
En España más de la mitad de las personas de 25 a 29 años vive en casa de sus padres. La emancipación de los jóvenes se ha convertido ya en un problema social en nuestro país que se agravará todavía más con la crisis del Covid, ya que esta parte de la población será más vulnerable a la crisis económica.
"Las tasas de desempleo entre los jóvenes por encima de la media era una realidad en toda Europa", explica Juan Manuel Pardo, director de Living de JLL España, que apunta que "la volatilidad del empleo de los jóvenes en las condiciones de incertidumbre actuales será incluso mayor que antes de la pandemia".
Según se extrae del informe European City Dynamics 2- Young Urban Residents, elaborado por JLL en Europa hay 7 millones de puestos de trabajo en riesgo para las personas de entre 15 y 24 años, lo que supone el 41% de todo el empleo para este grupo de edad.
"Esta es una proporción significativamente más alta que la de las personas que se encuentran en edad de trabajar entre 25-54 (25%), y los que están por encima de la edad de jubilación, 65+ (20%)", explica el estudio, que apunta que, dada la naturaleza de gran alcance de la crisis actual, el impacto en los jóvenes de entre 18 y 35 años se sentirá "durante mucho tiempo".
Pardo (JLL): "La crisis complicará aún más el acceso de los jóvenes a la vivienda y lo hará de forma más marcada en el mercado de compra que en el de alquiler".
Esta situación, sin duda, dificultará aún más el acceso de los jóvenes al mercado de la vivienda, si bien, este impacto se notará de "forma más marcada en el mercado de compra que en el de alquiler", destaca Pardo, que señala "el tiempo medio que tarda un potencial comprador de una vivienda en ahorrar para la entrada en España es de 12,5 años".
Según el experto, es previsible que el nuevo escenario económico haga que esa cifra aumente, "siendo el impacto mayor en la población más joven y con menos capacidad de ahorro". El directivo apunta que "tendremos que estar pendientes también del ajuste en precios los próximos meses para ver cómo queda la foto. En cuanto al alquiler, el impacto será menor, si bien habrá zonas donde el ajuste de precios será similar al ajuste de poder adquisitivo de los jóvenes".
Posibles soluciones
El informe de JLL señala que, por detrás de ciudades como Londres y París, Madrid y Barcelona tienen un total de 2,7 millones de adultos jóvenes, y se espera que esta cifra crezca en casi medio millón durante la próxima década por lo que es importante buscar e impulsar medidas que den solución al problema del acceso a la vivienda.
En este sentido, Pardo apunta que "las iniciativas publico privadas que se están llevando a cabo para la vivienda en alquiler, en Madrid y Barcelona y otros municipios, serán de gran ayuda sobre todo a la hora de poner suelo en el mercado, si bien es importante que se lleven a la práctica de manera más ágil".
En lo referente a las iniciativas de ayuda para la compra, "están aún gestándose algunas que, si bien han funcionado en otros países, falta ver si tienen encaje en el nuestro. A día de hoy generan demasiadas dudas".
Asimismo, el directivo considera que "la entrada de empresas en el desarrollo de viviendas en régimen de alquiler ayudará a una mayor profesionalización del mercado que influirá eliminando tensión en el esfuerzo para el acceso a la vivienda".
"La importación de modelos donde las sinergias en la gestión y la posición conservadora del capital inversor, estimularán la competencia, lo que, en principio, ayudará al consumidor y mejorará a largo plazo los estándares y servicios. Algo paralelo ocurre en el mercado de residencias de estudiantes y que requiere de un acompañamiento de las autoridades para poder convertirse en una realidad viable y atractiva, tanto para la sociedad como para los inversores", apunta Pardo.
Impacto en el sector inmobiliario
El sector inmobiliario también tendrá que adaptarse a la demanda y a las nuevas necesidades de los jóvenes tras el Covid, especialmente el sector de las residencias de estudiantes, que se ha visto afectado por los periodos de confinamiento y la realización de las clases vía online.
Según apunta el informe, esta crisis ha generado nuevas tendencias, algunas de las cuales perdurarán en el tiempo y el sector del Living tendrá que ser más flexible, tanto en el uso de los espacios como en los términos de arrendamientos, en las métricas y en los objetivos operativos.
"Gestionar bien un activo siendo ágil y ajustándose a una realidad que cambia rápidamente es fundamental para estar a la vanguardia", explica el informe, que apunta algunos operadores para para compensar la pérdida de ingresos y ocupación están solicitando que se levanten las restricciones actuales que hay en algunos países para poder alquilar las habitaciones a personas que no son estudiantes.
Por otro lado, en el sector europeo del alquiler de pisos compartidos o por habitaciones el informe apunta que es probable que los incumplimientos de contrato se vuelvan más comunes a medidas que las ayudas de las distintas administraciones empiecen a agotarse, ya que los jóvenes serán de los más afectados económicamente. Así, el informe apunta que para "los propietarios, mantener la ocupación será más importante que el aumento de los alquileres en los próximos años".
La ubicación de los inmuebles que siempre ha sido uno de los criterios más relevantes para la inversión gana ahora todavía más protagonismo, tanto en el caso de las residencias de estudiantes como de las viviendas compartidas. En el primer caso los inversores apostarán más por activos próximos a los centros de estudio, mientras que en el segundo se tendrá más en cuenta la cercanía a núcleos laborales.
Evolución del 'Coliving'
En el caso del Coliving, el informe asegura que la pandemia se ha convertido en el primer freno importante para el desarrollo de este producto emergente. "Con poca evidencia operativa sobre el rendimiento y la resistencia de los activos, no es sorprendente que el flujo de capital hacia el sector haya sido menor de lo esperado", apunta JLL en su estudio, sin embargo, considera que es probable que la demanda de este sector se vea modificada al cambiar los patrones de vida de las personas por el Covid.
Así, la consultora cree que "los arrendamientos de coliving pueden llenar un nicho para aquellas personas que comparten vivienda, pero quieran una oferta más asequible. Asimismo, puede ser una alternativa para los viajeros de negocios o aquellos que eligen trabajar ahora de manera flexible a mayores distancias de la ciudad y que quieren evitar los hoteles". Además, creen que para "los jóvenes europeos que buscan mudarse de casa por primera vez, puede convertirse en una solución de vida asequible".
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