Hay muchos tipos de inversor en el mercado. Lawrence Cunnigham, profesor de gobernanza corporativa, autor de numerosos libros sobre finanzas y accionista desde hace décadas en Berkshire Hathaway, advierte: las teorías de Warren Buffett sobre inversión están completamente en contra del bitcoin, un activo que no cumple ninguna de las condiciones que el 'Oráculo de Omaha' pone a cualquier producto antes de apostar por él.
En un artículo en Marketwatch, el veterano inversor explica que Berkshire basa su modelo en la creación de bloques compatibles: colecciones de empresas que cooperen entre sí y aumenten el valor de todas ellas, en un ciclo virtuoso. Pero el bitcoin, y las criptomonedas en general, son su reverso tenebroso. "Un casino, donde unos pocos esperan cosechar riquezas inimaginables mientras que la inmensa mayoría pierde sus camisas", explica.
El economista también relata que Buffett ha hecho su fortuna comprando acciones de empresas con potencial y manteniéndolas durante años y años. En opinión de Cunningham, Berkshire "mantiene inversiones y negocios para siempre y alienta a sus accionistas a mantenerlos indefinidamente, en las buenas y en las maduras". Por contra, las criptomonedas y las 'acciones meme', como GameStop y las demás favoritas de los foreros de Reddit, consisten en una sucesión de fogonazos: compra, ve como sube, y vende antes de que vuelvan a tierra.
En el terreno filosófico, también compara los modelos de enriquecimiento de ambas. Mientras que Buffett ha dedicado su vida a acumular capital, con habilidad y años de trabajo y suerte, los seguidores de las criptomonedas apuestan por la cultura del pelotazo: conseguir el máximo dinero posible con el mínimo esfuerzo.
Y la clave aquí está en que todas las empresas en las que invierte Berkshire tienen que tener un modelo de negocio sólido a largo plazo, por el que Buffett se interesa más cuantas más acciones compre. Mientras, el bitcoin no ofrece ningún ingreso claro: solo reporta beneficios si alguien está dispuesto a pagar más que por lo que pagó otro. Un modelo más parecido al de una burbuja que a otra cosa, basado en "la exageración y la adrenalina, las modas y las tendencias", que sostiene a todo el mercado de criptomonedas hasta que alguien sea capaz de encontrarles otro uso.
Que muchas personas tengan la misma alucinación no hace que un espejismo se convierta en realidad
Por ello, recuerda Cunningham, Buffett insiste en que solo hay que invertir en aquellas cosas de las que uno sepa, y dejando siempre un margen de error. "Para la mayoría de las personas, las criptomonedas están fuera de su círculo de competencia. De hecho, hoy en día un gran número de inversores parece estar operando bien fuera de su círculo de competencia", advierte. Lo importante es que haya un buen margen entre lo que paga uno y lo que valen los bienes que compra, de forma que siempre tiendan a más, no a menos. Y, ¿cuánto vale hoy en día un bitcoin? No lo que cuesta, sino lo que vale. Nadie lo sabe, concluye el profesor, lo que convierte a esta inversión en poco menos que una partida a los dados.
Pero, sobre todo, deja una lección al final: cuidado con el autoengaño, aunque sea colectivo. Que muchas personas tengan la misma alucinación no hace que un espejismo se convierta en realidad. Si sabes que nadie está repartiendo dinero gratis en la acera de enfrente, es mejor quedarse en tu lado por mucha gente que veas correr por la calzada.