
Cada crisis económica tiene sus causas y consecuencias, pero si hay una diferencia fundamental en el papel de un sector entre la gran crisis financiera y la actual es el de los bancos. Las entidades financieras fueron parte del problema en aquel momento y, ahora, afrontan las turbulencias del coronavirus en una posición mucho más sólida y con el deber de ser una suerte de proveedor de servicios públicos.
La gran preocupación de los inversores con respecto a la industria gira en torno a cuánto se incrementará el coste del riesgo y, en este sentido, también ha cambiado algo en la percepción de algunos analistas, que ahora ven una mayor dependencia de las hipotecas como un argumento defensivo. "Con la rápida intervención monetaria y fiscal, las comparaciones con la crisis financiera global son prematuras y menos relevantes. En todo caso, los riesgos no pueden ser desechados. Vemos más peligro de provisiones en la exposición a pymes (Sabadell) con un potencial contagio al consumo si la tendencia del desempleo empeora (Santander). Los bancos más centrados en las hipotecas deberían ser más defensivos (Bankia, Unicaja o CaixaBank)", argumentan en Jefferies.

Según los datos recopilados por la casa de análisis, las dos entidades cotizadas más pequeñas -Unicaja y Liberbank- son las que tienen mayor exposición al hipotecario, con un 59% de su libro de préstamos al sumar las comerciales y retail. Le seguiría Bankia con un 56%, mientras que en Sabadell y CaixaBank supondría el 49% y el 44%, respectivamente.
"Habiendo nacido como parte de las antiguas cajas, Unicaja, Bankia y Liberbank tienen una mayor exposición, por lo que esperaríamos que fuesen más defensivas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que Bankia tiene todavía una exposición sustancial a proxies del turismo y el ocio. Mientras, Liberbank ha aumentado su libro de préstamos sustancialmente por encima del mercado mientras siguen las dudas sobre el deterioro del porfolio de créditos dudosos heredado. Por su parte, CaixaBank aparece como una entidad con unos libros en el que el retail pesa mucho, pero que en términos generales están diversificados", apuntan desde la casa de análisis.
Por su parte, en el último informe de estabilidad financiera del Banco de España argumentan que la situación de las hipotecas está bastante más saneada. "Hay que tener en cuenta que el peso en la concesión de hipotecas de operaciones con un alto apalancamiento ha sido mucho más reducido en el período posterior a 2008 y que los préstamos hipotecarios que sobrevivieron a la crisis financiera internacional tienen unas condiciones de financiación que en general se puedn calificar de prudentes y se encuentran más próximos a su vencimiento", reza el documento.
La moratoria hipotecaria
Las dos incertidumbres que penden sobre las hipotecas de las entidades está en la moratoria del Gobierno -si bien creen que el impacto en beneficio será limitado- y en hasta cuando se paralizará el crecimiento en las mismas.
"Calculamos 3 meses de cierre y que a partir de entonces mejore gradualmente el aumento de préstamos. Pensamos que las hipotecas y el consumo serán los segmentos más afectados al estar relacionados directamenet con el empleo y la actividad económica. Pensamos que la demanda de crédito y de las pymes será alta, no solo para afrontar la difícil situación, también por la preocupación de un cierre de los mercados de crédito para las grandes firmas", apuntan en Barclays, que en sus números asumen "ninguna hipoteca firmada durante 3 meses".
Con respecto a la moratoria, desde Jefferies asumen que si un 10% de los hipotecados se acogiesen a la misma y se suspendiese el pago de intereses durante 3 meses los bancos cotizados dejarían de ingresar apenas 125 millones de euros.
El riesgo del crédito al consumo
Con los bajos tipos de interés y la dificultad para hacer crecer su rentabilidad, muchos bancos se han centrado en el crédito al consumo, un segmento que ahora aparece en primera línea de riesgo.
"Además de la significativa magnitud del shock, en los últimos años, el crédito para consumo ha venido creciendo a tasas elevadas y, de acuerdo con la experiencia histórica, esta es una de las primeras obligaciones financieras que los hogares impagan cuando se produce un deterioro de sus rentas", avisan desde el BdE. La entidad con mayor peso en consumo, según los datos de Jefferies, es Santander, con cerca de un 20%, por delante del 15% de BBVA. Por contra, Sabadell y Liberbank son las entidades con menor exposición, un 6%.