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El 'yoyó' de la deuda deja a ACS como la segunda mejor recomendación del Ibex

  • Es el que más sube en octubre y luce el segundo mejor consejo tras Almirall
  • En 2010, con una deuda/ebitda de 7 veces, recibió su peor recomendación
Suma en bolsa un 28% desde que anunció las negociaciones con Vinci

La oferta de Vinci por Cobra, la división de servicios de ACS, hace dos semanas puso de relieve que el valor que el mercado otorgaba al grupo que preside Florentino Pérez estaba muy por debajo del potencial de sus activos –la firma capitalizaba en bolsa poco más de lo que la francesa está dispuesta a pagar por la mitad del negocio—. Los inversores se lanzaron entonces a comprar sus títulos y, con un 28%, es el valor más alcista del Ibex en el mes.

Además del visto bueno del mercado, la posible operación, que supone otro paso en el proceso en el que está inmersa ACS para reducir deuda, cuenta con el aval de los analistas, que han mejorado la recomendación que emiten sobre la compañía. La compañía de infraestructuras luce el segundo mejor consejo del Ibex 35 tras Almirall, según la Liga Ibex de elEconomista, que combina las recomendaciones de los consensos de FactSet y Bloomberg.

Para Guillermo Barrio, analista de Intermoney Valores, "estaríamos hablando de una de las mayores operaciones de M&A en Europa este año, ya que valoramos esta actividad en 5.310 millones, u 8 veces el ebitda de este año".  "No obstante", advierte Ángel Pérez, de Renta 4, "la salida de un negocio en el que en muchos casos son líderes del mercado y que tiene elevado peso en el balance, además de que obtienen unos retornos muy atractivos y es plataforma de crecimiento a través del desarrollo de renovables, le resta cierto atractivo al valor de cara al largo plazo".

En las dos últimas décadas, ACS ha estirado y acortado su deuda como si de un yoyó se tratase, dando prioridad a la caja vendiendo los negocios menos rentables. Desde la adquisición de Dragados en 2003, pasando por Iberdrola y la opa de Abertis junto Atlantia, el consenso ha premiado su salida de negocios tocados por la coyuntura económica y castigado con un deterioro las operaciones que le han llevado a incurrir en una elevada deuda.

Intermoney Valores, sobre la venta de Cobra: "Estaríamos hablando de una de las mayores operaciones de M&A en Europa este año"

En 2010, con un apalancamiento de 6,7 veces su ebitda, los analistas emitieron uno de los peores consejos de venta de su historia. Una valoración que fue mejorando hasta un mantener tras la salida de Abertis y Dragados SPL por valor de 2.863 millones de euros y 720 millones, respectivamente. Con todo, hacerse con Hochtief en 2011 volvió a disparar su deuda neta hasta los 10.348 millones, y ACS volvió a cargar con un cartel de venta.

Otro ejercicio que muestra la teoría del yoyó fue 2015, cuando tras las desinversiones en John Holland –que vendió al grupo chino CCCC por 770 millones– o de Urbaser –por 1.400 millones a Firion Investments–, los analistas emitieron su mejor consejo en ocho años.

2018, mejor recomendación

No fue hasta 2018, tras culminar la opa por Abertis, cuando obtuvo su mejor recomendación de todos los tiempos. Si bien unos meses antes, en 2017, la oferta en solitario despertó el recelo de los expertos –que aconsejaban mantener sus títulos hasta que se resolviera la opa–, el acuerdo con Atlantia llevó a ACS a firmar uno de los ejercicios más exitosos de su historia. Ejecutar inversiones netas totales de más de 1.500 millones, incluyendo la citada operación, no impidió que la firma cerrase el año con caja neta.

Desde entonces, su estrategia de rotación de activos maduros para lograr recursos con que acometer nuevos proyectos y recortar deuda ha vuelto a poner a prueba la elasticidad de sus cuentas. 2019, año en que el que su cotización alcanzó máximos de diez años en los 40,93 euros por acción, desinvirtió parte de sus activos viales, como el 50% de su autopista canadiense por 438 millones, el 37,5% de su autopista de Florida por 400 millones así como sus autovías en España por más de 700 millones. Como resultado, el endeudamiento del grupo se mantuvo, a cierre del año pasado, prácticamente plano.

En un 2020 marcado por la pandemia, la firma se anota pérdidas anuales del 33% desde enero. Tras desprenderse de sus activos renovables en pleno confinamiento, afrontar los pagos derivados de la salida de BICC por parte de CIMIC, incrementar el volumen de inversiones y aumentar la autocartera, ACS llegó al cierre del semestre con una deuda neta de 2.699 millones de euros.

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