Infraestructuras y Servicios

Japón y Australia se postulan como el único seguro para las españolas al otro lado del mundo

  • Australia sigue siendo la favorita para empresas españolas en el Pacífico, como Acciona o ACS
  • Compañías dedicadas al consumo o a la producción tecnológica encuentran su espacio en Japón
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Las islas del océano Pacífico no son solo un entorno paradisíaco, sino una oportunidad para la expansión de muchas empresas españolas. En un entorno en el que Europa debe mirar a otras regiones del mundo para escapar de la dependencia de las materias primas rusas, los países del otro lado del globo se postulan como una salida viable para encontrar nuevos socios comerciales, con el permiso de los lazos estrechados con los socios de Latinoamérica.

Por un lado, existen países como Australia con gran cantidad de materias primas que precisa la industria española. Y en países como Japón, estable y desarrollado, la producción tecnológica es un espejo en el que fijarse a la par que es un mercado con apetito por los productos patrios.

Sin embargo, la situación macroeconómica actual también deja su huella en la mayor parte de estos países isleños. Si bien la guerra en Ucrania no es el principal handicap que recorta las previsiones para 2022 en estas economías, su dependencia de China, como socio exportador y como emisor de materias primas y componentes, juega en su contra desde que la economía del gigante asiático se ha ralentizado como consecuencia de su política de 'Covid cero'.

Japón

Está claro que ningún país escapa a la escalada de los precios, pero si existe una región desarrollada caracterizada por una inflación en mínimos ese es Japón. Como ejemplo, frente al incremento del IPC registrado en Estados Unidos en abril del 8,3% o del 7,5% de la eurozona el último dato registrado en el país nipón se situó en el 1,2%. De hecho, las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúan el incremento interanual en 2022 en el 0,9% (a medio camino del objetivo fijado por el Banco de Japón para el año en curso pero lejos de la deflación que se produjo el año pasado).

También para los años siguientes el FMI estima un aumento de los precios controlado por debajo del punto porcentual a la par que estiman que la economía nipona crecerá este año a un ritmo mayor que el resto de países del Pacífico. El Banco de Japón parece sentirse cómodo en este entorno, dado que no se prevén grandes correcciones de los tipos de interés en el país por el momento, en contra de las políticas monetarias de la práctica totalidad de las economías desarrolladas o en vías de ello. Todo dependerá de cómo despierte la economía china de su letargo tras la ralentización de su industria y consumo por los confinamientos de sus grandes ciudades.

Esta es la gran traba que afecta a los negocios del archipiélago japonés dado que en 2021, según el Observatorio de la Complejidad Económica (OEC, por sus siglas en Inglés), el 21% de lo que se produjo en el territorio se exportó a China mientras que el 26% de las importaciones niponas provienen del gigante asiático (y buena parte de ello son componentes electrónicos para la industria japonesa). A favor de la actividad en el archipiélago se encuentra la debilidad del yen al cambio con el dólar que favorece las exportaciones del archipiélago.

Con todo, las empresas españolas han aumentado su presencia en Japón en los últimos años tanto en el caso de grandes compañías dentro del Ibex 35 como de pequeñas y medianas empresas que ven en los consumidores del país un cliente potencial con gusto por la gastronomía española o la moda patria. En este último entrarían ejemplos como Adolfo Dominguez o Inditex.

El grupo dueño de Zara obtuvo el año pasado el 4,1% de sus ingresos de Japón y es el octavo país en el que está más expuesto, según FactSet. El turismo es otro de los atractivos en estas islas, que Amadeus ha visto como oportunidad dado que también está presente en el país. Duro Felguera está presente en el desarrollo industrial de Japón del mismo modo que Gestamp o Applus, a través de este nombre y su división Idiada, contribuyen en el negocio de las automovilísticas del país.

Australia

En el hemisferio sur, la economía australiana sigue una senda similar al resto del mundo. El crecimiento previsto para este año se contraerá en seis décimas respecto a 2021, según el FMI y a partir de 2023 la ralentización será aún mayor. Esta progresión tiene parte de su explicación en la subida de tipos que ya ha iniciado su banco central a primeros de mayo, lo que supuso el primer movimiento en esta línea en el país en doce años. Actualmente se sitúa en el 0,35% pero se descuenta que cerrará el año en el 2,5%, según el consenso recogido por Bloomberg. Una escalada vertiginosa que hace estremecer al mercado.

De hecho el Gobierno ha tomado la misma determinación que varios países europeos para fomentar un precio del combustible más bajo que contribuya a relajar la inflación con la diferencia de que Australia sí tiene reservas de crudo y gas en su suelo. No obstante, esto puede perder su efecto si los bloqueos de la cadena de suministros en China persisten y que se verá reflejado también durante el segundo semestre de 2022, según el analista de Bloomberg, James McIntyre. "La apertura de las fronteras internacionales de Australia es deflacionaria para su economía. Si bien la frontera estaba cerrada, la economía recibió un impulso de los australianos que consumían en casa en lugar de en el extranjero. Esto compensó con creces el gasto perdido por las llegadas internacionales", explica el experto.

Sin embargo, aunque la inflación pueda resultar un problema para la mayoría de los aspectos, Australia cuenta con grandes reservas de materias primas que en esta escalada global de precios permite a las empresas que se dedican a la explotación de los mismos ampliar sus márgenes. El carbón que se extrae en el país se utiliza para generar energía en buena parte de sus vecinos asiáticos además del hierro que sirve para alimentar al gigante asiático (el 80% de sus exportaciones en 2021 fueron a parar a China). En esta cuerda se sitúan empresas españolas con negocios en Australia como Acerinox o como Fluidra. La fabricante de piscinas de origen español tiene presencia en este país a través de empresas como AstralPool o Zodiac.

Sin embargo, las grandes compañías patrias que tienen mayor peso dentro en esta región de Oceanía son las empresas enfocadas a la infraestructura. Australia, que no para de crecer, se apoya en veteranas del sector como Ferrovial, Dragados o Acciona para desarrollar el país. En este punto entra ACS que tiene a Australia como segundo mercado más importante según el origen de sus ingresos de 2021 y de donde obtuvo alrededor del 18,6% de su negocio en el último ejercicio, según los datos aportados por FactSet.

Recientemente, y junto con Navantia -otra española que trabaja de manera habitual en Australia desde hace diez años-, se ha dado a conocer que la compañía pujará para hacerse con el contrato de uno de los mayores pedidos de las fuerzas armadas del país. El programa está orientado a modernizar la flota de desembarco anfibio que podría alcanzar los 533 millones de euros, según recoge Intermoney, y que se podría extender hasta 2032.

Para Acciona, Australia también significa un mercado de referencia en cuanto a la exposición de sus ingresos (un 17% de lo obtenido en 2021) o Naturgy, clave en la transición energética en el país.

Otros paraísos

Aunque Japón y Australia aglutinan la mayor parte de la atención de las grandes economías del océano Pacífico, Nueva Zelanda, Indonesia o Filipinas también presentan oportunidades, que en el caso de la última está más ligada a la relación histórica que ha existido entre este archipiélago y España. Así, hay compañías enfocadas no solo al turismo sino también al desarrollo de las energías renovables como Acciona o Siemens Gamesa. Para Meliá Hotels, Indonesia no tiene secretos dado que tiene varios negocios en el país, así como Amadeus, Repsol; también con presencia en este territorio en el que el FMI augura un crecimiento de la economía superior a la evolución de Australia o Nueva Zelanda, por ejemplo.

Sin embargo, las compañías españolas siguen apostando por Nueva Zelanda a pesar de que en 2022 la inflación vaya a dejar su huella. La evolución de los datos macro en este país son un seguro que han sabido aprovechar compañías como Viscofan o como CAF. De hecho, la fabricante de material ferroviario tiene proyectos abiertos en el país como la fabricación de 23 trenes para la ciudad de Auckland por un importe cercano a los 130 millones de euros y abierto a que el pedido pueda ampliarse.

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