BBVA no ha dado muchas pistas a los accionistas sobre cuándo y cómo se realizará la recompra del 10% de las acciones que tiene previsto implementar gracias a la venta de su filial de Estados Unidos por 9.700 millones. Pero, su presidente, Carlos Torres, ha condicionado este martes durante la celebración de la junta general, que esta adquisición de títulos tan relevante está sujeta, no solo a las autorizaciones regulatorias (BCE), sino al precio de los mismos y a la situación de los mercados.
En ocasiones anteriores, los directivos del banco habían señalado que la intención era destinar a esta operación, que permitirá el pago de una retribución extraordinaria a los accionistas, en torno a unos 3.000 millones de euros. De momento, la cotización actual sitúa en este entorno la cantidad que tendrá que desembolsar BBVA a este plan, que forma parte de uno de los puntos del orden del día de la asamblea.
Hay que tener en cuenta, que cuanto más suban el precio de los títulos, más dinero tendrá que destinar el banco a la recompra, por lo que a lo mejor no se llega a ese 10% de objetivo. A mediados de marzo, el coste superaba el umbral, aunque lo hacía en apenas 200 millones. Eso sí, sobrepasaba en 600 millones desde el día en que la entidad anunció la operación.
En la junta, el presidente de BBVA también ha indicado que otra de las partidas a las que se va dirigir el exceso de capital que se obtendrá con la desinversión de la filial de EEUU (unos 8.500 millones) será a "crecer de forma rentable, y a invertir en mayor reducción de costes, y en ser más eficientes en los mercados en los que operamos".
De hecho, el grupo ya ha iniciado las negociaciones con los sindicatos para poner en marcha un ERE en España que, según los analistas, podría suponer la salida de unos 3.000 trabajadores, el 10% de la plantilla con la que cuenta en nuestro país.
Tras las quejas de los sindicatos, Torres justificó este ajuste e indicó que tiene por objeto "garantizar" la viabilidad del banco ante el entorno tan complejo y cambiante, con tipos en negativo, bajada de resultados y márgenes y entrada de nuevos jugadores en el sector.
El banquero ha subrayado ante los accionistas que, además de la recompra de acciones, la intención es retomar la política de dividendos del 35-40% del beneficio en efectivo en 2021, una vez se levanten las restricciones impuestas por el Banco Central Europeo, en septiembre.
Con cargo a los resultados de 2020, BBVA ha propuesto a la junta el pago de 5,9 céntimos de euro brutos por acción, el importe máximo permitido por el supervisor, que se abonará a finales de abril. Una política de dividendos, que a juicio de Torres, es "estable y predecible es parte de nuestro equity story". " Si unimos los dividendos pagados a la evolución de nuestra acción, BBVA ha sido la entidad del sector en España con el mejor retorno para el accionista en los últimos dos años, desde el comienzo de 2019 hasta el día de hoy", ha señalado.
De hecho, ha añadido, "somos el único banco español con un retorno positivo, de en torno al 8%", aunque ha matizado que "claramente la cifra es muy inferior a la que aspiramos, pues la acción se ha visto muy afectada negativamente por la situación de la pandemia, caídas del PIB, tipos de interés bajos y la incertidumbre".
Poco efecto del plan europeo
Una incertidumbre que se va disipando. Torres ha considerado que este año "esperamos que se produzca un rebote importante, fundamentalmente en la segunda mitad del año", gracias al paquete de estímulo económico sin precedentes en EE.UU., al que se podrá sumar un nuevo plan, esta vez de infraestructuras y al proyecto de recuperación europeo. Si bien, ha reconocido que en los fondos europeos tendrán "un impacto bastante limitado en 2021", pero que "nos debe ayudar a salir reforzados de esta crisis".