Parece que el intento de acercar posturas con China ha descarrilado y los principales indicadores bursátiles de Estados Unidos han terminado la semana con retrocesos de entre el 0,5% del S&P 500 y el 1% del Dow Jones. En la sesión del viernes, el Dow Jones se deja un 0,59%, hasta caer a los 26.935,07 puntos; el S&P 500 desciende un 0,49%, hasta situarse en las 2.992,06 puntos, y el Nasdaq 100 pierde un 1% con respecto al jueves y se desliza hasta el nivel de los 7.823,55 puntos.
Septiembre llegó como un bálsamo de agua caliente a los mercados, con unas negociaciones comerciales que se iban a reanudar, un Brexit que podía solucionarse de una manera consensuada, un nuevo Gobierno en Italia y unos datos macroeconómicos que daban un cierto respiro al panorama global.
Con este renovado sosiego, las bolsas llegaron a mediados del mes pendientes de que los banqueros centrales abrazaran los deseos de un tono más acomodaticio para enfrentarse a la fuerte desaceleración económica.
Pero esta semana comenzó con un fuerte shock en el precio del petróleo, después del ataque con drones a dos de las principales plantas de Arabia Saudí; y acaba con el enésimo divorcio de Estados Unidos y China.
Trump ha revelado este viernes tener en estos momentos "una pequeña disputa" con su homólogo chino, Xi Jinping, después de resaltar que el gigante asiático no compra los suficientes productos agrícolas estadounidenses. El mandatario también ha descartado cualquier tipo de acuerdo interino ya que el país "no se está viendo afectado" por los aranceles en curso. Declaraciones que han precedido la posterior cancelación de la visita a Montana por la delegación china.
Más allá de esto, el mercado estaba totalmente pendiente de la reunión en la que la Fed, tal y como ya estaba descontado, redujo los tipos de interés en 25 puntos básicos hasta el rango 1,75-2,00% y, además, anticipando más recortes para las próximas reuniones. Asimismo, comenzó a llevar a cabo operaciones de repos diarias, que se alargarán hasta el próximo 10 de octubre.
Y así, los principales indicadores bursátiles de Estados Unidos han puesto fin a la semana con un ligero descenso del 0,51% en el caso del S&P 500, del 1,05% en el Dow Jones y del 0,88% en el Nasdaq 100.
Wall Street se acercó en los comienzos de sesión del viernes a sus máximos históricos. Hoy se ejecutará la cuádruple hora bruja en la que vencen las opciones y los futuros trimestrales sobre acciones e índices y que causa un aumento de la volatilidad. No obstante, hacia el final de la jornada, tanto el S&P 500 como el Dow Jones acaban la semana cerca de sus niveles récord: a un 1,8% se queda el S&P 500 de los 3.050 puntos, y a un 2,3% de distancia está el Dow Jones de los 27.600 puntos.
"De su ruptura depende que se aleje el riesgo bajista y se abra la puerta a que Wall Street entre en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe", recalca Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. Por el momento, el experto no es partidario de comprar valores estadounidenses.
Pero como hemos venido señalando esta semana, aunque las bolsas sigan ascendiendo, por el análisis fundamental, la rentabilidad para el inversor europeo está limitada al 5% anual, según el Barómetro de Expectativas de Rentabilidad (BER), indicador elaborado por elEconomista a partir de los multiplicadores de beneficio de Europa y Estados Unidos.
El petróleo vive su semana más alcista desde enero
Los futuros del petróleo Brent alcanzan este viernes la zona de los 64,5 dólares por barril, lo que supone una subida en su conjunto del 7% con respecto a la semana pasada. Se trata de la semana más alcista para el crudo de referencia en Europa desde el 4 de enero de este año. El petróleo empezó la semana con un salto próximo al 15%, alcanzando los 69 dólares por barril, tras el ataque a varias instalaciones petrolíferas en Arabia Saudí.
De hecho, la petrolera estatal Aramco ya habría reanudado el 60% de la producción previa al incidente, según informan desde Bloomberg.
Por su parte, los futuros del petróleo West Texas terminan la semana por encima de los 58 dólares por barril (llegaron a cotizar a 62,9 dólares el lunes), y la subida semanal está próxima al 6%, en la que ha sido su mejor semana desde el 9 de junio.
El oro acaba en positivo tras tres semana a la baja
El metal alcanza la cota de los 1.513 dólares hacia el final de la sesión del viernes, después de repuntar en torno a un 1% con respecto al cierre del jueves y acumula una subida del 1,4% en los últimos siete días. Es la primera semana en positivo para el oro, que había estado perdiendo valor durante las tres últimas semanas.
En cuanto a las divisas, el euro cede un 0,5% en la semana frente al billete estadounidense y acaba en la zona de cambio de 1,102 dólares. Es la primera semana a la baja después de dos semanas consecutivas en positivo. En lo que va de ejercicio, el euro se deprecia alrededor del 3,9% o, lo que es lo mismo, el dólar se aprecia un 4,1% sobre la divisa europea.
Por otro lado, la libra continúa su ascenso y ya van seis semanas consecutivas de rebote, que llevan a la divisa a la zona de cambio de 1,132 euros. Conviene recordar que este impulso alcista se produce tras catorce semanas de descensos que acabaron el 19 de agosto.
Aunque esta semana se han impuesto las compras de nuevo en el mercado de deuda, las salidas de dinero desde que comenzó el mes han sido considerables, devolviendo la rentabilidad del T-Note desde el 1,45% al 1,79% que se le exige ahora al bono a 10 años estadounidense, el principal activo de inversión del mundo. Esto ha supuesto pérdidas para los inversores del 2,9% desde entonces, a lo que hay que sumar el 0,6% que se ha depreciado el dólar en estas dos semanas.
El mercado también analiza atentamente las declaraciones del presidente de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard, que se ha mostrado a favor de un recorte de hasta 50 puntos básicos en los tipos de interés en la reunión de esta semana de la entidad, ya que la economía estadounidense se desacelerará "en un horizonte cercano y las manufacturas ya parecen estar en recesión". La Fed redujo los tipos de interés en un cuarto de punto porcentual -hasta el rango 1,75-2%- en su reunión de política monetaria finalizada el miércoles.
Según recoge Reuters, Bullard estaba a favor de una reducción mayor en los costos de endeudamiento, según dijo en un comunicado, porque "es una gestión prudente del riesgo, en mi opinión, recortar el tipo más agresivamente ahora y luego incrementarla más tarde si los riesgos a la baja no se materializan".
Desde Pimco creen que la Reserva Federal volverá a recortar los tipos este año. "La debilidad de la Economía estadounidense la deja vulnerable a shocks eventuales. Creemos que la Fed responderá con una relajación adicional de la política monetaria este año", asegura su economista Tifanny Wilding.
"Los miembros de la Reserva Federal no parecen estar de acuerdo en cuanto a los costes y beneficios de bajar más los tipos de interés", admite la analista. "Pero continuamos creyendo que la mayoría de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto prefieren relajar la política monetaria de nuevo en los próximos meses y que, eventualmente, más miembros se sumarán a esta tendencia cuando se refleje un mayor deterioro en los datos económicos", advierte.
En el plano empresarial, Apple vuelve al foco en una jornada en la que ha puesto a la venta su esperado iPhone 11. En España ha habido largas colas en la tienda de la Puerta del Sol. Teniendo en cuenta las reservas, Samik Chatterjee, analistas de JP Morgan, cree que la acogida será buena.
¿Qué esperar de la próxima semana?
La próxima semana será "crítica" para las perspectivas económicas mundiales. El lunes se publican los índices de gestores de compras (PMI) preliminares de los sectores manufacturero y de servicios para septiembre de la zona euro, Francia, Alemania, Japón y Estados Unidos. "Aunque el sector de servicios sigue en expansión, en la mayoría de países, las empresas industriales están resultando afectadas por la desaceleración incipiente del comercio e inversión mundiales", alerta Greg Meier, Senior US Economist Director en Allianz Global Investors.
El martes y el miércoles, la atención se centrará en la publicación de los datos sobre la confianza de los consumidores de Alemania, Francia y Estados Unidos. "Aunque la confianza ha mejorado en Francia, las cifras de Estados Unidos han fluctuado lateralmente y las perspectivas de los alemanes se han deteriorado últimamente a un mínimo de 28 meses", advierte el analista de Allianz.
Por último, Meier avisa de que el calendario del jueves estará dominado por Estados Unidos. "Las estimaciones de consenso indican que la revisión final del PIB del segundo trimestre de 2019 se mantendrá sin cambios en un crecimiento del 2,0%", explica.
"Aunque esto supone una desaceleración con respecto al 3,1% del primer trimestre de este año, sigue por encima del potencial a largo plazo de Estados Unidos (de en torno a un 1,8%) y es mejor que las previsiones actuales en tiempo real de los Bancos de la Reserva Federal de Atlanta y Nueva York para el PIB del tercer trimestre de 2019 (1,8% y 1,6%, respectivamente).