
El gigante de comercio electrónico chino Alibaba apenas declara en España un 0,2% de todo lo que ingresa en realidad. Su filial Alibaba E-Commerce Spain registró en su último ejercicio fiscal, cerrado el 31 de marzo de 2019, una cifra de negocios de 3,9 millones de euros. Ese importe supone multiplicar prácticamente por cinco los 819.199 euros que facturó el año anterior, pero, está muy lejos de su negocio real.
Aliexpress, la tienda online de Alibaba, alcanzó el año pasado en nuestro país un volumen de negocio en nuestro país de 2.129 millones de euros, con un total de 42,59 millones de pedidos, según el ranking anual sobre los 300 grandes distribuidores de comercio electrónico que elabora la publicación E-Show Magazine.
Aunque a gran distancia todavía de Amazon, que logró unos ingresos de 7.567 millones de euros, Aliexpress se ha posicionado así en muy poco tiempo como el segundo marketplace del mercado español, por delante de El Corte Inglés, Carrefour, Ikea o Zara, entre otras firmas.
La filial española de Alibaba, que cuenta con 19 empleados, depende directamente de Taobao China Holding Limited, con sede en Hong Kong. Y la razón de que los ingresos que declara sean tan bajas obedece a que no registra aquí las ventas de productos, que se realizan a través de una sociedad en Singapur. De hecho, toda la facturación se corresponde con servicios cobrados a la sociedad dominante directa, Alibaba.com Singapore E-Commerce Private Limited, por las labores de desarrollo en el mercado español.
Impuestos en España
En el último ejercicio, la filial declaró así un resultado bruto de 326.412 euros y pagó a Hacienda en concepto del impuesto de sociedades un total de 87.903 euros. Prueba en cualquier caso del gran crecimiento que Alibaba está teniendo en España es que sus beneficios netos han crecido un 358%, hasta 238.508 euros.
Aunque se trata de una empresa china, Alibaba opera en realidad desde las Islas Caymán, tal y como informó el pasado 27 de agosto este periódico. Y es que la sociedad matriz Taobao China Holding Limited está a su vez participada al cien por cien por Taobao Holding Limited, con residencia en dicho paraíso fiscal, siendo la cabecera final del negocio de la plataforma Alibaba Group Holding Limited, ubicada también en Caimán, tal y como recoge la documentación publicada por la compañía asiática en la SEC, el regulador bursátil norteamericano.
La estructura fiscal del gigante del comercio electrónico chino cuenta también con una sociedad que cuelga directamente de la matriz, Alibaba Investment Limited, que tiene su sede en las Islas Vírgenes británicas, lo que le permite un considerable ahorro en su factura fiscal.
De hecho, en la información remitida a la SEC la firma admite que "como empresa de las Islas Caimán, por lo general no estamos obligados a cumplir con las sanciones de Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea en la misma medida que las entidades en estos países". Y del mismo modo, insiste en que gracias a ello, tiene mucho más sencillo afrontar cualquier proceso judicial. "Puede ser difícil o imposible para nuestros accionistas iniciar una acción contra nosotros en las Islas Caimán o en China en caso de que crean que sus derechos han sido infringidos", reconoce Alibaba en la documentación pública enviada al supervisor americano.
Con el objetivo de incrementar la recaudación fiscal entre los grandes gigantes tecnológicos, a principios del pasado mes de octubre el Gobierno decidió no esperar al consenso fiscal internacional y aprobar la denominada tasa a los servicios digitales o tasa Google para gravar su actividad y evitar que puedan seguir tributando los ingresos en España en paraísos fiscales.
Hace un par de semanas, sin embargo, ante la crítica de los organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Ejecutivo dejo abierta la posibilidad de modificar los impuestos, que la OCDE y la Unión Europea (UE) quieren consensuar entre todos los países.
La 'tasa Google'
La normativa publicada en el BOE establece que la tasa Google gravará aquellas empresas con ingresos anuales totales de, al menos, 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los 3 millones de euros, dirigiéndose a servicios de publicidad en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario durante su actividad o la venta de metadatos. Aunque Hacienda tenía prevista con esta tasa una recaudación inicial de unos 1.200 millones de euros (antes de la pandemia), posteriormente la rebajó a 968 millones.
Según explicó recientemente la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la tasa Google tendrá "carácter transitorio" hasta que se apruebe una normativa mundial o europea y la liquidación no se realizará hasta al menos el 20 de diciembre, lo que permite dar margen a que se logre un acuerdo internacional en el marco de la OCDE o del G20 ante las amenazas de aranceles por parte del Gobierno de Estados Unidos.