
Son muchos los analistas y expertos que comparan al bitcoin con el oro, sin embargo los movimientos de la criptodivisa en los últimos años, sobre todo desde 2020, revelan algo muy diferente: el bitcoin se comporta como un activo de riesgo, no como un activo refugio (como el oro). Así lo está volviendo a demostrar en los últimos días. Las turbulencias en las bolsas y los mercados financieros están vapuleando la cotización del bitcoin, que ha llegado a caer más de un 10% esta jornada y perder los 51.000 dólares por unidad. Al cierre de Wall Street, la criptomoneda recorta pérdidas hasta el 5,2% y ronda los 52.400.
La criptomoneda más importante por capitalización ha pasado de tocar los 60.000 dólares hace una semana a caer por debajo de los 52.000 dólares en la jornada de este jueves. La corrección del bitcoin coincide con la caída que se está produciendo en los activos de riesgo del mercado como las acciones y el petróleo.
TD Securities: "La subida de la marea en los activos de riesgo ha levantado todos los barcos, incluso el del bitcoin"
De este comportamiento vienen advirtiendo hace tiempo los analistas de JP Morgan o los de BNP Paribas. Los primeros aseguraron en una nota publicada en enero que el bitcoin tenía una correlación mayor con los activos de riesgo. Cuando las acciones suben, el bitcoin también se aprecia, aunque es cierto que en los últimos meses la revalorización de la criptodivisa ha sido muy superior a la de las acciones en general. No obstante, también es verdad que entre febrero y marzo de 2020, el bitcoin cayó desde los 10.000 dólares a los 5.000, evidenciando que no es un buen seguro contra el riesgo. "El bitcoin es riesgo puro" (refiriéndose al tipo de activo), frente a los tradicionales refugios como el yen, el franco suizo o el oro.
Desde BNP Paribas comentan en una nota "su correlación con otras divisas es casi nula, por ejemplo con el tipo de cambio del euro, del yen o del franco (todas analizadas en su cambio con el dólar). Esto significa que los factores que impulsan el precio de bitcoin son distintos de los que impulsan las monedas tradicionales".
Correlación con el S&P 500
Estos expertos aseguran que si se analiza la evolución del bitcoin desde 2017 "existe cierta correlación entre el precio de bitcoin, por un lado, y las acciones y las expectativas de inflación, por otro lado. Las otras correlaciones son muy bajas. Curiosamente, la correlación es un poco más alta desde el comienzo de 2020, particularmente entre el bitcoin y el cobre, las acciones y, en particular, con las expectativas de inflación. Esto indicaría que los inversores recurren a bitcoin cuando las expectativas de inflación van en aumento".
Pese a la corta vida del bitcoin, ya existe literatura académica al respecto. Thomas Conlon (University College Dublin) y Richard McGee (Smurfit Business School) demuestran en un paper reciente que "el bitcoin no actúa como un refugio seguro, sino que su precio disminuye al mismo ritmo que el S&P 500 a medida que se desarrolla la crisis".
Estos expertos aseguran en su trabajo que "tener exposición al bitcoin aumenta sustancialmente el riesgo a la baja de la cartera (cuando hay turbulencias financieras). Nuestros hallazgos empíricos arrojan dudas sobre la capacidad de bitcoin para brindar refugio frente a las turbulencias en los mercados tradicionales".
La firma de inversión Schroders destaca en una nota que "el bitcoin está muy lejos de ganarse su fama de activo seguro como lo ha sido el oro durante miles de años. Podría parecer estructuralmente una cobertura contra la inflación debido a su oferta deflacionaria, pero no ha pasado la prueba del tiempo como lo ha hecho el oro".
"La clasificación como materia prima es más apropiada, y establecemos comparaciones con la agricultura y otras materias primas que tienen condicionantes de riesgo y rentabilidad impredecibles", sentencian desde esta firma de inversión.
Pierre Savarzeix, gestor de carteras de Seeyond, una gestora del grupo Natixis Investment Managers, explica que en todo caso el bitcoin se usa como cobertura por miedo a que se deprecien las divisas tradicionales. Es decir, cuando los bancos centrales comienzan a imprimir dinero, el bitcoin sube gracias a esa inyección de liquidez que levanta a todos los barcos, pero también porque los inversores temen que la impresión de moneda erosione el valor de las mismas.
Otra posible explicación a estos movimientos que dan los economistas de BNP es que los cambios en el sentimiento de los inversores también influyen en el bitcoin, provocando una mayor correlación con la renta variable.
Por otro lado, la corrección que está sufriendo el bitcoin y otras criptodivisas en los últimos días también podría estar relacionada con la 'lluvia' de críticas y avisos que han llegado de la Reserva Federal o el Banco Internacional de Pagos. Desde BNP Paribas reconocen que estos mensajes que tienen gran difusión en las redes (tanto los buenos como los malos) pueden mover con facilidad la cotización del bitcoin.
Jerome Powell, aseguró este pasado lunes que las criptomonedas no son una alternativa al dólar, "no son una reserva de valor útil" por su alta volatilidad y son meros "activos especulativos" sin respaldo de ningún tipo.