
La Llave de Oro, una de las constructoras promotoras con más historia de Barcelona, acaba de dar el salto a Madrid con la compra de dos parcelas a Aedas Homes y dos a Aliseda que se encuentran en el nuevo desarrollo de Las Sedas, en Alcalá de Henares.
Esta operación es solo el primer paso de la carrera que quiere desarrollar la compañía en la comunidad madrileña, en la que aterriza con "una clara vocación de permanencia". Así lo explica a elEconomista Ferran Marsà, CEO de la empresa familiar en la que, junto a su hermano, representa a una tercera generación que tiene ganas de abarcar nuevos retos y consolidarse en este nuevo mercado.
"La pregunta no es por qué damos ahora el salto a Madrid, si no, por qué no lo hemos dado antes", apunta Marsà, que reconoce que tienen ganas de "hacer cosas nuevas y la verdad es que creemos que Madrid tiene mucho potencial como ciudad y como motor económico, y cuenta con un importante recorrido de crecimiento". "Hay que estar en Madrid", dice convencido el directivo de la compañía, que lleva a sus espaldas más de 16.000 viviendas y 76 años de historia y experiencia en el sector, que le han convertido en una de las promotoras de referencia de Barcelona y también de Baleares, donde abrieron delegación hace ya 30 años.
Ahora, el foco de la empresa se sitúa en "Madrid centro y en la primera corona", explica Marsà, que cree que encontrarán mejores oportunidades en las áreas de expansión de la ciudad, ya que la zona centro "está demasiado tensionada en precios y vamos con cautela".
De momento, la compañía se ha hecho con estas cuatro parcelas que suman "unos 24.000 m2 en Las Sedas, en los que levantaremos unas 250 unidades y esperamos poder estar ejecutando las obras dentro de un año y medio o dos años", concreta el CEO de la compañía, que asegura que van "muy cómodos a remolque de Aedas Homes", que es el propietario mayoritario del nuevo barrio madrileño. "Precisamente este es uno de los motivos por los que nos decidimos por esta compra, ya que tener una locomotora así que tira de este proyecto nos daba mucho confort".
Pero La Llave de Oro ha llegado a Madrid con apetito y se encuentra ya analizando y negociando la compra de más terrenos tanto finalistas como en gestión. "Al ser una promotora que todavía se está estableciendo en Madrid, lo ideal para nosotros y lo óptimo es buscar cierto volumen, por lo que de momento no iremos a proyectos pequeños. El objetivo es cerrar tres o cuatro operaciones de un volumen similar al de Las Sedas y después abrir la delegación", concreta Marsà, que reconoce que "probablemente Madrid tenga que pasar por delante de Baleares. Ya solo por un tema de densidad de población y de mercado potencial, además de que a nivel estratégico y de compañía la apuesta por Madrid es muy fuerte". Pero ¿adelantará también a Barcelona?
"Nosotros somos una promotora de Barcelona, pero, por otro lado, aunque nuestro corazón sea catalán, por decirlo de alguna manera, es cierto que los proyectos y los desarrollos en Madrid son de muchas más viviendas. Al final Barcelona está muy limitada en cuanto a crecimiento, por lo que es muy fácil que enseguida en Madrid hagamos más viviendas que en Barcelona, aunque aquí tengamos más proyectos", explica el directivo.
En Madrid, los planes de la compañía pasan por diversificar sus activos en cuanto a ubicación, y en cuanto a tipo de producto, quieren enfocarse a un rango medio y también "de acceso a la primera vivienda para jóvenes". "Buscamos desarrollos en las afueras, que estén bien comunicados y en los que podamos levantar plurifamiliares con buenas zonas comunitarias y servicios deportivos", explica.
Rama patrimonialista
Además de su actividad principal como constructora y promotora, La Llave de Oro cuenta con una división patrimonial con activos en los sectores residencial y terciario y con una división hotelera iniciada con el Andante Hotel, un establecimiento de 134 habitaciones ubicado en el centro de Barcelona.
"Durante los años fuertes de la crisis vendimos parte de nuestra patrimonial a Goldman Sachs y ahora tenemos voluntad de volver a crecer en patrimonio y una de las opciones que nos planteamos es que parte de esta producción de Madrid la podamos destinar al alquiler y ser nosotros los propietarios", apunta Marsà, que destaca que en el caso de Barcelona apostarán más por el mercado de oficinas.
La compañía duplicará facturación
Según explica Marsà, la demanda de vivienda de obra nueva "se está comportando sorprendentemente bien, incluso por encima de las expectativas que teníamos". A pesar de la crisis, la compañía aumentó su volumen de viviendas en construcción un 22,3% en 2020 hasta las 866 unidades.
Para este año, La Llave de Oro se muestra optimista y espera duplicar su cifra de negocio y llegar a los 130 millones de euros, frente a los 65 millones que se anotó el pasado ejercicio.