
Con la vista más puesta que nunca en Wall Street. Así se encuentran las bolsas de Europa tras la pérdida de soportes que protagonizó el Dax 30 alemán la semana pasada. La cesión del último bastión alcista que quedaba en pie en el Viejo Continente plantea un escenario en el que las bolsas de EEUU tienen la llave para decidir el rumbo del mercado de cara a los siguientes meses.
Mientras los índices estadounidenses no den su brazo a torcer, todo apunta a que el mercado Europeo optará por consolidar posiciones hacia la zona de mínimos de junio, la que discurre por los 3.000-3.050 puntos del EuroStoxx 50.
"Una caída a la zona de mínimos de junio puede desarrollarse sin que realmente haya cambios dentro de la situación alcista que definen las bolsas europeas desde los mínimos de marzo", explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader, en su comentario estratégico semanal.
No obstante es en esa zona en la que se va a desarrollar la más dura de las batallas. Ahí el mercado se debe debatir entre una simple consolidación o una corrección en toda regla en la que se abriría la puerta a una vuelta a los mínimos de mayo. Eso es lo que está en juego en el mercado de renta variable en Europa. Y eso es lo que se decidirá cuando el EuroStoxx retroceda de nuevo a los mínimos de junio.
Y es que, está en juego una vuelta a los mínimos de mayo, que se encontrarían entonces a un 10% de distancia, tales como son los 2.710 puntos del EuroStoxx 50.
Un contexto bajista de ese calibre sería algo que no se podría descartar si finalmente Wall Street da su brazo a torcer, para lo cual el poderoso Nasdaq 100 debería perder, preferiblemente a cierre semanal, soportes que encuentra en los 10.500 puntos.
"No queremos ni imaginar lo que podrían sufrir las bolsas europeas en el caso de que Wall Street opte por corregir viendo las caídas de corto plazo sin que al otro lado del Atlántico se hayan perdido ni siquiera soportes como son los 3.200 del S&P 500", apunta Cabrero.