada la actual presión sobre los viajes, dijo a los inversores el sábado.

Y aunque Buffett realizó algunas operaciones, incluida una apuesta por activos de gas natural, no realizó ninguna adquisición especialmente importante a pesar de la presión de la pandemia sobre algunas empresas. Por su parte, Munger explicó que sería demasiado exigente pensar que los gestores de dinero siempre pueden calcular perfectamente el momento de tocar fondo en un mercado para poner mucho dinero a trabajar.

Una economía "al rojo vivo"

A la hora de radiografiar la economía estadounidense, Buffett emitió un claro veredicto sobre su estado tras la pandemia: está al rojo vivo. "Es casi un frenesí de compras", dijo el director ejecutivo de Berkshire Hathaway. "La gente tiene dinero en el bolsillo y está pagando precios más altos", subrayó.

Buffett atribuyó la recuperación, más rápida de lo esperado, a las rápidas y decisivas medidas de rescate de la Reserva Federal y el gobierno estadounidense, que ayudaron a poner el 85% de la economía en "súper marcha", dijo. Pero mientras el crecimiento vuelve a rugir y los tipos de interés se mantienen bajos, muchos -incluido Berkshire- están subiendo los precios y hay más inflación "de la que la gente habría previsto hace seis meses", apuntó.

Buffett también señaló que las propuestas del presidente Joe Biden para una subida del impuesto de sociedades perjudicarían a los accionistas de Berkshire. Añadió que las leyes antimonopolio y la política fiscal podrían cambiar las cosas para la empresa, pero que las nuevas leyes fiscales no alterarían su política de no dividendos.

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