
La gestión alternativa se ha convertido en el nuevo campo de batalla de las firmas de inversión y ninguna quiere quedarse fuera de juego, en un momento en que las rentabilidades esperadas para los próximos años, en un entorno de bajos tipos de interés, dejarán de ser tan beneficiosas para los inversores como la última década, según diversas casas de análisis.
La última firma en apuntarse a esta tendencia ha sido Mutuactivos, que ha adquirido el 20% de Alantra AM, el brazo dedicado a capital riesgo de la firma presidida por Santiago Eguidazu, por 45 millones de euros. Además, cada firma invertirá 50 millones en la creación de un vehículo que invertirá en productos gestionados por la división de activos alternativos de Alantra.
De ahí a lanzar algún producto o fondo de fondos especializado probablemente solo habrá un paso, como está haciendo el resto de sus competidores. De hecho, Mapfre está a punto de cerrar un acuerdo con Altamar, otro de los gigantes españoles del sector, para desarrollar también proyectos de gestión alternativa, capital riesgo y deuda privada.
Diversificación
Las aseguradoras son las principales interesadas en diversificar sus fuentes de rentabilidad para compensar la pérdida de revalorización de los activos de deuda, de los que tradicionalmente se han beneficiado. De hecho, tanto Mutua como Mapfre hace tiempo que cuentan con distintas inversiones alternativas. En el caso de la primera, cuenta con una cartera diversificada compuesta por casi 60 inversiones que representan 480 millones de euros de capital comprometido, tanto a través de fondos como de forma directa en diferentes programas de inversión en private equity, infraestructuras y deuda privada.
Por su parte, Mapfre tiene comprometida una inversión de más de 1.000 millones de euros en inversión alternativa, en el que el sector inmobiliario cuenta con un fuerte peso, hasta el punto de que cuenta con dos socios estratégicos, la firma alemana GLL y la filial francesa de Swiss Life Asset Managers para invertir en edificios y oficinas de Europa, vehículos en los que ha invertido hasta 700 millones de euros.
Las entidades financieras también han reforzado su área de gestión alternativa para no perder terreno con la creación de divisiones especializadas y el fichaje de reconocidos profesionales del sector. Santander AM incorporó a finales del año pasado Borja Díaz-Llanos como responsable de Inversiones Alternativas Ilíquidas, al cargo de un equipo de 13 personas.
BBVA AM anunció recientemente el próximo lanzamiento de un fondo de fondos de capital privado porque "necesitamos la gestión alternativa para diversificar las carteras y aportar alfa. Ahora hay recursos para poder invertir en estos productos", según explicó Luis Megías, consejero delegado de la gestora.
La gestión alternativa maneja un volumen de activos superior a los 4 billones de dólares a cierre de 2019
La banca privada también está moviendo ficha en este terreno para llevar a sus clientes hacia fondos alternativos. Frente a la inversión mínima de 5 millones de euros que exigen los fondos cerrados de capital riesgo, la creación de fondos de fondos alternativos o la coinversión por un importe mucho menor ha acercado este modelo a clientes con un patrimonio menos elevado, ávidos de más rentabilidad.
La gestión alternativa vive un momento dulce a nivel global, con un volumen histórico de activos bajo gestión, por encima de los 4 billones de dólares al cierre del año pasado, según datos de la consultora Preqin. Y sus proyecciones indican que puede seguir creciendo un billón anual hasta 2023, gracias a las expectativas de rentabilidad que mantienen los fondos de private equity.
Esta no es la primera operación corporativa que desarrolla Mutua con Alantra, ya que también cuenta con el 50% de la pata de banca privada, ya que el asesoramiento financiero se ha convertido en otra de las obsesiones de las compañías aseguradoras.