
Una de las operaciones de suelo más jugosas del año en Madrid ya está resuelta. Repsol ha elegido hoy quienes serán los compradores de los dos suelos que tiene a la venta y que se ubican frente a su sede, en la zona de Méndez Álvaro. Según han confirmado fuentes del sector a elEconomista, las ofertas ganadoras han sido las presentadas por Vivenio y GMP.
Este último se ha hecho con el suelo de uso terciario, que cuenta con una edificabilidad de unos 18.000 metros cuadrados y que se destinará para un proyecto de oficinas. Por su parte, Vivenio se queda con el suelo de uso residencial, con una edificabilidad de 19.000 metros cuadrados y en este caso, las mismas fuentes explican que podría destinarse para un proyecto de viviendas en alquiler.
De hecho, una parte importante de las firmas que pujaron por esta parcela tenían el objetivo de apostar por la vivienda en rentabilidad, que ha demostrado ser uno de los productos inmobiliarios más resilientes durante la crisis del Covid.
La operación, que ha sido asesorada por la consultora inmobiliaria CBRE, rondará los unos 100 millones de euros y ha recibido luz verde durante el Consejo de Administración que ha celebrado este miércoles la petrolera en el que también se ha aprobado el plan estratégico de la compañía.
En este sentido, Repsol ha acordado un recorte del dividendo de alrededor del 40% y ha sellado las pautas de su hoja de ruta hasta 2025. En este nuevo plan, la compañía que dirige Josu Jon Imaz prepara un fuerte incremento de su inversión en tecnologías bajas en carbono. Así, la petrolera pasará de dedicar una media del 16% de su capex a elevarlo hasta el 25%, lo que supone que uno de cada cuatro euros que invierta tendrá como foco el cumplimiento del objetivo de convertirse en una petrolera neutra en emisiones en 2050 y de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París.
Activos no estratégicos para Repsol
La desinversión de los suelos de Repsol ha despertado un elevado interés en el sector al ser unos de los pocos terrenos a la venta situados dentro de la M30. Vivenio y GMP se han impuesto en este proceso a otras importantes firmas inmobiliarias como Acciona, que iba de la mano de un fondo, Amenabar, Ibosa o la sociedad Adiare, participada por iKasa y exdirectivos de Aelca. Asimismo, también participaron en la puja Axa, Colonial, Emerige, Hines y Tishamn.
La petrolera adquirió estos suelos en el año 2007, cuando se hizo con una importante reserva de terrenos en la zona para levantar su sede corporativa, que estrenó en 2012. En ese momento, Méndez Álvaro era una zona industrial que estaba en plena fase de transformación y Repsol aprovechó la oportunidad para adquirir varios suelos que llegado el momento le permitieran llevar a cabo una ampliación de su sede en caso de que fuera necesario.
Sin embargo, estos activos ya no eran estratégicos para el grupo, por lo que decidió venderlos con plusvalías. La ubicación de estos terrenos ha sido una de las claves del interés que han despertado entre los distintos inversores, ya que se trata de una zona con mucha actividad en nuevos desarrollos tanto empresariales como residenciales.
Consolidación de la zona
Tras el cierre de esta operación el foco se sitúa ahora en los suelos que ha puesto en el mercado Adif, que se ubican a pocos metros de los de Repsol. En este caso la edificabilidad de las dos parcelas de uso residencial se acerca a los 35.000 metros cuadrados y el precio de salida del concurso público es de 75,8 millones de euros, más IVA.
Los proyectos que se lleven a cabo en los suelos de Adif y los que acaba de vender Repsol se sumarán a otros desarrollos que están ya en marcha en la zona. La socimi dirigida por Pere Viñolas es una de las más activas en este área, de hecho está desarrollando el que es actualmente su proyecto estrella de oficinas, bautizado como campus Méndez Álvaro, y que contará también con una parte residencial.
Además, Colonial está levantando en la zona una torre de oficinas de 16 plantas que se convertirá en la nueva sede de Catalana Occidente con más de 20.200 metros cuadrados. Por otro lado, Acciona cuenta también con un proyecto junto al intercambiador de Méndez Álvaro, que supondrá la puesta en el mercado de unos 10.000 metros cuadrados de oficinas. La firma ha llevado a cabo además distintas operaciones residenciales en la zona tanto de compraventa como de alquiler.