
Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE) ha perdido 918 millones de euros en su ejercicio fiscal 2020, frente a los 140 millones ganados en 2019, en un año marcado por la Covid-19, la mala evolución del mercado en India y problemas en el norte de Europa. La compañía ha anunciado que en 2021 volverá a obtener beneficios, con un margen del 3% al 5%, frente al margen negativo de -2,5% del ejercicio vencido.
Así se recoge en la documentación remitida por la compañía dirigida por Andreas Nauen a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) esta mañana antes de la apertura del mercado bursátil. La empresa ha informado de todo su ejercicio 2020, porque se rige por el calendario fiscal alemán, de octubre a octubre.
Cuando presentó los resultados de su tercer trimestre, en julio, vaticinó un margen negativo para todo el ejercicio de -1% a -3% y unas ventas inferiores a los 10.000 millones, tanto por el impacto de la Covid-19 sobre la cadena logística y el retraso de pedidos, como por otros factores estructurales, como la presión sobre los márgenes del negocio de los aerogeneradores terrestres.
Al final, SGRE ha facturado 9.483 millones, un 7,3% más bajo, con un margen bruto (ebit) de -2,5%. También consigue un nuevo récord en la entrada de pedidos, con 14.700 millones, y alcanza una cartera total de 30.200 millones, a la que se añaden 9,3 GW de eólica marina condicionada a que los parques finalmente se construyan.
Nauen, durante la multiconferencia con los analistas, ha valorado que "el ejercicio fiscal 2020, sin duda alguna, ha sido muy duro, porque la pandemia mundial, la ralentización profunda en algunos de nuestros mercados más importantes, y los desafíos de ejecución en distintos proyectos han lastrado nuestros resultados". El ejecutivo, no obstante, se ha mostrado optimista: "A pesar de ello hemos finalizado el año con las guías revisadas y, lo que es más importante es que estamos preparando la empresa para un futuro prometedor".
Andreas Nauen: "Hemos finalizado el año con las guías revisadas y, lo que es más importante es que estamos preparando la empresa para un futuro prometedor"
Las pérdidas de 918 millones del beneficio del fabricante hispanoalemán recogen 184 millones en amortizaciones y otros 335 millones en costes de integración y reestructuración. También incluyen un impacto negativo de 69 millones por un fallo de diseño detectado en las multiplicadoras SG 4.X, "una grieta detectada en las inspecciones", en palabras de Nauen.
Grieta en un modelo de multiplicadora
El consejero delegado explicó que se ha identificado la causa del problema y que la compañía ya dispone de una "solución provisional", que consiste en cambiar un componente de la carcasa y en aplicar otras medidas, pero evitó facilitar una estimación de la provisión final que tendrá que anotarse -se hará en diciembre- y de las opciones de recuperarla.
La pandemia, por su parte, le ha mermado 181 millones, tras suavizar su impacto en el cuarto trimestre, quedándose en 31 millones. Nauen ha asegurado que SGRE tiene implantados "estrictos" protocolos de seguridad tanto en sus fábricas como en sus oficinas.
La deuda se eleva a 49 millones, 328 millones por debajo de la posición de caja de apertura del año, y el capital circulante se reduce en 1.143 millones, hasta los 1.976 millones negativos. La relación entre la deuda y el ebitda sube desde el 0,31 al 0,96. La liquidez asciende a 4.200 millones en líneas de financiación, de las que 1.100 millones ya están dispuestas. Las inversiones suman 601 millones.
Vuelta al beneficio
La empresa anunció en agosto que prevé facturar de 10.200 a 11.000 millones en 2021 y recuperar una retribución al accionista de alrededor de un 25% del beneficio. Ahora, tras un cuarto trimestre con margen ebit positivo del 1,1%, revisa ligeramente al alza el objetivo de ventas, que llega a los 11.200 millones, y augura una previsión de margen ebit del 3% al 5%. Confía en aumentar este margen hasta la horquilla del 8% al 10% en 2023.
La empresa eólica ancla estas expectativas en que ya dispone de un 91% de la facturación garantizada, en que experimentará unos costes de integración y reestructuración de 300 millones, un impacto de PPA de 250 millones y unos pagos agendados por Adwen, la antigua filial eólica marina, de 125 millones, cuya provisión aún asciende a 536 millones.
SGRE alcanzó sus objetivos de ahorro entre 2018 y 2020 al superar los 2.000 millones entre sinergias y un aumento de la productividad. La firma implementa un nuevo Plan estratégico de 2021 a 2023, denominado Leap, con el objetivo de aumentar más del 5% la productividad en el gasto de terceros y está embarcada en una fuerte reestructuración en el negocio eólico terrestre -invertirá unos 500 millones en ello- que afectará a España.
Ajustes en España
Aplicando la reestructuración, ya ha cerrado la fábrica de Aoiz en Navarra y hay nubarrones en la fábrica de As Somozas en La Coruña. No obstante, ha anunciado que su producto estrella para el negocio de aerogeneradores terrestres para los próximos años, la Plataforma 5.X, se fabricará en España.
Ahora bien, Nauen, en una rueda de prensa ha declarado que trabaja con las autoridades navarras para dar una segunda vida a la instalación de Aoiz: "Quizá haya una oportunidad futura en esa planta, estamos trabajando con nuestro centro tecnológico y otros proveedores".
En el caso de la planta gallega ha sido muy prudente: "No puedo adelantar una respuesta sobre Somozas, pero está claro que para Siemens Gamesa vuelva ser competitiva tendremos que tomar decisiones", ha dicho, antes de añadir que esperará a conocer las condiciones de las subastas de renovables que está previsto que se lancen este mismo año.
Preguntado por la posibilidad de que otras compañías accedan a su tecnología para los aerogeneradores marinos, por la que se enfrenta en los tribunales norteamericanos con GE, Nauen ha recordado que, además de la patente, "sería muy complejo acceder a la tecnología y representaría un cambio de rumbo tecnológico para muchos; la verdad es que no lo veo como un riesgo".