Tras un año excepcional marcado por los costes extraordinarios por la pandemia, que llevaron al Santander a perder 8.771 millones de euros en 2020, los analistas prevén una fuerte recuperación para el grupo financiero en este ejercicio por el incremento de los volúmenes de actividad en todos los mercados en los que opera y el menor coste de riesgo. Según Barclays, el grupo financiero cerrará 2021 con unas ganancias de en torno a 4.300 millones de euros, lo que permitirá a la entidad cumplir su compromiso con los más de 4,1 millones de accionistas que tiene de repartir un dividendo en efectivo de 0,10 euros por acción. El grupo, siempre según la casa de analistas, elevará el pay-out a cargo de los resultados de este año hasta el 36%, acercándolo así a su objetivo a medio plazo de situarlo entre el 40% y el 50%.
Los analistas se mantienen optimistas respecto al grupo, y elevan un 6% el incremento del beneficio para 2022, frente a su previsión anterior. Así, el Santander logrará unas ganancias para dicho año de 6.251 millones de euros, casi equiparables a los resultados previos al estallido de la crisis sanitaria, cuando el grupo ganó 6.515 millones de euros. Un resultado, eso sí, que logrará sobrepasar por fin un año después, con la obtención de 7.000 millones de euros.
El grupo logrará afianzar estas ganancias en la reducción de costes que ha puesto en marcha, tras conocer los efectos de la pandemia en sus cuentas. Santander ha iniciado una fuerte reducción de gastos, especialmente en Europa, con el objetivo de ahorrar mil millones de euros de cara a 2022. Bajo este marco, Santander ya puso en marcha en el último trimestre del año pasado un ERE en España que afecta a 3.572 personas y al cierre de 1.003 oficinas. Además, también realiza recortes en Reino Unido, filial para la que ha cargado 121 millones de euros en provisiones para financiar el ajuste.
Sin embargo, los efectos de la pandemia seguirán patentes en los próximos años para la entidad, pendientes en 2021 en el ritmo que tome la vacunación, que será clave para la recuperación de la economía, pero también en la entrada de morosidad una vez expiren las moratorias y los clientes que solicitaron los avales ICO tengan que iniciar los pagos a medida que concluyan los periodos de carencia. A este respecto, Barclays prevé que el banco, que cerró 2020 con una ratio de morosidad del 3,2%, sitúe su tasa de créditos dudosos en el 5% de cara a tres años, un cifra que no alcanzaba desde 2014, año en el que aún arrastraba el grueso de los impactos de la última crisis.

Respecto al capital (CET 1), la casa de analistas prevé que la entidad se mantenga dentro de su objetivo de situarlo entre el 11 y el 12% a medio plazo, y supere este rango de cara a 2023, al establecerlo tímidamente por encima del 12%.
La estrategia del Santander para crecer a medio plazo, que descarta rotundamente las fusiones, pasa por centrarse en negocios de poco capital y alta rentabilidad. El banco sacará a bolsa la compañía brasileña de pagos Getnet a finales de 2021 y pondrá en marcha una plataforma global de pagos bajo el nombre de PagoNxt. La entidad, además está centrada en la fusión de Openbank con la financiera Santander Consumer Finance (SCF) con el objetivo de duplicar el beneficio neto de la nueva firma a medio plazo.
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