Empresas y finanzas

Fridman, el dueño ruso de Dia, maniobra con Goldman Sachs para tomar el control de la cadena de supermercados

  • La entidad estadounidense es la encargada de asesorar la OPA de LetterOne
  • Al mismo tiempo, el banco cuenta con un 5,36% de la cadena de supermercados
  • Fridman tiene un 29%: si sumase lo de Goldman (caso hipotético), un 34,36%
Mikhail Fridman, principal accionista de Dia.

LetterOne, el vehículo del ruso Mikhail Fridman, entró en el accionariado de Dia el pasado mes de julio de 2017, cuando la acción cotizaba a 4,81 euros. El aquel momento adquirió de forma directa un 3% de la empresa y una opción sobre otro 7% más, que tenía fecha de ejecución en enero de 2018. Al vencimiento de la misma decidió, sin embargo, aumentar todavía más su participación.

Así, se hizo con otro 5% más y firmó otra opción, que ejecutó el 19 de octubre por otro 14%, por el que pagó finalmente 3,62 euros. Los movimientos de LetterOne coincidieron con compras por parte de Goldman Sachs, por lo que en el mercado se especuló con que dicha entidad podía estar trabajando para el magnate ruso. Fridman, de hecho, cuenta para la OPA con el apoyo de Goldman Sachs, al adjudicarle un contrato de asesoramiento. El banco de inversión tiene ya el 5,36% de Dia -de manera directa tiene un 0,18% y el resto (5,182%) está prestado vía instrumentos financieros-, por lo que junto a LetterOne sumaría el 34,36%. 

Hace justo un año la firma comunicó a la CNMV que "no" tenía intención, sin embargo, de formular una oferta pública de adquisición (OPA) sobre la cadena, al no superar el 30% de las acciones", algo que ahora sí que ha hecho. Cuando Fridman se hizo con el 29% de manera directa en octubre hasta seis grandes bajistas desaparecieron de Dia o, al menos, rebajaron su posición por debajo del 0,5%, mínimo al que obliga la CNMV a hacerla pública, dejando el total de hedge funds que actúan en corto en solo nueve.

Desde su entrada así hace año y medio hasta el cierre del ayer lunes, antes del anuncio de la OPA, Dia ha perdido así un 90% de su valor. Su capitalización cayó así hasta tan solo 267 millones de euros.

Una oferta con descuento

Fridman lanza la oferta ahora a 0,67 euros por acción, con un fuerte descuento respecto al que él mismo entró, argumentando que la compañía "está, actualmente, en un declive estructural y su marca se ha deteriorado de manera significativa". En este sentido, recuerda que en octubre del año pasado la empresa se vio obligada a rehacer sus cuentas y anunciar un profit warning.

"Estos hechos, junto con el elevado nivel de endeudamiento de Dia, han limitado la capacidad de la empresa para operar de manera efectiva en el día a día y para invertir en su futuro", dice la firma. La sociedad, de hecho, reconoce que el precio equitativo sería de 3,73 euros por acción, por ser el más alto pagado en el plazo de 12 meses previos a la fecha de este anuncio, sin tener en cuenta las transmisiones intragrupo realizadas en este periodo.

Pero Fridman sabe bien que no tiene por qué abonar esta cantidad, al no tratarse de una OPA obligatoria. Sin embargo, en las últimas semanas ha estado especulando sobre el momento al que tendría que lanzar la oferta para tratar de ganar tiempo y adelantarse a la ampliación y los planes puestos en marcha por Dia.

LetterOne ha mostrado en todo momento su oposición a los planes de Dia, pero siempre de espaldas al consejo de administración. En la empresa, explican, de hecho que nunca había puesto ningún reparo al plan estratégico en el que se estaba trabajando, y del que la firma participaba.

La sorpresa en la empresa fue mayúscula cuando sólo unas semanas después de su nombramiento, Stephen DuCharme, mano derecha de Fridman, abandonó la presidencia de Dia y regresó a LetterOne, para preparar la toma de control, para lo que contrató al banco de inversión PJT.

La tensión fue en aumento cuando el 18 de diciembre, Fridman retiró del consejo de administración a sus dos últimos consejeros, Karl-Heinz Holland y Sergio Antonio Ferreira Dias, con la intención de "centrar sus esfuerzos en trabajar desde LetterOne en el proceso de diseño y desarrollo de un eventual plan de sostenibilidad a largo plazo para la compañía".

Un plan al margen del que estaba trabajando la empresa, con un acuerdo de refinanciación bancaria y una ampliación de 600 millones a las que se opuso en todo momento. LetterOne insiste ahora en que ese plan "no aborda los desafíos estratégicos, de liderazgo y de estructura de capital fundamentales a los que se enfrenta Dia, y expone a los accionistas al riesgo de una dilución significativa sin una estructura de capital viable a largo plazo".

Todo indica ahora que se hará con el control del 100% de la compañía a precio de saldo tras el fuerte derrumbe de la acción desde su llegada. El último paso sería así una exclusión de bolsa con fuertes minusvalías para los minoritarios.

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