Los números rojos se han impuesto con claridad al cierre de una sesión marcada por el aumento de tensión en la lucha comercial entre EEUU y China. Por el momento no se atisba ningún signo de agotamiento vendedor tras la pérdida generalizada de soportes a la que asistimos la pasada semana, como eran los 3.467 del Eurostoxx 50 y los 2.973 del S&P 500, por lo que a pesar de la ya elevada sobreventa a corto plazo no confiaríamos en eventuales rebotes.