
Después de la tormenta siempre llega la calma. Y esta vez, en las principales bolsas europeas, la serenidad puede materializarse en forma de un ligero rebote. Sobre todo después de que el yuan haya registrado un ligero alza en su cruce frente al dólar, frenando así la abrupta caída de ayer que desencadenó una tempestad en los mercados de todo el mundo.
El repunte de la divisa china gracias a que el Banco Popular de China ha fijado su tasa de referencia diaria en un nivel superior al esperado por los analistas, ha favorecido que las aguas vuelvan a su cauce. Los descensos en los principales selectivos de renta variable asiáticos han sido menos abruptos de lo que apuntaban a comienzo de la sesión tras el incremento de las tensiones comerciales entre las dos principales potencias economicas del mundo.
El hecho de que China deje de comprar productos agrícolas de procedencia estadounidense ha sido menospreciado por los inversores, más centrados en la cercanía de los niveles de soporte a los que se enfrentan los selectivos de uno y otro lado del Atlántico.
Y es que ayer, las bolsas del Viejo Continente acabaron muy cerca de los mínimos de junio, que es la zona donde se originó el último movimiento alcista. De hecho, la presión bajista generalizada de las últimas sesiones ha llevado al Ibex 35 a pasar de presionar la zona de resistencia de los 9.410 puntos a poner a prueba la base del canal que discurre por la zona de mínimos alcanzada ayer, en las inmediaciones de los 8.730 enteros.
"La posibilidad de asistir a mayores caídas en el corto plazo que lleven al EuroStoxx 50 a los 3.247 puntos (antes de este soporte hay otro intermedio en la zona de los 3.280-3.300 puntos, que ya prácticamente fue alcanzado ayer) sigue siendo muy elevada", asegura Carlos Almarza, analista técnico de Ecotrader.
"El problema es que, si atendemos al recorrido bajista que aún podrían tener por delante los índices norteamericanos, mucho nos tememos que las caídas profundizarán y que aunque asistamos a un rebote desde el entorno de soportes, mucho nos tememos que será vulnerable", afirman desde Ecotrader.
En este sentido, en EEUU se atisba el "comienzo de un proceso bajista que debería ser similar al que vimos en mayo" Si esto es así las caídas podrían llevar al S&P 500 a buscar la zona de los 2.800 puntos "y no descartamos incluso que vaya a los mínimos de junio en los 2.725 puntos, que son el origen del último y potente alza y cuyo alcance los veríamos como una oportunidad para comprar", explica Almarza. Hasta ahí todavía hay un margen de caída del 2-4%.