
La sombra de un 'Brexit duro' vuelve a cernirse sobre los mercados de Europa. La incertidumbre que genera la salida de Reino Unido de la UE, alimentada ayer con la decisión de Boris Johnson de prolongar la suspensión del Parlamento hasta el 14 de octubre, ha vuelto a poner de manifiesto que el acuerdo de salida de Gran Bretaña de la Unión es uno de los mayores catalizadores negativos para el mercado de renta variable del Viejo Continente.
Las bolsas europeas registraron ayer una jornada de tono mixto que refleja a la perfección la indefinición en la que se han instalado a corto plazo los índices del Viejo Continente y sobre todo, "pone de manifiesto su incapacidad de rebotar con fuerza", asegura Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader.
Los riesgos de ver más caídas -dadas las evidencias técnicas y fundamentales que rodean a las bolsas europeas en la actualidad- son muy elevados. Y es que, hay que tener en cuenta que al otro lado del Atlántico, en Wall Street, los índices norteamericanos no han alcanzado aún sus mínimos de junio, tales como son los 2.725 puntos del S&P 500.
"Este es uno de los motivos por los cuales nos fiamos muy poco de eventuales rebotes de corto plazo", explica Cabrero añadiendo que el norteamericano es uno de los principales directores de mercado. Algo que también ocurre en el Ibex, que todavía no ha alcanzado el objetivo teórico mínimo de caída, los mínimos de Navidad.
En este sentido, el rebote que desarrollan las principales bolsas europeas a corto plazo será vulnerable mientras no se superen los máximos que vimos la semana pasada, tales como son los 11.855 puntos del Dax 30 alemán o los 3.405 puntos del EuroStoxx 50