Bolsa, mercados y cotizaciones

Dime qué tipo de inversor eres y te diré lo que puedes ganar en la bolsa

Foto: Archivo

Es difícil alcanzar una meta si no es realista, y esta máxima también es aplicable al mundo de la inversión. Según una encuesta publicada por Natixis IM este verano, realizada entre más de 9.000 inversores de todo del mundo, de los cuales 400 eran españoles, el 71% de ellos se ha marcado como objetivo conseguir una rentabilidad real (descontada la inflación) del 10,7% este año, tras vivir en 2018 uno de los ejercicios más difíciles de la década, y del 11,7% a largo plazo. Y los españoles, conservadores por naturaleza, con una parte significativa de sus ahorros en depósitos, que apenas rentan un 0,05%, y ladrillo, aspiran a rendimientos todavía más elevados, del 13,6%, imposibles de alcanzar sin asumir riesgo.

"Los inversores no parecen comprender plenamente que buscar rentabilidades de dos dígitos supone invertir en la parte alta del espectro de riesgos", señalaba entonces Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latinoamérica. Para ayudar a esos inversores a marcar objetivos, elEconomista ha creado una nueva herramienta, el Barómetro de Expectativas de Rentabilidad (BER) que se actualizará cada semana, en la que se indicará cuáles deberían ser sus objetivos de ganancias en función de qué porcentaje dedican en sus carteras a la bolsa o la renta fija, sin dejar ninguna combinación fuera  -se tienen en cuenta once perfiles.

Barómetro de Expectativas de Rentabilidad

Cómo se calcula

Para calcular la estimación de rentabilidad para cada uno de ellos se han tenido en cuenta dos variables. La primera es el multiplicador de beneficios que se paga hoy por entrar en la renta variable europea (representada por el Stoxx 600) y lo que se exige por comprar la americana (con el S&P 500 como referencia), ya que el PER -que así es como se conoce a esta ratio- permite hacer un cálculo sencillo sobre cuál sería el retorno anual de un inversor en un determinado índice. Y la otra variable ha sido la expectativa de rentabilidad que se maneja para la renta fija global, según un índice de Bloomberg y Barclays que mide el interés que se espera para una cesta de bonos representativos bajo una serie de hipótesis que suele contemplar los peores escenarios. Se trata del Bloomberg Barclays Global Aggregate, y la razón de tomar este y no otro más específico como referencia se debe a que es uno de los más grandes y en el que más invierten los inversores.

Un 5,21%, lo máximo

Bajo esta premisa, partiendo de la idea de que se defina como un inversor al que no le asusta la volatilidad y prefiere estar invertido al 100% en bolsa para aspirar a mayores rendimientos en un contexto de tipos al 0%, la rentabilidad máxima a la que aspira es del 5,21%. Partiendo de la idea de que si usted invierte 100 euros en el Stoxx 600 tardaría 18,8 años en recuperar su dinero (es decir, en generar otros 100), puede deducirse que el índice ofrece una rentabilidad anual del 5,31% (que no es otra cosa que el resultado de dividir esos 100 euros entre 18,8 años). Si se aplica la misma fórmula al S&P 500, la expectativa de rentabilidad anual para la bolsa americana está en 5,11%. Y la media de las dos arroja ese 5,21%.

En el contexto actual, en el que la subida que protagonizan las bolsas ha encarecido el multiplicador de beneficios que se paga por entrar en ellas, si un inversor agresivo consigue ganar ese 5% más a lo largo del próximo año debería dar por cumplido su objetivo, y a partir de ahí reducir su exposición al riesgo y aumentar la liquidez, tal y como recomiendan los expertos.

Si a algo (o a alguien) se ha encomendado precisamente el mercado es a los bancos centrales y a la expectativa de que sean estos quienes asistan, con sus políticas monetarias, a la economía. Algo que ha influido en el rally que ha protagonizado este año la renta fija y que ha llevado la rentabilidad de mucha deuda pública europea a presionar la zona de mínimos históricos y a que los perfiles de inversores más conservadores se apunten este año, por otra parte, rentabilidades medias del 4,18%, según los fondos mixtos más cautos, con datos de Morningstar. Y es que con ninguna categoría de renta fija se pierde dinero a estas alturas del año, y con alguna, como con la deuda corporativa, se gana más de un 12% desde enero por precio.

Poco que rascar en renta fija

Sin embargo, en opinión de Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum, "los compradores a estos niveles son especuladores", que se lanzan a por bonos a la espera de que los bancos centrales desplieguen más estímulos, como hizo el jueves Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), que bajó aún más la facilidad de depósito y lanzó un nuevo QE, y "no inversores". Y como este organismo, es previsible que otros bancos centrales del mundo sigan sus pasos en los próximos meses.

En el caso de la Reserva Federal (Fed), por ejemplo, el mercado descuenta otros dos recortes adicionales de tipos este mismo año -el próximo, de 25 puntos básicos, hasta el entorno del 1,75-2%, este mismo miércoles-. Pero tampoco se descartan movimientos en Australia, o Canadá.

Ese telón de fondo explica la subida que se ha producido en el precio de muchos bonos y, por tanto, la bajada que ha tenido lugar en sus rentabilidades. Según datos de Bloomberg, la cantidad de deuda que ofrece ya rentabilidades negativas en el mundo se encuentra en zona de máximos históricos (nada menos que a 14,5 billones de dólares), lo que ha dejado las expectativas de rentabilidad para este activo en mínimos. A pesar del contexto de debilidad económica actual y que la inflación no termina de despegar -contexto que favorece a la renta fija- las rentabilidades a las que cotiza la deuda pública europea "son infundadas y se puede hablar de burbuja", consideran en Diaphanum.

Sin tener en cuenta las comisiones en las que un inversor puede incurrir cuando compre un bono de forma directa o bien invierta en este tipo de activos a través de fondos de inversión, la expectativa de rentabilidad para alguien que se defina puramente conservador y que solo quiera tener bonos en su cartera se encuentra ahora en el 1,32% para una cesta de títulos global, frente al 2,02% que había a principios de año.

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