
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) considera que repartir los 7.000 millones en ayudas a las renovables incluidos en la tarifa eléctrica con el consumo de gas y carburantes, como pretende el Gobierno, es "necesario" para mantener el equilibrio del sistema eléctrico y "proporciona señales adecuadas en precios para la descarbonización".
El Regulador de los mercados ha publicado su preceptivo informe sobre el Anteproyecto de Ley del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), que el Gobierno quiere aprobar para evitar una subida del recibo de la luz de los hogares del 6,5% y propiciar una bajada del 13% en cinco años.
El Anteproyecto de ley establece que el FNSSE se financiaría con las aportaciones de los sectores de electricidad, gas y productos petrolíferos, en función de su peso relativo en el consumo, y de un modo creciente durante cinco años. También recibiría lo recaudado con impuestos que gravan la electricidad, lo obtenido con las subastas de CO2, y partidas de los Presupuestos del Estado, en caso de que fuera necesario.
Señal de precio más adecuada
La CNMC considera que este sistema proporciona una señal de precio de energía más adecuada que la del modelo vigente y garantiza la sostenibilidad del sistema eléctrico, elementos necesarios para la descarbonización de la economía.
Además, explica que mantener el sistema vigente de financiación de dicho coste en un contexto como el actual (menor demanda eléctrica, acentuada por la crisis del Covid-19, disminución de los ingresos regulados, impulso de la eficiencia energética, y una mayor penetración de las renovables), conllevará elevar la factura de los consumidores de electricidad, particularmente domésticos y Pymes, y aumentará el endeudamiento futuro del sistema eléctrico.
También sostiene que en un contexto de transición energética en el que todo el país, y no solo el sector eléctrico, es el sujeto de los compromisos climáticos, el modelo de financiación de las energías que plantea el Anteproyecto analizado está más próximo al uso final de la energía y da señales más adecuadas de precios que las del modelo vigente.
Reforma global de la fiscalidad energética y ambiental
En todo caso, la CNMC considera que si bien la creación del fondo es una solución de financiación mejor que a través del recibo de la luz, cree que la solución óptima a medio plazo, tendría que dirigirse hacia una reforma global de la fiscalidad energética y medioambiental.
Esta debería tener en cuenta todos los consumos energéticos, no solamente el eléctrico, y aplicar el principio de quien contamina, paga, de forma que diera señales adecuadas para la descarbonización de la economía a todos los consumos energéticos.
Finalmente, el informe de la CNMC presenta consideraciones sobre los impactos redistributivos entre agentes y sectores, derivados de la aplicación del Fondo, sobre el efecto en las liquidaciones de las actividades reguladas del sistema eléctrico y hace propuestas para minorar riesgos de incumplimientos de las obligaciones de aportación al Fondo.