
Tras el desastre que está suponiendo para los mercados la crisis del Covid-19, empresas, inversores y analistas ya están empezando a dar por amortizado este año y a mirar hacia el que viene en busca de fundamentos en los que basar su estrategia.
Y es que muchas cotizadas ya han aplazado sus decisiones sobre los dividendos a pagar en 2020, otras los han reducido y otras muchas directamente los han eliminado, como es el caso del sector bancario, uno de los más afectados por este maremoto económico. De hecho, fue el propio BCE el que exigió a la banca europea que retrasase sus pagos, al menos, hasta el 1 de octubre, con el objetivo de ganar visibilidad y salvaguardar ese capital ante el riesgo de repunte de la morosidad. Este mismo miércoles, Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE afirmó que espera que "los bancos europeos conserven como capital cerca de 27.000 millones de los 35.000 previstos para dividendos".
Situándonos en el escenario más prudente en este sentido, y asumiendo que este año las entidades bancarias españolas no repartan dividendos entre sus accionistas, hay que empezar a mirar hacia 2021 para ver qué pasará con estos pagos. El consenso de analistas de FactSet es claro y espera recortes importantes en las cuantías de las retribuciones pero en ningún caso otro año de sequía para el accionista.
El dividendo por acción previsto para 2021 se ha recortado en un 42% desde el 20 de febrero
"Creo que todo va a depender de cómo sea la recuperación que veamos en 2021, hasta dónde sea la caída del PIB este año y la forma que tenga el rebote el que viene, si es en V o más parecida al logotipo de Nike", explica Nuria Álvarez, analista de Renta 4. Por lo pronto, desde el inicio de esta crisis el tijeretazo ha sido del 42% de media entre los seis bancos del Ibex, siendo todos ellos inferiores, eso sí, a los que se esperaban para 2020 hace poco más de dos meses.
Esto habría reducido drásticamente los payouts del sector si no fuera porque también ha venido acompañado por un fuerte recorte en las estimaciones de beneficio. De media, estas seis compañías ganarán en 2021 un 36% menos de lo previsto a 20 de febrero, por lo que los payouts (la parte del beneficio dedicada a retribuir al accionista) se mantendrán estables en los niveles actuales.
"Esto pasará por que la recuperación económica sea real y se recupere la concesión de crédito, aumenten los volúmenes y el euríbor y se detenga el deterioro de los tipos de interés que tanto está penalizando al sector", agrega Álvarez, que, no obstante, advierte de que "los incrementos de morosidad no se dan a la vez que la caída del crecimiento sino que llevan un decalaje, por lo que en 2021, aunque exista esa recuperación, todavía se arrastrarán estos problemas de 2020".
El problema radica en que hay muchas variables que siguen siendo una incógnita para sacar la solución de esta ecuación. "No hay visibilidad alguna", se lamenta Marisa Mazo, subdirectora de análisis de GVC Gaesco. "En un escenario medio, la morosidad podría irse hasta el 6-8%, pero es que en crisis anteriores nos fuimos al 12 o al 14%", añade la experta. "Si bien, ésta llega con la banca mejor preparada que entonces al haber concedido menos crédito en los últimos años, aunque, eso sí, con menores márgenes... si algunas entidades están cotizando a 0,2 veces su valor en libros es por la gran incertidumbre que las rodea y eso exige un descuento, que ya veremos si es justificado o no lo es", expone Mazo.
No hay que pasar por alto que el inversor que tiene posiciones en banca, uno de los principales atractivos que ha encontrado en los últimos meses y años ha sido la alta rentabilidad de sus dividendos, que se ha visto incrementada considerablemente por las fuertes caídas que han sufrido en bolsa sus acciones. Sólo en lo que va de año, el que menos cae, que es CaixaBank, pierde más de un 42% mientras que Sabadell, con un 66%, es la segunda compañía más bajista de todo el Ibex desde que comenzó el ejercicio. Además, los analistas no terminan de ver una oportunidad en estas caídas y están deteriorando sus recomendaciones.
En este sentido, y pese a los fuertes recortes de dividendos que han ejecutado los analistas en sus estimaciones, de cara a 2021 todavía podemos ver rendimientos de estos pagos de entre el 4,5% para Bankinter al 7,75% de Sabadell. No obstante, para Mazo, "el 2021 también va a ser malo en términos de resultados y, por tanto, de dividendos, aunque dependerá de la anticipación de las entidades. En este sentido, habrá que ver cómo se comporta la morosidad en la realidad y si las provisiones dotadas en 2020 son suficientes o no. Creo que debería imponerse la prudencia y que más vale ponerse un año colorao que dos amarillo".
"Bankia y Unicaja tienen más exposición al crédito hipotecario, que en este contexto es más seguro porque tiene unas garantías y teóricamente también deberían tener menos mora los que menos hayan crecido en los últimos años, como BBVA", arguye Mazo. "Por contra, el crédito al consumo es el que tiene más riesgo y ahí los más expuestos son Bankinter y Santander", agrega. Además, hay que tener en cuenta la diversificación geográfica, sobre todo de Santader y BBVA por su exposición a emergentes, "que además van con más retraso que nosotros en su lucha contra el virus", señala Álvarez, "aunque ahí ya suelen provisionar mucho en situaciones de normalidad", matiza Mazo.
Ninguna recibe una 'compra'
Si ya anteriormente los bancos del Ibex se habían quedado atrás con respecto al resto de Europa, la crisis del Covid-19 ha exacerbado este sentimiento, no sólo entre los inversores sino también entre los analistas, que en las últimas semanas han deteriorado más incluso de lo que ya lo hacían antes sus recomendaciones sobre el sector nacional. De hecho, ninguna de las seis entidades bancarias que cotizan en el selectivo nacional de referencia recibe un consejo de compra por parte del consenso de analistas que recoge Factset después de que lo hayan perdido tanto Santader como CaixaBank en estos últimos tres meses. Esto contrasta con la visión que los expertos mantienen con algunas de las firmas bancarias de nuestros vecinos europeos. En Francia, BNP Paribas y Crédit Agricole, que son las dos más grandes, ostentan un cartel de compra. Mientras, en Italia, de los cinco bancos que cotizan en el Mib, tres (Unicredit, FinecoBank y Mediobanca) también reciben un consejo positivo.