
Uno de los grandes problemas del bitcoin es la ingente cantidad de electricidad que requiere su funcionamiento, similar al consumo de energía de toda una Argentina. Pero Jack Dorsey (Twitter), Cathie Wood (Ark Invest) y Elon Musk (Tesla) están defendiendo la idea de que la minería de bitcoin, el proceso por el que se mantiene el blockchain donde se registran las operaciones con esta criptomoneda, en realidad es algo bueno para el planeta. Sin embargo, la realidad no es del todo así.
La base de su teoría es que la minería de criptomonedas es un proceso que se puede realizar en cualquier momento. Una buena gestión de los horarios, aseguran, podría ayudar a los mineros a ganar dinero acuñando monedas en los momentos en los que haya mucho viento o sol, pero no mucha demanda de electricidad. Hacer un mejor uso de la energía eólica y solar, cuya generación es intermitente, aumenta la eficiencia, reduce los precios y ayuda a fomentar la transición verde. O eso dicen los 'tres CEOs'.
¿Incentivo a las renovables?
La teoría se basa en tendencias que ya están sucediendo, independientemente de las criptomonedas. El coste de la energía renovable se está desplomando y una parte cada vez mayor de la energía proviene de la electricidad. Hay tantos incentivos existentes que la Agencia Internacional de la Energía espera que la eólica y solar representen alrededor del 12% de la demanda de electricidad para 2030, frente al 5% de 2019.
Wood, en un artículo escrito conjuntamente por Ark y Square, que dirige Dorsey, dice que las investigaciones "desacreditan el mito" de que la minería de Bitcoin está dañando el medio ambiente. En Twitter, Dorsey dijo el que Bitcoin "incentiva la energía renovable". Musk respondió con una palabra: "Cierto".
#bitcoin incentivizes renewable energy https://t.co/KCe5bwdVs4
— jack (@jack) April 21, 2021
Pero el hecho innegable es que la minería devora enormes cantidades de energía. La producción de bitcoins gasta este año 66 veces más electricidad que en 2015, según calculó Citigroup en un informe reciente. El Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge estima que usa más electricidad al año que Holanda.
Para incentivar aún más las energías renovables, los mineros criptográficos podrían firmar acuerdos a largo plazo para comprar electricidad verde. Eso es lo que hacen las grandes empresas como Amazon para ayudar a reducir su huella de carbono. Este movimiento aa ayudado a impulsar un auge en los activos de energía renovable en EEUU.
En su investigación, ARK y Square propusieron la creación de un proyecto de energía renovable sin una conexión a la red, solo para alimentar una operación de Bitcoin. Eso aceleraría el desarrollo, pero también haría que el proyecto fuera más arriesgado a los ojos de las entidades financieras, ya que, sin conexión a la red general, todos sus beneficios dependerían exclusivamente de la minería.
Pero parte de la rápida caída del precio de las energías renovables también se ha debido a la financiación barata. Un banco probablemente querría cobrar un interés más alto en un proyecto que planea vender energía a un minero de bitcoins que a un cliente como Google. "No sé cómo evaluaría el perfil de riesgo de una operación de minería de bitcoin", dijo Albert Cheung, jefe de análisis de BNEF. "Todo banco quiere que su cliente vaya a tener ingresos estables durante 20 años, o al menos 10".
Por ahora, la mayor parte del bitcoin está siendo producida por la fuente de electricidad más contaminante: el carbón. La investigación del Centro de Finanzas Alternativas muestra que la minería de Bitcoin está dominada por China, un país que actualmente está viviendo un auge en las nuevas plantas de carbón. En el segundo trimestre de 2020, los últimos datos disponibles, el mayor contaminante del mundo fue donde se produjeron un 65% de las nuevas monedas puestas en circulación.
Hay mejores usos para la energía renovable que hacer bitcoins, como descarbonizar la demanda de energía
En comparación, Islandia y otras naciones nórdicas, que una vez parecían el paraíso verde donde germinaría el bitcoin, ahora producen menos del 1% de las monedas. Su tradicional excedente de energía geotérmica, hidroeléctrica y eólica se está reduciendo rápidamente. La mayor empresa de servicios públicos de Islandia anunció esta semana que nadie construiría más capacidad de energía solo para alimentar la minería de Bitcoin.
Y al utilizar carbón para generar la mayor parte de su energía, las emisiones de CO2 y otros gases tóxicos siguen aumentando. Se espera que la contaminación de las criptomonedas producidas en China alcance su punto máximo en 2024, liberando tanto dióxido de carbono como toda Italia, según un estudio publicado en Nature Communications este mes.
Además, también puede haber mejores usos para la energía renovable que hacer bitcoins, como descarbonizar la demanda de energía existente que depende de la quema de combustibles fósiles. A medida que Tesla y otros fabricantes de vehículos eléctricos reemplacen a los coches de combustión, necesitarán mucha más electricidad. Otras industrias contaminantes importantes, como la fabricación de acero, la producción de productos químicos y la aviación, también podrían utilizar la energía verde barata para producir hidrógeno.