
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha reclamado este miércoles al Gobierno que haga llegar ayudas directas a las empresas, pymes y autónomos "cuanto antes" para que puedan sobrevivir a los efectos económicos que está dejando la pandemia. Botín aseguró que las medidas tomadas por el Ejecutivo como los avales ICO o las moratorias han sido "muy efectivas", pero recalcó, que desde el Gobierno son muy conscientes de que las compañías necesitan apoyo que van más allá del crédito.
"Todos los países europeos han anunciado ayudas directas a las pymes y los autónomos, me consta que se está evaluando desde el Gobierno, y es necesario que existan ayudas concretas en forma de capital", aseguró durante la rueda de prensa de presentación de resultados del grupo financiero en 2020. La presidenta del banco señaló que España es uno de los países que menos ayuda ha dado a la economía, aunque reconoció que se debe a un tema de responsabilidad fiscal. No obstante, insistió en que los nuevos apoyos deben llegar en forma de capital y no de deuda. "Debemos ser conscientes que hay que aumentar las ayudas del Ejecutivo con sector privado, es importante que lleguen y lo hagan cuanto antes".
El Santander ha cerrado el ejercicio 2020 con unas pérdidas de 8.700 millones, tras los ajustes de más de 12.000 millones que tuvo que hacer en el segundo trimestre por los fondos de comercio negativos en sus filiales de EEUU y Reino Unido y por los activos diferidos en España. Además, también elevó las dotaciones, al reservar 1.146 millones para financiar el ERE en España y los ajustes en otras filiales europeas y ha destinado en torno a 3.500 millones para cubrirse de los futuros impagos que le puedan entrar por la pandemia. Para evitar esta morosidad futura, será clave la llegada de ayudas a las compañías, pymes y autónomos.
No obstante, Botín destacó que el banco cuenta con unos excelentes colchones de capital (ha incrementar el ratio capital CET1 hasta el 12,34%, sobrepasando el objetivo marcado a medio plazo de situarlo entre el 11 y el 12%), lo que permite a la entidad duplicar las provisiones frente a la pandemia si fuera necesario. Asimismo apuntó que estos colchones de capital serán útiles a la hora de recuperar el objetivo de reparto de dividendo, una vez que el Banco Central Europeo (BCE) levante al sector financiero el último veto puesto en diciembre, que se sitúa en distribuir en efectivo entre el 40 y el 50% del beneficio.
No obstante, en cuanto al dividendo a cargo de los resultados de 2020, que iba a dar con reservas puesto que ha obtenido números rojos, el banco limita el reparto a 2,75 céntimos, después de que el supervisor europeo solo permitiera distribuir el 15% del beneficio de 2019 y 2020, hasta que en septiembre vuelva a revisar la situación. El Santander, sin embargo, aún no tiene visibilidad para recuperar en el último trimestre de 2021 el compromiso de completar el dividendo hasta los 0,10 euros por acción que preveía dar antes del veto.
Respecto a las fusiones, la presidenta del banco ha reiterado que la entidad no tiene intención de comprar ninguna entidad ni en España ni fuera del país. Así, descarta completamente una compra del Sabadell, como habían apuntado varias casas de analistas, entre ellas, la de JP Morgan. Botín aseguró que el Santander cuenta en España con una cuota de mercado del 20%, más que suficiente para poder seguir creciendo y siendo competitivo en el país. No obstante, la banquera destacó que sí seguirán avanzando en la compra de compañías tecnológicas dedicadas al sector financiero, como han hecho en los últimos meses con la adquisición del 51% de Ebury o los activos tecnológicos de la fintech alemana Wirecard.
Botín no cierra la puerta a seguir recortando en un futuro la plantilla y las oficinas, tras haber cerrado un ajuste que afectará a 3.572 empleados y la clausura de 1.000 sucursales. Aunque reconoció que en la actualidad no hay planes al respecto, la cuestión dependerá de cómo evolucione la relación de los clientes con la entidad.
Batalla legal con Orcel
Finalmente, Botín evitó posicionarse sobre si estaría dispuesta a llegar a un acuerdo legal con Andrea Orcel, tras fichar como consejero delegado por UniCredit. El banquero italiano mantiene demandada a la entidad por su fichaje frustrado como consejero delegado del Santander y le reclama 112 millones de euros. No obstante, según apuntó Reuters la semana pasada tras conocerse su nuevo fichaje, Orcel estaría dispuesto a rebajar a 60 millones la indemnización que reclama a la entidad.
Botín se limitó a desearle "suerte" al italiano en su nuevo trabajo y descartó que en estos momentos la entidad tenga planes de cambiar a su cúpula directiva, en referencia a la búsqueda de un nuevo consejero delegado.