En lo que va de año el sector asegurador europeo se deja un 23%, quedándose 10 puntos porcentuales rezagado con respecto al Stoxx 600. En este contexto, la industria cotiza a menos de 10 veces su beneficio de los próximos 12 meses, lo que la convierte en la más barata de la bolsa de la región. Además, ofrece un descuento cercano al 50% frente al índice, el más elevado de la serie histórica.
Esta brecha se ha abierto fundamentalmente por el temor de los inversores a la salud del mercado de crédito. Un escenario de rebajas de rating y ampliación de los diferenciales haría que la ratio de solvencia de las aseguradoras se viese golpeada. Hasta ahora, las rebajas de calificación han sido masivas, pero lo cierto es que los spreads se han comprimido sustancialmente desde máximos, lo que hace que algunos analistas se pregunten si el sector está en niveles atractivos.
"Durante los últimos 10-15 años las aseguradoras han cotizado con un descuento del entorno del 25% frente al mercado, sin embargo recientemente este se ha incrementado. Esto sugiere, en nuestra opinión, que gran parte de las noticias están ya en precio y que para que continúe haciéndolo peor que el mercado la situación de la deuda corporativa debería empeorar significativamente", indican desde el equipo de análisis de JP Morgan.
Más allá del dolor de cabeza que puede suponer el mercado de crédito, la otra gran preocupación del sector está en la capacidad que tendrá para pagar dividendos -el regulador ha pedido prudencia- y en qué nivel de costes tendrán que afrontar por la crisis del Covid-19, que fundamentalmente impactará por las interrupciones de negocios.
Calcular el nivel de pérdidas que generará el coronavirus a las aseguradoras se antoja complicado. En Lloyd's han estimado que estas podrían superar los 100.000 millones de dólares, pero en UBS son menos pesimistas y consideran que la horquilla podría moverse entre los 30.000 y los 60.000 millones de dólares. Con estos números se podría superar el evento con mayores pérdidas de la historia para el sector, los 50.000 millones del huracán Katrina.

"Tras muchos años reduciendo riesgos y de reestructuración, el sector ha vivido un periodo prolongado de crecimiento del dividendo que se ha visto amenazado últimamente por la llegada del Covid-19 y las peticiones de prudencia de la EIOPA. Sin embargo, seguimos pensando que las aseguradoras tendrán una aproximación proactiva al dividendo", indican en Berenberg.
A diferencia de lo sucedido en la banca -para la que la prohibición de retribuir al accionista por parte del BCE se ha extendido hasta final de año-, en la casa de análisis creen que "la petición de suspender dividendos debería ser levantada en octubre". Compañías como Direct Line, Aviva, Generali, Axa o SCOR han dicho que revisarán los dividendos no abonados a finales de año, lo que hace pensar a los analistas en que en el cuarto trimestre podrían llegar unos pagos extra.
"Durante toda esta crisis se ha confirmado que el inversor compra aseguradoras por sus dividendos. Dos tercios de los que abonaron un pago final con cargo a 2019 se han comportado mejor que el sector en el año. Y también se ha visto qué tipos de pagos quieren: ocho de los diez valores con mejor comportamiento son aseguradoras no vida y las dos firmas de vida tienen sólidos flujos de caja procedentes de importantes back books [en general son negocios que ya no están disponibles pero con altos márgenes]", comentan en Berenberg.
Una rentabilidad del 6%
Según las estimaciones del consenso recogido por FactSet, las aseguradoras del Viejo Continente distribuirán con cargo a este año dividendos con una rentabilidad del 6%, 3 puntos porcentuales por encima del mercado. Además, de cara al año que viene se estima un crecimiento cercano al 10% y que el rendimiento se sitúe en el 6,5%.
Entre las firmas más grandes y con mejor recomendación, el dividendo más rentable es el de Axa, que ofrece un 7,8%. Axa ha anunciado que propondrá un dividendo de 0,73 euros por título con cargo a las cuentas de 2019, frente a los 1,43 euros estimados inicialmente. Sin embargo, ha señalado que los 0,7 euros restantes estarán en una reserva especial que podría abonarse en el último trimestre. Además, ha sido una de las firmas más claras con respecto al coste por las reclamaciones relacionadas con el Covid-19, al estimar 1.200 millones en la parte no vida y 300 millones en costes solidarios, todo ello neto de impuestos.
"Haber recortado solo el dividendo -frente a la presión para cancelarlo- muestra el respeto por el accionista y en nuestro caso base repartirá lo que falta en el último trimestre. Unas pérdidas más elevadas por el Covid son una decepción, pero al menos da un número total concreto en lugar de una cifra abierta como antes", reflexionan en Deutsche Bank.
El problema de los bajos tipos de interés
Aunque en una medida muy inferior a la banca, los bajos tipos de interés también golpean al sector asegurador, que tiene problemas para encontrar inversiones seguras que puedan ofrecer rentabilidades similares a la deuda que tiene en cartera. El pasado año JP Morgan calculaba que el 7,5% del beneficio a 5 años del sector podía estar en riesgo por las bajas rentabilidades de los bonos.